Desde enero y con la llegada de la Gendarmería a la región, en Villa Constitución el gobierno de Jorge Berti realiza operativos de “saturación policial”. A tono con los aires macristas y la militarización que avanza en la Provincia de Santa Fe, el pasado 9 de julio desplegaron un desfile militar en el centro de la ciudad.
Domingo 25 de septiembre de 2016 00:00
Cada día se ve como recorren las calles intimidando a las familias trabajadoras, frente a los niños que juegan en la vereda, maltratando a los jóvenes solo por tener "visera" o "capucha", con sus pasamontañas e itacas. En los operativos participan fuerzas de las comisarías, el Comando Radioeléctrico, la GOE, la Policía Comunitaria, la GOT, la Patrulla Vial, la Policía de Acción Táctica y las unidades de los Pumas, Explosivos, Canina y Buzos Tácticos. Un despliegue impresionante compuesto por fuerzas implicadas en el asesinato de jóvenes como Jonatan Herrera, y el Poro Vivas, en las redes de trata, el narcotráfico y todo tipo de delitos. Una linda postal que nos regala la intendencia del FPV.
Desde el Municipio aclaran que es una “iniciativa del intendente Jorge Berti, en trabajo en conjunto con el comisario mayor Marcelo Albornoz y en continua relación con las fuerzas de seguridad, en pos de brindar mayor seguridad para todas y todos”. El mismo intendente afirma que “es una gran noticia contar con este respaldo nacional como otra herramienta que nos ayude a mejorar la seguridad de nuestra gente”. Siguiendo esta línea, el viernes 23 anunciaron una nueva idea: ¿Inauguraron un jardín de infantes? ¿Ampliaron el hospital? ¿Prohibieron los despidos y las suspensiones? ¿Ampliaron los refugios para víctimas de violencia de género? No, frío. Inauguraron una nueva sede de la Agrupación Cuerpos de la Policía de la Unidad Regional VI, nada menos que frente a Acindar y en el popular barrio Luzuriaga y de la mano del Ministro de Seguridad, Maximiliamo Pullaro, cuestionado por su complicidad con el narcotráfico en la provincia. Sí esto fuera poco el comisario mayor Marcelo Albornoz declaro "y cambiaremos también la fisonomía de esta zona fabril, marcada por la presencia de la metalúrgica Acindar y talleres, tan caros a la historia y la economía de esta ciudad”. Una frase totalmente fascista que reniega de la combativa lucha de los metalúrgicos y sueña en convertir la ciudad en un cuartel.
La Seguridad que no garantiza Jorge Berti
En marco del ajuste lanzado por los gobiernos y las patronales, y de un creciente malestar en los trabajadores pese a la tregua que mantienen centrales sindicales, preparan mecanismos para judicializar la pobreza, perseguir por portación de cara, avanzar en intentos discriminatorios y abusos policiales y, si es necesario, represión como ya se viene viendo en el país, garantizando la impunidad. Frente al acoso y el abuso policial, vecinos de algunas localidades de Coronda, interpusieron un hábeas corpus colectivo contra los "operativos de saturación" ya que son "detenciones, fundamentalmente de habitantes de barrios humildes, con lo cual se veía afectada la libertad ambulatoria de los mismos de manera sistemática y sin motivo válido alguno".
La zona de San Nicolás y Villa Constitución está entre las que poseen la mayor tasa de desocupación del país, con un 11,5 por ciento de trabajadores sin empleo. El resultado de las políticas económicas del macrismo, UCR, el FPV y el gobierno "socialista" de Miguel Lifschitz ha dejado a miles de trabajadores sin empleo, suspendidos o con trabajo en negro pero también han mantenido y empeorado estructuralmente las condiciones de la salud, la educación y la infraestructura de los barrios. Mientras empujan a la miseria a enormes sectores de la población y militarizan los barrios, benefician con créditos, exenciones impositivas y leyes flexibilizadoras a los grandes empresarios.
En Villa Constitución, el rol que cumplieron las fuerzas armadas en los ’70 sigue estando presente en la ciudad. Pero también su accionar en nuestros días: hace pocos días se cumplieron 3 años del asesinato de David “Poro” Vivas, joven metalúrgico asesinado por el gatillo fácil policial. La solución no viene de la mano de fortalecer a las fuerzas de seguridad responsables del delito y la persecución sobre la juventud. Con impuestos a las grandes fortunas se podría realizar un plan de obras públicas que permitan crear nuevos puestos de trabajo y mejorar el sistema de salud, educación y vivienda, atacando las condiciones sociales que empujan a la miseria. Lejos de naturalizar la militarización, las organizaciones sociales, sindicatos deben ponerse a la cabeza para parar la política de mano dura y violencia institucional.