El pleno del Parlamento, ha vuelto a rechazar este martes investir presidente de la Generalitat al candidato de ERC (Esquerra republicana de Catalunya), Pere Aragonè: una segunda investidura fallida atravesada por las pelea por las cuotas de poder en la nueva institucionalidad catalana.
Martes 30 de marzo de 2021
EFE/Quique García POOL
A pesar de que ERC contaba con los votos favorables de la CUP, -que no solo le facilitarían, sino que también garantizaría la estabilidad parlamentaria y presupuestaria del siguiente gobierno de la Generalitat-, el ejecutivo de JuntsxCat ya había anunciado este lunes que volvería a abstenerse, tal como hizo la semana pasada.
Para el candidato de ERC, en la segunda vuelta de la investidura, a hubiera sido suficiente la obtención de mayoría simple para ser elegido presidente, es decir, contar con más votos a favor que en contra.
No obstante, ha obtenido los mismos que en la primera votación del pasado viernes: 42 votos a favor de ERC y la CUP, 32 abstenciones de Juntos y 61 votos en contra del PSC, Vox, Los Comunes, Cs y el PP.
Tras este segundo fracaso para ser investido, el tiempo empieza a correr para unas negociaciones que prometen alargarse hasta el 26 de mayo, ya que los partidos independentistas cuentan con dos meses desde la primera votación. Si no lograran desencallar las negociaciones, se debería volver a convocar elecciones.
El fondo de la nueva investidura fallada está en la disputa por el reparto de las consellerías de mayor peso como por ejemplo economía, interior o educación en el próximo Gobierno de ERC y JxCat.
A pesar de que estratégicamente no hay grandes diferencias entre los dos partidos de la burguesía catalana en cómo afrontar una nueva legislatura, JuntsxCat no está dispuesto a perder una gran cuota de poder de decisión que mantiene desde los inicios de la democracia, sea bajo las siglas que sean.
La abstención de JuntsxCat, en este sentido, da un margen de dos meses antes de que se tengan que volver a convocar elecciones para negociar un Gobierno, en el que Economía se tendrá que hacer cargo de los fondos europeos de una crisis sin precedentes, o una consejería de Interior muy cuestionada.
