Las declaraciones de Maduro sobre la eliminación de los “protectores” en los estados, así como los anuncios del CNE de habilitación de la tarjeta de la MUD entre otras, se suman a las declaraciones de Estados Unidos y la Unión Europea sobre la “revisión” de las sanciones económicas de la semana pasada, mostrando los pactos que se llevan a cabo a espaldas del pueblo.
Miércoles 30 de junio de 2021 14:58
Como hemos venido observando a cada tanto se emiten señales de lo que está pasando en los entretelones de las reuniones entre Gobierno y oposición en el mayor de los secretismos. Éstas van desde declaraciones de países señalados con respecto a las sanciones imperialistas hasta las comunicaciones gubernamentales y de miembros de la oposición, todos haciendo movimientos de fichas.
En consonancia con todas estas estratagemas, este martes, el CNE habilitó la tarjeta de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con la que la oposición ganara las elecciones legislativas del 2015. Esta vez para que pueda participar en los comicios municipales y regionales de noviembre próximo.
Lo mismo es lo anunciado por Maduro el día anterior sobre la eliminación de la figura de los "protectores", nombre con el que se conoce a las autoridades paralelas a los gobernadores y que se designaba desde el Ejecutivo. "A partir de estas elecciones, creo que lo mejor es que, gane quien gane, le toque el Gobierno en su estado, en su municipio (...) Vamos a eliminar esto que hemos denominado protectorado, por estado y municipio", dijo Maduro desde un acto por el canal Venezolana de Televisión (VTV).
Los acelerados movimientos en curso y el pacto “por una negociación global”
Uno de los primeros movimientos hacia una negociación más completa fue la elección de un Consejo Nacional Electoral (CNE) negociado con tres integrantes representando al gobierno y dos a la oposición. Una decisión que fue aplaudida por una gran cantidad de sectores incluyendo a cámaras empresariales, y hasta de la Unión Europea y con el visto por parte de Estados Unidos.
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Más recientemente Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Canadá emitieron un comunicado conjunto en el que se declaran dispuestos a "revisar las sanciones" impuestas contra Venezuela si se produce "un avance significativo en una negociación global". Lo que ponía en evidencia las negociaciones secretas, así como la continuación de la injerencia abierta de Estados Unidos y otras potencias. Borrell, Blinken y Garneau indicaban que: "Aplaudimos avances sustantivos y creíbles para restaurar los procesos democráticos e instituciones centrales de Venezuela y estamos dispuestos a revisar la política de sanciones sobre la base de un progreso significante en una negociación global".
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Otro movimiento lo había dado Biden al otorgar una “licencia” para que Venezuela pudiera realizar transacciones y actividades vinculadas al manejo de la pandemia del coronavirus. Una medida decretada a casi un año y medio de una pandemia que azota al país y luego de tanto tiempo de muertes y contagios que amenaza con extenderse, colocando al desnudo todo el cinismo y discurso “humanitario” del imperialismo estadounidense. Lo más crudo de todo, el juego con la vida de toda una población, toda una política secundada por Guaidó.
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Poco antes de todos estos anuncios políticos, el 21 de junio, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ya había anunciado el envío de una misión técnica exploratoria que evaluará la participación europea en dichas elecciones, que se espera que llegue el 6 de julio. Se trata de una de las cuestiones en que ha venido insistiendo sobre todo el sector de Henrique Capriles, jugando la carta europea desmarcándose de la política de Guaidó.
Abriendo campo: las habilitaciones y los “protectores” en los gobiernos regionales
Así con respecto a los anuncios más recientes sobre la habilitación de la MUD, Pedro Calzadilla declaraba que: "Hoy, en sesión de nuestro directorio y por unanimidad, hemos aprobado un total de 20 nuevas denominaciones de organizaciones con fines políticos, (...) por lo tanto 20 nuevas organizaciones estarán vigentes para participar en las próximas elecciones del 21 de noviembre”. Lo hacía haciendo énfasis en lo de la “unanimidad”, para dejar clara la decisión global que se tomaba.
Recordemos que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ordenó en 2018 al CNE excluir a la MUD del proceso de validación de boletas electorales por ir en contra "abiertamente (de) la prohibición de la doble militancia". Se trataba de un eufemismo, pues para el 2015, la MUD fue la mayor coalición que conformó la oposición y reunió a los principales partidos como Acción Democrática (AD); Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Un Nuevo Tiempo, además muchos otros partidos de menor peso y tradición. Una coalición que se vino a disgregar, no solo para la exclusión de la validación electoral por lo del TSJ, sino que también por las nuevas políticas de la oposición que vendrán en los años posteriores.
Aunque no se aclaró nada con respecto a la antigua decisión del TSJ, el presidente del CNE solamente se limitó a explicar que el directorio decidió dar su "venia" a la inclusión en la tarjeta electoral de la MUD y de los partidos Fuerza Vecinal, Convergencia, Activistas Democráticos Electorales y Alternativos (Adelante), Mesa de Unidad Democrática (MUD), Movimientos Centrados y Movimiento Progresista de Venezuela (MPV), y también de otras organizaciones.
Con respecto a la declaración de la eliminación de los “protectores” de los estados hecha por Maduro, el representante de la oposición en el CNE, Enrique Márquez, saludó tal promesa. "La supresión de la figura de los protectores estatales por parte del Ejecutivo nacional es un paso en la dirección correcta", dijo Márquez en un mensaje en Twitter.
Por su parte Stalin González también tuiteó que “Este es otro paso en la construcción de una vía electoral que nos permita salir de esta profunda crisis. Nuestro compromiso es y siempre será con la democracia.” En sentido semejante fue Henrique Capriles: “Respetar la Constitución, respetar el mandato del Pueblo venezolano; el respeto a la ley debe ser algo cotidiano. El país clama por recuperar su democracia, la institucionalidad y resolver los graves problemas económicos y sociales. ¡Nunca debieron existir entes paralelos!”. Claras señales de los acuerdos en curso.
Como sabemos, los primeros movimientos los operó el sector de derecha vinculado a Henrique Capriles, que incluye a Stalin González, pero rápidamente Juan Guaidó dio un giro en su política proponiendo negociar con Maduro en función de las declaraciones hechas por su patrocinador Estados Unidos. La “fuerza” de Guaidó deviene de la Casa Blanca y el apoyo del derechismo internacional y de otros países que lo apoyan, más activamente Colombia con Iván Duque entre otros, pues internamente ha perdido toda capacidad y más aún de movilización, en el marco de toda una oposición completamente dividida.
Todo a espaldas del pueblo
En todos estos movimientos que se dan por arriba entre el Gobierno y la oposición, no solo con el visto bueno del imperialismo detrás sino con su política activa. Negociaciones que para los trabajadores y el pueblo no tienen absolutamente nada que les pueda favorecer, con el drama nacional de la catástrofe económica y social castigándolo con las grandes calamidades, una situación que ha empeorado con la pandemia. Pero para los de arriba si hay mucho en común, todo el plan privatizador, entreguista, los planes hambreadores, los salarios destruidos, que es lo mismo que indican el Plan País de la oposición.
Por eso repetimos lo que escribimos en un artículo reciente: “Para el pueblo trabajador se trata de recuperar la capacidad de lucha y organización para resistir a todos los ataques en curso y los que vendrán, y no caer en los cantos de sirenas de estos diálogos y pactos que se llevan a cabo por arriba. Solo un curso de acción independiente frente todas estas variantes políticas, al calor de las peleas que van librando, permitirá sentar las bases para construir organizaciones obreras y políticas con clara independencia de clase.”