El Ministerio del Interior aprobó los sumarios dictados por la Contraloría por el rol que desempeñaron Altos Mandos de Carabineros en medio de la rebelión popular.
Domingo 3 de octubre de 2021
El 18 de octubre del 2019, Chile despertó, abriendo todo un cuestionamiento que no se quedó en los 30 pesos del alza del metro, sino que pasó a cuestionar los 30 años del asentamiento del neoliberalismo por parte de los partidos tradicionales que conforman la derecha y la ex Concertación.
El reclamo era completamente legítimo, acabar con la constitución impuesta en dictadura, que fue la base para la privatización de los derechos sociales como la educación, la salud y la vivienda, además del saqueo de los recursos naturales. Una constitución hecha por y para los dueños del país.
El gobierno de Sebastián Piñera dio la orden: “Estamos en guerra” y fue así como la respuesta para contener el aludido proceso de lucha de clases, se dio a través de una brutal represión. Buscaban mantener el orden, pero ¿cuál orden? Nada más y nada menos que el orden para mantener la explotación y la opresión de millones en el país. Su orden. A este llamado los generales de Carabineros respondieron al unísono, sin importar la violacion de protocolos que esta semana la Contraloría ratificó. Las violaciones a los derechos humanos se tradujeron en torturas, mutilaciones y asesinatos por parte de la institución de Carabineros, pero también por parte de los militares, que hicieron suyas las calles cuando Piñera impuso el Estado de excepción más largo de la historia de Chile, el cual finalizó hace 3 días.
Cambió el Alto Mando, se mantiene la impunidad
Algunos de los generales que dejarán el Alto Mando para el 2022 son: Enrique Bassaletti y Mauricio Rodríguez. Dejarán sus cargos en completa impunidad. Ninguno de ellos se irá tras las rejas, todo lo contrario, gozarán de todos los beneficios que les entrega la institución por cumplir sus funciones.
Uno de los objetivos de este cambio, es poder dialogar con las voces que plantean reformar la institución. Pero reprimir es precisamente el motivo con el cual fueron creados, es decir, mantener “el orden” y el cuidado de la propiedad privada de los grandes empresarios, junto con ello su constitución. Si de verdad hubiese algún ánimo de cambio, se entregarían a la justicia contando todos sus delitos cometidos, pero esperar esto sería una mera ilusión. Al contrario, es a vista gorda que entre ellos se cubren las espaldas, incluso creando montajes, algo bastante común en dicha institución corrupta y criminal.
Pese a esta ilusión, el reformar a carabineros de Chile tiene un arco que va desde Sebastian Sichel de la derecha, hasta sectores de la izquierda como Eduardo Artés, manteniendo las diferencias, pero sin cambiar el contenido de fondo.
Solo organizaciones como el Partido de Trabajadores Revolucionarios han tenido una postura clara en plantear la disolución de las fuerzas represivas, levantando campañas como “ningún peso para los pacos”, al mismo tiempo de la necesidad de fortalecer los organismos de autoorganización, como lo fue el comité de emergencia y resguardo en Antofagasta, que si cumplio la tarea de mantener la seguridad para todas y todos quienes se movilizaban.
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