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Red Internacional
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PAN Y ROSAS. Organicemos la resistencia de la mujeres, luchemos por nuestros derechos

La auspiciante movilización del #24A llegó como bocanada de aire fresco ante el terrible recrudecimiento de la violencia contra las mujeres en el país. En el último periodo las mujeres su fuerza saliendo a las calles y siendo protagonistas de la lucha social.

Sábado 6 de agosto de 2016

Las expresiones de violencia a lo largo del país llegaron a puntos brutales ante los cuales miles de mujeres salieron a las calles. El grito ¡si tocan a una, nos tocan a todas! se extendió por todo el país. En la Ciudad de México, la organización de mujeres Pan y Rosas participó con un gran contingente, más de 300 mujeres corearon junto a nosotras contra el trabajo precario y el estado feminicida.

La Movilización Nacional Contra las Violencias Machistas fue retomada en más de 40 ciudades del país. Acontecimiento que puso en cuestión la posibilidad de desarrollar un movimiento de mujeres en nuestro país.

¿Qué pasó después del #24A?

Ese #24A la primavera se pintó violeta. Movimiento que permitió visibilizar masivamente la violencia contra las mujeres y la necesidad de luchar contra ella; jóvenes, universitarias, académicas,etc fueron parte del debate sobre la necesidad del feminismo. La denuncia no sólo ha cruzado a miles de jóvenes, sino también a miles de trabajadoras. Es así que, desde cerveceras como Tecate, caracterizado por anuncios machistas, han implementado campañas contra la violencia hasta el gobierno de Miguel A. Mancera y Enrique Peña Nieto.

Las mujeres cobran protagonismo en México

Lo nuevo en el país es el protagonismo que han cobrado las mujeres, donde las maestras del magisterio y las madres de familia han tenido un papel de primer orden en los últimos meses en la lucha contra la reforma educativa. El país se ha cimbrado por la lucha magisterial con epicentros en Chiapas y Oaxaca, así como en la Ciudad de México donde han tenido una contundente participación femenina, no solo de las miles de maestras quienes son 70% del gremio, sino también las madres de familia que se han hecho parte de la movilización; lo que pudimos ver de cerca, fueron las miles de madres de familia que sostuvieron los paros, se han movilizado y han realizado bloqueos por toda la ciudad, como dimos cuenta en este medio.

Más allá de que la consciencia no es lineal, y hay saltos en ella a lo largo de la historia, este protagonismo no puede entenderse sin antecedentes como la participación de las mujeres en “La Comuna de Oaxaca”, mismas que levantaron barricadas, fueron parte de los cuerpos de autodefensa y toma de los medios de comunicación. Acciones con rasgos insurreccionales que convirtió a la Comuna de Oaxaca en el punto más alto de la lucha de clases en el país y a nivel internacional en 2006.

Fue una experiencia muy avanzada en la acción y subjetividad de los explotados y oprimidos, que abrió la posibilidad de una segunda revolución mexicana, donde el rol de las mujeres fue fundamental.

En el último periodo vimos el protagonismo de las mujeres en distintas luchas en el movimiento obrero; desde la rebelión de las mujeres en San Quintín, la lucha de las trabajadoras de intendencia del IEMS, el fenómeno de paros y plantones encabezados por obreras en las maquilas de Ciudad Juárez. Estos procesos dieron una fuerte lucha contra la precarización laboral y el acoso en los centros de trabajo, pero también en contra de la burocracia sindical, la patronal y los planes del gobierno que buscan descargar la crisis en los hombros de las y los trabajadores.

A la par del protagonismo de las mujeres, surgió la necesidad de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, que tuvo su más grande expresión fue la movilización del #24A de la mano de las cientos de denuncias, la mayoría en redes sociales contra las violencias de género.

Nuestras tareas

Las mujeres sabemos perfectamente transformar el dolor y la furia, en lucha. Lo hemos demostrado a lo largo de la historia, y muy recientemente lo hemos visto con las madres que buscan a sus hijas desaparecidas, las obreras que luchan contra la precarización laboral, son también las maestras y madres que luchan contra la llamada reforma educativa, o las miles de mujeres que a nivel nacional demostraron su fuerza en la movilización del #24A bajo el grito “Ni Una más”, expresando el enorme repudio contra el feminicidio y contra la violencia hacia las mujeres.

Ante la salida de mujeres a las calles, es necesario plantearnos continuar el camino de la movilización y la lucha por distintas reivindicaciones. Además de que las últimas movilizaciones abren el debate acerca de cuál es o debería ser el programa para lucha de las mujeres, queremos abonar a fortalecer la organización de las mujeres.

Es por esto que invitamos a construir un espacio común en la organización Pan y Rosas, donde luchemos por nuestros derechos. Queremos poner en pie una gran corriente de mujeres revolucionarias en nuestro país, que luche contra las opresiones de género, pero también contra el dominio de los capitalistas.
Con las mujeres al frente no hay gobierno que no tiemble.

¡Insistimos! Las mujeres no pedimos, sino exigimos nuestro derecho al pan y también a las rosas.