Los empresarios y el gobierno mantienen un sistema que destruye el medio ambiente y a su paso la salud de los trabajadores y sus familias. La lucha de Quintero-Puchuncaví ya tiene un muerto y miles de personas intoxicadas, mientras Antofagasta se mantiene como la “capital del Cáncer” a nivel mundial.
Domingo 11 de noviembre de 2018
Han pasado cuatro meses de las intoxicación masiva en Quintero - Puchuncaví y el gobierno de Piñera ha sido incapaz de cerrar el conflicto. Hoy Piñera quiere calmar las aguas, buscando reducir la catástrofe ambiental al estrecho marco judicial, pero sin cambiar nada de fondo. Reduciendo todo el conflicto al pago de multas, cuando de lo que hablamos aquí es de la vida de los habitantes de las “zonas de sacrificio”, quienes han vivido en carne propia las consecuencias de la contaminación y la impunidad empresarial.
En ese mismo sentido, el gobierno de Piñera presentó un proyecto de descontaminación para la zona de Quintero y Puchuncaví que, en un plazo de 5 años, espera regular -solamente- la norma de material particulado. Dicho plan tendría una evaluación en 12 años luego de ser aplicado y no considera ni los suelos ni el agua. Con esto, el gobierno no hace más que ganar tiempo para los empresarios, quienes podrían seguir intoxicando y enfermando a los habitantes de la zona, pero ahora, avalado por el gobierno.
Son más de 110 conflictos medioambientales en un Chile donde la salud es precaria y los empleos son escasos, con sueldos que muchas veces no alcanzan siquiera, para cubrir las necesidades básicas.
Con este plan de descontaminación, el -gobierno al servicio de los empresarios- pretende dejar la puerta abierta para que nuevas empresas que puedan insertarse en la zona y seguir contaminando. Actualmente, se encuentran en vigencia 5 proyectos para ampliar el parque industrial en Quintero- Puchuncaví. Es que cuando se trata de sus ganancias, nada importa. Ni siquiera la salud y la vida de las personas.
Pero los gobiernos de la ex Nueva Mayoría no han sido muy distintos a la hora de seguir entregando facilidades para los empresarios. Durante el año 2015, en el gobierno encabezado por Michelle Bachelet, se implementó un plan de descontaminación que tendría resultados en un plazo de 6 años. Este plan fue rechazado por las mujeres de Concón, Quintero y Puchuncaví al comprobar que los plazos para las medidas de restauración eran cada vez más largos y que las consultas ciudadanas que carecían de participación activa e intervención de la población afectada.
Antofagasta - Mejillones : la zona de sacrificio con mayor tasa de cáncer
Si se habla de zonas de sacrificio, Antofagasta y Mejillones están entre las ciudades más contaminadas por metales pesados del mundo. Según el artículo publicado en la revista Peer, realizado por académicos de la Universidad Austral, Universidad de Antofagasta y el Colegio Médico, la contaminación de Antofagasta por metales pesados supera a las ciudades más contaminadas de China y alcanzando el récord mundial respecto a la acomulación de Plomo, Arsénico, Cobre y Zinc. Esta ciudad se ha venido movilizando también en contra de la contaminación.
El grupo Luksic, quien ha sido responsable de decenas de despidos en la región, también es quien personifica la contaminación en la zona. En este escenario, los trabajadores despedidos del ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) han marcado la pauta y han sido un ejemplo de resistencia. No sólo porque están luchando hace más de 120 días por su reincorporación, sino porque a la par, han estado luchando en contra la contaminación, de la cual el grupo Luksic es responsable.
Además de ser los convocantes a la primera marcha ambiental de este año en la ciudad, han denunciado los casos de cáncer, donde Antofagasta se muestra con los mayores índices a nivel mundial según los datos entregados por el Colegio Médico. También los trabajadores han denunciado la negativa de la empresa de tomar las medidas que el Colegio Médico planteó hace 20 años.
La empresa Ferrocarril Antofagasta Bolivia se niega a que los trabajadores puedan hacer públicos los exámenes de metales pesados que ellos mismos les hicieron, negándose, incluso, en algunos casos, a entregar los resultados.
¿Qué alternativa hay ante el problema de la contaminación?
El problema de la contaminación se enmarca en una realidad donde los derechos básicos, tales como la vivienda, la educación y la salud no están garantizados.
La muerte de Alejandro Castro, dirigente social contra la contaminación en Quintero, fue difundida como un supuesto suicidio por parte de los medios empresariales, situación que ha sido desmentida por sus compañeros y familiares- no es al azar. Esto se suma a la lista de trabajadores asesinados en una democracia para ricos, que protege brutalmente los intereses capitalistas a costa de represión y balas. De esta manera queda claro que la solución para la crisis medioambiental no está en la confianza en los empresarios y sus gobiernos.
Por otra parte, el Frente Amplio se ha levantado como la tercera fuerza política a nivel nacional, canalizando las esperanzas en quienes cuestionaron a los gobiernos de la Concertación y de la ex Nueva Mayoría. Sin embargo, durante este año, el Frente Amplio no han demostrado ser una alternativa frente a la crisis medio ambiental, pese a tener la presidencia de la comisión de Medio Ambiente con Catalina Pérez (RD), hasta ahora su centro han sido las iniciativas legales, confiando primero en el parlamento en vez de movilizar una fuerza para enfrentar a los responsables de la contaminación y que permita tomar medidas para acabar con ella.
En su principal declaración, el Frente Amplio, -ante el conflicto de Quintero- han propuesto tres medidas: la adhesión a las normativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un plan de descontaminación para las zonas de sacrificio y la participación ciudadana vinculante.
Estas propuestas, que plantean estándares más exigentes, pueden ser una cortina de humo. Puesto que se trata de un plan de descontaminación para las zonas sacrificadas, que termina en una serie reglamentos y multas, y no impiden que las empresas continúen intoxicando a la población, ya que luego de pagada la multa podrán seguir contaminando. La participación ciudadana seguirá siendo papel mojado mientras ellos sean los dueños de todo.
Es necesario apuntar a la raíz del problema: la producción está en función de las ganancias de un puñado de empresarios y no de las necesidades reales del pueblo trabajador. Inclusive cosas muy mínimas, como invertir en terminar con las termoeléctricas a carbón, que es la actual campaña #ChaoCarbón requiere salir a movilizar, porque los empresarios quieren a toda costa ganar más invirtiendo menos.
Los trabajadores, los estudiantes, la juventud y las mujeres en alianza con los habitantes de las comunas afectadas podemos dar una respuesta.
La unión de nuestras luchas puede hacer frente a los responsables de la contaminación y sus cómplices, impulsar un plan de emergencia discutido por los trabajadores y la comunidad. Para frenar el saqueo debemos luchar por la estatización de las empresas que están intoxicando a los habitantes, donde sean los propios trabajadores quienes pueden controlar la producción y junto con ello, hacerle frente a la destrucción medioambiental. Está será la única forma en que la producción responda a los intereses de las comunidades y no a los intereses de unos pocos, quienes no les importa contaminarnos con tal de mantener sus privilegios y abultadas ganancias.
Las transnacionales, a través del capital extranjero y nacional, buscan depredar el medioambiente junto con la pauperización de la clase trabajadora de la región. La situación internacional en materia ambiental parece ser cada vez más crítica con la pérdida del 60% de animales en los últimos 44 años del agronegocio, la megaminería y la especulación inmobiliaria.
Cada vez, está más lejana la ilusión de que los gobiernos, tanto progresistas como de derecha, den una salida a estas problemáticas. Jair Bolsonaro, por ejemplo, propuso fusionar el ministerio de Agricultura con el de Medio Ambiente con el fin de extraer los recursos naturales del Amazonas y amenazar la riqueza ambiental y social que la rodea.
Ante esto, la discusión sobre cómo enfrentar a la derecha y a quienes saquean nuestras vidas y recursos se vuelve en una necesidad de primer orden. En respuesta, se vuelve cada vez más urgente una alternativa revolucionaria para enfrentar al capitalismo a nivel internacional.
Es por esto que el próximo sábado, 17 de noviembre, desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios, la agrupación de mujeres y diversidad sexual, Pan y Rosas y la agrupación estudiantil Vencer convocamos a un gran encuentro para impulsar las fuerzas de los trabajadores, mujeres y la juventud para derrotar a la barbarie capitalista que hoy destruye todo a su paso.