Como era de esperarse, el líder de Podemos le dice “no” a Rajoy, pero sigue coqueteando con el PSOE para hacerle pagar el costo político de una posible abstención y no quedar fuera de los debates de investidura.
Diego Lotito @diegolotito
Martes 12 de julio de 2016
Foto: EFE/Kiko Huesca
Es evidente que entre Unidos Podemos y el PP no hay ninguna posibilidad de acuerdo para la investidura de Rajoy. Aun así, Pablo Iglesias se sentó con Rajoy en la tarde del martes para reafirmar su negativa al presidente en funciones. La cita fue un trámite, pero no así las declaraciones posteriores de Iglesias, en las que volvió a la carga con su emplazamiento a Pedro Sánchez para que tome la iniciativa e intente formar un Gobierno progresista. Para Iglesias hay alternativa al PP si los socialistas miran “a su izquierda”.
La táctica del líder morado es puro discurso, pero tiene el objetivo de aumentar el costo político que supondría para el PSOE una posible abstención para que Rajoy siga en la Moncloa, como le exige no sólo el PP, sino algunos pesos pesados de su propio partido.
Por ello Iglesias se encargó de profetizar que, si el PSOE se abstiene para que siga gobernando Rajoy, será "un socio más o menos intenso" del PP y que Unidos Podemos asumirá el papel de "leal" oposición.
"Sánchez debe elegir entre Rajoy, una alternativa de izquierda o terceras elecciones", advirtió Iglesias. "En política no es posible una cosa y su contraria. El PSOE tiene que elegir", enfatizó el líder de Podemos.
Para Iglesias, Sánchez debería mirar "más a su izquierda que a su derecha", advirtiendo que si Rajoy sigue en la Moncloa gracias a todos o una parte de los votos socialistas, será “muy difícil explicar que es oposición al mismo tiempo que facilita la investidura” del candidato del PP.
El PP, por su parte, emitió un comunicado al término de la reunión de Rajoy con Iglesias explicando que el presidente en funciones reiteró a Iglesias "la imperiosa necesidad de evitar que se vuelvan a repetir las elecciones, la urgencia de contar con un gobierno que apruebe en agosto el techo de gasto para las administraciones e inicie los trabajos para la elaboración de los presupuestos y la conveniencia de tener un horizonte de estabilidad capaz de generar confianza dentro y fuera de España".
El comunicado concluye asegurando que pese a "las profundas diferencias ideológicas” que separan al presidente en funciones del líder de Podemos, agradece la "disposición al diálogo" del líder de Unidos Podemos "en beneficio de todos los españoles".
"Si el señor Rajoy se hiciera de Podemos, a lo mejor nos plantearíamos nuestra relación, pero creo que eso no es posible", bromeó Iglesias en la Cadena SER después de la reunión.
La verdadera noticia de la reunión del líder de Podemos con Rajoy fue, en definitiva, su “nueva” oferta a Sánchez para explorar un gobierno alternativo que nadie ve posible. Y esto es así, tanto por el nivel de enfrentamiento que hubo entre ambas formaciones durante las negociaciones post 20D –aunque Iglesias se encargó con creces de suavizar su discurso y ganarse el beneplácito de los social liberales-, como porque un acuerdo requeriría necesariamente el respaldo de fuerzas nacionalistas catalanas y vascas, algo por demás improbable que acepte el PSOE, un fiel defensor de la sacrosanta “unidad de España”.
La oferta de Iglesias a Sánchez, no obstante, refleja no sólo el intento de hacer más costosa cualquier decisión del PSOE, ubicando así a Podemos como la “verdadera oposición” a Rajoy, sino también de seguir en el centro de los debates políticos y no quedar marginado en la nueva fase de negociaciones, en las que obviamente Unidos Podemos juega ya un papel secundario en comparación con el que tuvo después del 20D.
Con la disposición a la abstención por parte de Ciudadanos, como ratificó Rivera en su reunión con Rajoy este mismo martes, no está descartado que el PP pueda encontrar alguna “solución” para ser investido sin el concurso de todo el PSOE. Pero, sea como sea, el gobierno que surja sufrirá de una extrema debilidad.
Como decíamos en otro artículo de ID, una nueva expresión de “las dificultades de este Régimen para ricos para formar un gobierno ‘estable’ que siga cumpliendo las obligaciones de la Troika y seguir garantizando los beneficios empresariales a costo de los trabajadores y trabajadoras”.
En este escenario, es de esperarse que en los próximos meses se expresen nuevas crisis “por arriba”, que pueden dar lugar a un resurgimiento de la “crisis por abajo”.
Diego Lotito
Nació en la provincia del Neuquén, Argentina, en 1978. Es periodista y editor de la sección política en Izquierda Diario. Coautor de Cien años de historia obrera en Argentina (1870-1969). Actualmente reside en Madrid y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.