El presidente de EEUU, Donald Trump, recibió hoy en la Casa Blanca a Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López, y exigió, en un claro injerencismo imperialista que “salga de la cárcel inmediatamente”.
Jueves 16 de febrero de 2017
Este miércoles Donald Trump asestaba otro golpe al gobierno de Maduro siguiendo su política agresiva en un claro intervencionismo e injerencismo imperialista, al exigir que se libere al dirigente de Voluntad Popular, partido integrante de la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) quien se encuentra detenido y condenado a 14 años acusado de haber incitado unas manifestaciones que se saldaron con más de 40 muertos en 2014.
A través de de un mensaje en su cuenta de Twitter, acompañado de una fotografía de él con la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori en el Despacho Oval, afirmaba que: "Venezuela debería permitir que Leopoldo López, un prisionero político y esposo de @Lilian Tintori (a la que conocí junto a @marcorubio), salga de la cárcel inmediatamente".
En la fotografía aparece, además de Trump y Tintori, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el senador republicano Marco Rubio. Tal como se dio a conocer este martes, Tintori viajó a Washington para “plantear en el Senado de EEUU su visión sobre la crisis que atraviesa Venezuela” después de que un grupo de 34 legisladores instara la semana pasada a Trump a sancionar al Gobierno de Maduro. En una rueda de prensa celebrada este martes en el centro de estudios Diálogo Interamericano, Lilian Tintori instó de igual forma a Trump a que "haga algo en acciones y no solo en palabras" con respecto a Venezuela.
Tintori dijo que "si el Gobierno de EEUU es democrático, tiene que pedir que se cumplan la ley y los derechos humanos en Venezuela, y tiene que presionar por la liberación de los prisioneros políticos", y apuntó que de no hacerlo se convierten en "cómplices" de ello. Como sería obvio, Tintori retwitteaba el mensaje de Trump desplegando la fotografía, haciendo ver el fuerte espaldarazo de Trump a la oposición aglutinada en la MUD y más precisamente a Leopoldo Lóplez.
Además, es de considerar que Trump habría hablado el pasado fin de semana de la crisis en Venezuela con los presidentes de Colombia y de Perú, Juan Manuel Santos y Pedro Pablo Kuczynski, respectivamente. Y según se diera a conocer este miércoles por parte de voceros del gobierno argentino, Macri y Trump hablaron por teléfono “sobre la región y de Venezuela en particular”.
Como vemos, tal como hemos venido adelantando desde este estas páginas lo que se venía era una política agresiva contra Venezuela, al contrario de lo que ha venido esperando el gobierno de Maduro, cuando escribíamos que “las esperanzas de Maduro de que Trump vaya a ser favorable hacia Venezuela, y aprovecharse de la relación con Rusia, quedan en el aire. Incluso ya hay analistas que han alertado que Trump puede tener una aproximación más agresiva a la crisis en Venezuela”.
Incluso, donde dábamos cuenta de las declaraciones del ahora secretario de Estado Tex Tillerson con respecto a su política hacia Venezuela durante su audiencia en el Congreso para ser confirmado, al sostener que “Hay que seguir denunciando las prácticas antidemocráticas del gobierno de Maduro, pedir la liberación de los presos políticos, y hacer cumplir las sanciones contra los violadores de derechos humanos y narcotraficantes venezolanos”.
Pero Maduro tomó el rumbo de una política canallesca con respecto a Trump, incluso cuando ya éste venía con una política de altísima agresividad hacia decenas de países que incluyen deportaciones, la construcción del muro con México, la prohibición del ingreso a ciudadanos de países de mayoría musulmana, como Irán y Siria a quienes Maduro considera sus aliados, para citar solo algunas.
Llegando al extremos de sostener que "No me sumo a las campañas de odio contra Donald Trump que hay en el mundo”, declaración de la que no ha retrocedido, incluso la ha mantenido mientras el repudio a Trump crece dentro de Estados Unidos como en otros países, pensando que con ello no estaría “en la mira” del nuevo mandatario estadounidense.
Más aún, desde que dio inicio más abiertamente la política más agresiva hacia Venezuela por parte de Trump, Maduro continuaba culpando solamente a Obama y no a Trump por sanción al vice Tarek El Aissami. Como mucho, Maduro afirmó este miércoles que a Trump lo están "empujando" hacia una política de "confrontación" y le pide que "abra los ojos", insistiendo que "que a nadie le quede duda" de que no "quiere pelear con el señor Donald Trump". La política canallesca de Maduro con respecto a Trump se le desmoronó muy rápidamente como un castillo de naipes.
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