Al menos 16 personas murieron, 40 resultaron heridas y unas 60 quedaron bajo los escombros al derrumbarse el miércoles una fábrica en Lahore (este de Pakistán) en la que se llevaban a cabo trabajos de construcción y que había resultado dañada por el terremoto de la semana pasada.
Jueves 5 de noviembre de 2015
Fotografía: EFE
El edificio que se derrumbó en horas de la tarde "estaba en construcción y fue ligeramente dañado en el reciente terremoto", dijo a Efe un portavoz del Servicio de Rescate de Lahore, Jam Sajjad.
Al momento del derrumbe la fábrica de bolsas de polietileno que ocupaba el edificio se encontraba en funcionamiento, por lo que a la noche aún se desconocía la cantidad real de trabajadores muertos ya que muchos de ellos estaban bajo los escombros. “Hemos recatado ya a 40 trabajadores heridos", algunos en situación crítica, añadió la fuente.
Según el portavoz del Servicio de Rescate "los trabajos continúan después de seis horas del derrumbe. Todavía hay unos empleados 60 entre los escombros".
El mismo miércoles se conoció que la fábrica, que se encuentra a unos 30 kilómetros de la ciudad, había sido declarada peligrosa luego del terremoto que la semana pasada sacudió a Afganistán y Pakistán. Sin embargo los trabajadores se vieron obligados a mantenerse en el interior del edificio mientras se realizaban trabajos de reconstrucción en la estructura del mismo.
El terremoto del pasado 26 de octubre de 7,5 grados con epicentro en Afganistán provocó en Pakistán al menos 275 muertos y 1.802 heridos mientras decenas de miles de edificios, principalmente viviendas, quedaron destruidos o dañados.
A pesar de tener estos datos en la mano ni las autoridades ni los empresarios tomaron medidas de seguridad para evitar el derrumbe del edificio. Por el contrario fueron los propios trabajos de reconstrucción que emprendieron en condiciones completamente precarias e inseguras los que terminaron convirtiendo a la fábrica en la tumba de decenas de trabajadores. Esta situación de negligencia de las autoridades y complicidad con los empresarios se repite a lo largo de todo el país por lo que no sería sorprendente que ocurran nuevos derrumbes.
Ya en 2012 murieron 21 trabajadores por el derrumbe de una fábrica en Lahore, mientras que en 2014 fallecieron once empleados de un taller de joyería al derrumbarse el edificio en que se encontraba en Hyderabad, en el sur de Pakistán.
En 2012 murieron 260 empleados durante el incendio de una fábrica en la ciudad sureña de Karachi.