Son casi 300 familias que desde el domingo están ocupando las viviendas dejadas sin finalizar desde hace años.
Martes 25 de agosto de 2020 20:34
Desde el domingo 23 de agosto, más de 300 familias ocupan las viviendas ociosas del barrio Los Ceibos de González Catán en el Km 32. “Nosotros no pedimos que nos regalen nada, un plan de pago para poder pagarles y comprarlas. Que nos den la oportunidad de una casa digna para nosotros y nuestros hijos”, afirma Julia.
Se trata de viviendas levantadas por un programa estatal y que desde hace años se encuentran paralizadas las construcciones. Desde el domingo sufren permanentes amenazas de desalojo por parte de la Policía Bonaerense y Gendarmería Nacional que se encuentran en los alrededores del predio. “Si nos desalojan no tenemos a donde ir, estamos con nuestras familias, nuestros hijos y nosotros lo que queremos es que desde el gobierno nos den una respuesta”. Hasta el momento no se ha presentado ni comunicado ninguna autoridad del municipio de La Matanza ni tampoco de la provincia de Buenos Aires.
Te puede interesar: Detienen a doce personas, entre ellas al abogado Soares por acompañar a las familias sin techo en Florencio Varela
Te puede interesar: Detienen a doce personas, entre ellas al abogado Soares por acompañar a las familias sin techo en Florencio Varela
“Nosotros queremos ingresar a las casas porque son nuestras” denuncian algunos vecinos que dicen haber realizado pagos mensuales por más de dos años. “El abogado que cobró la plata de todos los vecinos nos dijo que este fin de semana les habían robado el dinero dejándonos sin nada”, explica.
El derecho a la vivienda parece ser una utopía mientras se busca naturalizar que la calle es un lugar para vivir. La imposibilidad de tener una vivienda golpea a miles de personas en el Gran Buenos Aires y las tomas de terrenos se están haciendo más frecuentes ante la profundización de la crisis económica y social. Esto se suma a la especulación inmobiliaria fomentada por todos los gobiernos mientras miles de personas viven en las calles y son miles las casas ociosas.