×
×
Red Internacional
lid bot

Educación y pandemia. Ola de contagios de Covid-19 en las escuelas obliga a suspender clases presenciales

La titular de la SEP, Delfina Gómez, reconoció que la asistencia a las aulas se redujo significativamente ante el riesgo de contagio por la cuarta ola de la pandemia.

Miércoles 12 de enero de 2022

En la conferencia matutina del martes, 11 de enero, la titular de la Secretaría de Educación Pública aseguró que hubo una importante disminución en la asistencia de estudiantes a las escuelas, pasando de 22 millones en noviembre a 17.5 millones en los primeros días del año.

Esta disminución tiene que ver directamente con el repunte de la pandemia y el temor a contagiarse, ante la falta de condiciones realmente seguras en las escuelas para evitarlo.

La mayoría de las autoridades locales y federales se empeñan en sostener las clases presenciales sin tomar medidas sanitarias efectivas ante el avance de los contagios, que esta semana rebasaron los 44 mil en un solo día a nivel nacional, de los cuales más de 7 mil ocurrieron en la capital del país.

Te puede interesar: En medio de la cuarta ola de Covid, siguen las clases presenciales

En León, Guanajuato, 46 docentes fueron desalojados por la Guardia Nacional de una clínica del ISSSTE, en donde protestaban para exigir la incapacidad correspondiente por el riesgo de trabajo al enfermarse de Covid-19, como denunciamos aquí.

En la misma entidad también resaltó el caso de un adolescente de 15 años que falleció por coronavirus cuando iba camino al hospital, después de ser diagnosticado un día antes. Pese al incremento de contagios, hasta alcanzar más de 8 mil 311 casos activos, el gobierno del estado mantiene el semáforo epidemiológico en verde y permite eventos masivos. Es la misma política negligente que sostienen los gobiernos federal y otros gobiernos estatales, aunque 12 de ellos se vieron obligados a aplazar el regreso presencial al menos por unos días.

“Las autoridades no querían, pero les impusimos volver a clases virtuales”: maestra de Iztapalapa

La semana pasada, en una escuela al oriente de la CDMX, maestras y trabajadoras administrativas mostraron su preocupación sobre el aumento de los contagios, que están proliferando en muchas escuelas del país.

Luego de hablar con otros profesores, propusieron dialogar con la dirección de la escuela para solicitarle volver a las clases virtuales, como medida emergente ante el creciente número de contagios.

Se planteó esta petición entre las y los docentes quienes, llegado el momento, hablaron con el subdirector. En un principio éste aseguró que era “imposible volver a clases virtuales, pues la orden es no hacerlo”.

Se propuso convocar a una asamblea para decidir qué hacer frente a esta negativa. La asamblea se llevó a cabo con la presencia de la mayoría de la plantilla laboral.

En la asamblea se expresaron distintas posturas, pero contar con un espacio de los trabajadores docentes y administrativos para tomar decisiones mostró que, pese a las diferencias, se puede discutir abierta y francamente la situación que a todxs nos preocupa.

En unos días, la respuesta de la autoridad cambió. En una reunión extraordinaria de Consejo Técnico, la dirección de la escuela nos dijo que “siempre sí” se puede volver a clases virtuales, pues el aumento de contagios de personal y las licencias de cuidados a personas ya habían sido solicitadas por varixs trabajadorxs de la escuela.

Sin embargo, una de las preocupaciones que se expresó tanto en la asamblea como en el consejo técnico escolar, es que las clases virtuales presentan muchos problemas, como la falta de infraestructura y conectividad. Por ello, desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase planteamos que la SEP debe garantizarles a maestros y alumnos todos los recursos tecnológicos necesarios y conectividad a internet gratuita para poder llevar a cabo las clases a distancia.

Para reanudar las clases presenciales en condiciones realmente seguras se requiere la vacunación de los estudiantes de todos los niveles, incluyendo los de educación básica, que hoy están más en riesgo de enfermar al no haber sido vacunados. En Argentina, por ejemplo, se vacunan a los niños desde los 3 años. Se requieren pruebas de diagnóstico gratuitas que se apliquen periódicamente a la comunidad escolar para detectar contagios oportunamente; personal médico y psicólogos en cada escuela; insumos sanitarios y grupos reducidos de forma permanente, entre otras medidas.

Los delegados sindicales deben convocar a asambleas en cada escuela para que podamos dialogar sobre nuestras demandas y deben ponerse al frente para exigirlas, con el respaldo de toda la plantilla laboral. De lo contrario, debemos reemplazarlos por representantes legítimos que realmente hagan escuchar nuestros reclamos para hacerlos valer movilizándonos.

¿A qué se debió el cambio de opinión de las autoridades de la escuela mencionada, se preguntaban algunos docentes después del Consejo Técnico? No fue por su “buena voluntad”, sino que fue resultado de la determinación de las maestras y maestros de reunirse a deliberar colectiva y democráticamente para exigir respuesta a sus inquietudes. Lo que puede ser un primer paso en el camino de lograr sus demandas, siempre y cuando confíen en sus propias fuerzas y no en quienes constantemente niegan nuestros derechos.

Esto quizá encendió la alarma en los pasillos de la Autoridad Educativa. ¿Será que las autoridades tienen miedo a tener comunidades escolares organizadas que estén fuera de su control? Una maestra de la escuela dijo: “organizarse sirve”. Por lo pronto tendrán clases virtuales, porque las condiciones estructurales de las escuelas siguen sin garantizar la integridad de estudiantes y docentes.