A pesar de los datos oficiales que muestran una mejorar salarial en el sector registrado, las y los trabajadores perdieron en promedio el equivalente 10 salarios en los últimos cuatro años.
Lunes 14 de febrero de 2022 13:13
En los últimos días el gobierno promocionó datos que parecerían alentadores: los salarios del sector público y privado registrado en 2021 tuvieron un aumento promedio del 53,4%. Es lo ubica por encima del la inflación del 50,9%, según datos del Indec.
Pero la realidad no es tan así.
En primer lugar, porque si tomamos la masa salarial promedio, las y los trabajadores perdieron en 2021 un 3,3% en sus bolsillos. Eso es porque el ritmo de los aumentos salariales, aún con las revisiones paritarias, fue mucho más lento que los de la inflación.
En segundo lugar, porque el índice oficial habla de un promedio. Pero además de las diferencias que hay dentro de las y los trabajadores registrados, que significa que millones estén por debajo de la línea de pobreza, hay un sector que perdió aún dentro del "aumento". Las y los informales tuvieron una suba del 40,8% en 2021, o sea que perdieron un 10%.
Por último, si lo medimos a mediano plazo el poder adquisitivo del salario se derrumbó el 19 % para el sector privado registrado desde octubre de 2015 a noviembre de este año, y el 26 % para el sector público. En el caso de los trabajadores informales, la caída es del 29 % desde octubre de 2016.
Pero hay otra forma de percibir ese robo al salario que han hecho los empresarios, a través de la inflación, de los aumentos salariales por debajo de la devaluación y el costo de vida.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), si tomamos los últimos cuatro años los trabajadores registrados en el sector privado perdieron el equivalente a 5,9 salarios y los del sector público a 7,5 salarios. En tanto, los trabajadores informales perdieron hasta 10,6 salarios en este período. Estamos hablando, si tomamos los promedios de ingresos de esos sectores, de sumas que oscilan entre los 300 mil y 500 mil pesos.
Según Nadin Argañaraz, director del IARAF, "la persistente inflación erosionó el poder adquisitivo y, dado que continúa en niveles elevados, lo sigue haciendo. La baja sostenida de la tasa de inflación es uno de los principales desafíos de la sociedad argentina, ya que las pérdidas que ocasiona este fenómeno, ponen en situación de alta vulnerabilidad a muchos sectores de la población".