Escalada. Cuatro palestinos muertos y 44 heridos en la jornada de mayor represión del Ejército de Israel

Este miércoles se dio la jornada de mayor ofensiva represiva por parte de Israel en la Cisjordania ocupada.

Este miércoles el ejército del Estado de Israel asesinó a cuatro palestinos y dejó un tendal de heridos, en el marco de una operación de arrestos de las fuerzas de seguridad israelíes en la Cisjordania ocupada.

Estos asesinatos fueron confirmados por el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que identificó a los muertos como Mohammad Mahmoud Alouneh, Ahmad Nathmi Alawneh, Mohammad Abu Naaseh y Abed Fathi Hazem.

La muerte de Hazem fue además confirmada por un portavoz del Ejército israelí, que lo identificó como hermano de Raad Hazem, acusado por Israel de ser responsable de un ataque en la ciudad israelí de Tel Aviv en abril.

La agencia oficial de noticias palestina, WAFA, detalló que Hazem y Alouneh murieron durante el sitio de las fuerzas israelíes en una casa en Yenín en la que se encontraban, mientras que Alawaneh falleció por el impacto de una bala en la cabeza mientras jóvenes palestinos resistían el ataque de soldados israelíes en las calles aledañas. Wafa informó además que otros 44 palestinos resultaron heridos durante la operación israelí, varios de los cuales se encuentran en estado crítico.

Los hechos de este miércoles se producen en el marco de fuertes incursiones del ejército sionista en el norte de Cisjordania, organizando redadas en busca de presuntos militantes de la Yihad Islámica o del Hamás a quienes luego arrestan o como viene sucediendo ya varios meses atrás, comienza una fuerte represión que termina con palestinos asesinados.

Detrás de la operación mediática que busca reducir la situación a un enfrentamiento entre el Ejército sionista y milicianos locales, lo cierto es que la protesta en rechazo a los arrestos va más allá de los diferentes grupos organizados. Como explica un corresponsal de La Izquierda Diario en Cisjordania, "expresa un hartazgo más profundo y generalizado contra la Autoridad Palestina que recorre todo el territorio. (...) La Autoridad Palestina es vista no solo como colaboradora con el Estado sionista sino que también con entidad corrupta que se enriquece y vive con privilegios gracias a las concesiones hacia Israel".

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Israel reconoce esta situación al considerar que las fuerzas de seguridad de la ANP están perdiendo el control, aunque lo atribuye a la acción de grupos armados palestinos locales, marcando el tono a los grandes medios internacionales.

En este marco, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) busca reubicarse. Un vocero de Mahmud Abbas, presidente de la ANP, describió la operación israelí como una "grave escalada", que no hace más que contribuir a la ya creciente inestabilidad en la zona y dañar la situación de seguridad.

Por su parte, el primer ministro de la ANP, Mohamed Shtayeh, denunció que el derramamiento de sangre palestina es utilizado por Israel en el marco de la campaña electoral de cara a los comicios del próximo 1 de noviembre.

Además, el diario Haaretz informó que Al Fatah -partido de Abbas- convocó a un "día de ira" y una huelga general en Cisjordania.

Con la otra mano, Mahmud Abbas dialogó con su homólogo israelí, Isaac Herzog, y acordaron trabajar juntos para "reestablecer la tranquilidad y la seguridad" en la región, tras un repunte de tensión en las últimas semanas.

Durante la última semana han crecido los enfrentamientos entre jóvenes palestinos y las fuerzas de seguridad de la ANP, tras el arresto de Musab Ashtaya y Mohammed Tabila, dos miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) por parte de la ANP. Ashtaya se encuentra entre los más buscados por el Estado de Israel. Debido a la larga historia de colaboración de la ANP con Israel, se teme que no solo haya sido a pedido de Israel sino que hasta incluso sea entregado al Gobierno sionista.

Estas redadas y la represión a la resistencia popular palestina han dejado ya casi un centenar de palestinos muertos y más de 2.000 arrestos. A comienzos de este mes el Ejército sionista reconoció haber asesinado a la periodista palestino-estadounidense de la cadena catarí Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, hecho agravado por la represión en su funeral.

La bronca se sigue acumulando por la escalada de Israel en la represión, persecución y desalojo de la población de origen árabe de sus casas en Jerusalén Este y de sus tierras en la Cisjordania ocupada y cada vez más invadida. A esto se suma el bloqueo por tierra, aire y mar sobre la Franja de Gaza que ha convertido a ese fragmento de tierra en un lugar imposible para vivir y que muchos definen como la mayor cárcel a cielo abierto del mundo. Todas estas provocaciones de parte de Israel se incrementaron particularmente en los últimos meses.