Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se encontraron por tercera vez desde las elecciones este lunes, pero las negociaciones siguen frías para el partido morado.
Miércoles 19 de junio de 2019 00:00
“Gobierno de coalición”, “gobierno de cooperación”, a Podemos le da igual cómo se llame, pero insisten en que quieren ser parte de mismo. El PSOE, en cambio, busca fórmulas para seguir afirmando que gobernarán en solitario, aunque mantengan a Podemos como su “socio preferente” durante la legislatura.
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"Hay una amplia mayoría en España que está deseando vernos gobernar juntos, combinando la experiencia del Partido Socialista con la frescura y la valentía de Unidas Podemos. No podemos decepcionar a toda esa gente y creo que Pedro Sánchez no les va a decepcionar" afirmaba Pablo Iglesias en una entrevista. Y señalaba que ya se han puesto de acuerdo para gobernar con el PSOE en varios Ayuntamientos y en la Comunidad Valenciana, por lo que considera que también lo van a conseguir en el Estado.
📺 "Hay una amplia mayoría que está deseando vernos gobernar juntos, combinando la experiencia del PSOE con la frescura y la valentía de Unidas Podemos. No podemos decepcionar a toda esa gente y creo que Pedro Sáchez no les va a decepcionar". @Pablo_Iglesias_ #PactosARV pic.twitter.com/srYNTxIKyF
— PODEMOS (@ahorapodemos) 17 de junio de 2019
Por su parte, la portavoz de Podemos, Noelia Vera, ha informado que el partido pondrá eje para las negociaciones en la exigencia de la derogación de las reformas laborales y la recuperación de derechos en este ámbito. Garantizar el cumplimiento de convenios colectivos, que los trabajadores de las subcontratas ganen lo mismo que los fijos y que el tiempo de trabajo sea compatible con el resto de la vida, reduciendo las jornadas laborales a 34 horas y limitando las horas extras. A esto le agregaba la necesidad de luchar contra la precariedad y la extensión de los contratos temporales. Así lo planteaba en una rueda de prensa, señalando que esas serán sus “líneas rojas”.
Sin embargo, el PSOE se encuentra muy lejos de comprometerse con este programa. Hace unos días, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, señalaba que no veía “productivo” derogar la ley de reforma laboral y apostaba en cambio por un nuevo Estatuto de Trabajadores “del siglo XXI”.
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"El presidente ha sido muy claro, es poco productivo estar constantemente discutiendo sobre deshacer reformas, revertir o reformar las reformas en ámbitos que lo que requieren es una visión de cara al futuro. Si hablamos del mercado laboral hay que empezar a trabajar en el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI", aseguraba.
La ministra había asegurado meses atrás a los empresarios del IBEX 35 que el gobierno socialista no tomaría medidas que pongan en riesgo el crecimiento “aunque parezcan ideológicamente correctas”.
Por algo las principales empresas del IBEX, así como las autoridades de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), se han pronunciado por retener a Calviño como ministra de hacienda, ante los rumores de que podría ocupar un importante puesto en las instituciones europeas. Según varios medios, los empresarios se preparan para una posible caída del comercio mundial, ante las crecientes tensiones de Estados Unidos con China y con Irán, y prefieren tener cerca a la ministra, buena amiga de los empresarios.
A diferencia de lo que sostiene Iglesias, el gobierno de Sánchez se preparara para no decepcionar a esos sectores, los grandes empresarios y las autoridades europeas, lo que es completamente incompatible con recuperar los derechos arrebatados a los trabajadores en los años de la crisis. Por eso, las promesas de Podemos y sus ruegos de un gobierno de coalición para aportarle “frescura” y “valentía” al PSOE, solo pueden caer en saco roto.
Si en algo tiene experiencia el PSOE es en hacer campaña electoral con la mano izquierda, para después gobernar con la derecha