Se trata de Maximiliano Torres, quien a un año del gran conflicto producido en la multinacional ubicada en Pilar (zona norte del Gran Buenos Aires) recibió el aval de la Justicia para volver a su puesto de trabajo.
Miércoles 24 de diciembre de 2014
A comienzos de año en la autopartista alemana Kromberg & Schubert, que fabrica mazos de cable para Mercedes Benz y Volkswagen, se iba a producir uno de los conflictos testigos de 2014. A partir de entonces se avecinaba una oleada de duras luchas obreras contra el gobierno, las patronales y las burocracias sindicales.
Los trabajadores harían historia. “Los aguerridos” de Lilina de Rosario, “los hombres grúa” de Gestamp, “los indomables” de Lear y “las valientes obreras y obreros de lila” de Kromberg. También avecinaba el giro derechista del gobierno kirchenista en contra de los trabajadores y su política de favorecer a las patronales.
La zona norte, desde San Martín hasta Campana, pasando por Pacheco y Pilar y llegando hasta Rosario es una zona estratégica para la industria autopartista en la Argentina. Las grandes fábricas de ganancias millonarias y subsidios abultados por el gobierno nacional contrastan con los miles de trabajadores superexplotados y precarizados que con sus cuerpos levantan “el sector estrella del modelo”.
Pero lo que no supo avizorar el kirchnerismo fue el despertar de una nueva generación de jóvenes, que superó el sindicalismo de base y que comienza a luchar y organizarse políticamente contra los despidos y suspensiones. Todo comenzó con los trabajadores que no superaban los 30 años de edad y que fueron escuchados hasta en Alemania, a través de la embajada, en una reunión conquistada por la lucha, los trabajadores y el diputado de Frente de Izquierda Nicolás del Caño.
El lunes 22 en la puerta de la fábrica ubicada en el segundo Parque Industrial más grande de América (Pilar), Maximiliano Torres se presentó acompañado por Darío Campo, trabajador de Procter & Gamble, y el abogado del CeProDH Agustín Comas, para darle cumplimiento al fallo cautelar de reinstalación.
La empresa Alemana Kromberg & Schubert dio cumplimiento a la cautelar, pero de manera irregular e ilegal. La planta dio vacaciones a todo el personal e intenta que Maximiliano cumpla con tareas que no corresponden a su trabajo como operario. Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos realizaron la denuncia pertinente en el juzgado de turno. Allí plantean que Maximiliano Torres debe ingresar el 19 de enero, conjuntamente con sus compañeros de trabajo y en su puesto de operario, cumpliendo las tareas correspondientes.
La maniobra de la empresa alemana responde claramente a que la reinstalación de Maxi Torres es la primera en el Parque Industrial de Pilar y se da a través de la gran lucha de “las valientes obreras y obreros de Lila”, dejando un importante precedente político. Y al darse junto al reciente triunfo de la lucha de los “indomables de Lear”, se constituye en un triunfo de las nuevas generaciones de jóvenes que se organizan independientemente para dar batalla a las burocracias sindicales, las patronales y el gobierno.
