El desarrollo de la crisis a nivel nacional está teniendo un fuerte impacto en la provincia y en algunas localidades como Palpalá, con la paralización de la obra pública, intentos de despidos y falta de pago de salarios. El concejo deliberante entre la iglesia, las patronales, las mujeres y los trabajadores.
Juan Rovere @juanroverepts
Viernes 17 de agosto de 2018 00:01
El anuncio del ministro Dujovne de la anulación del “fondo soja” que estaba destinado a los municipios para la obra pública cayó como un balde de agua fría en cada rincón de Jujuy. Es que desde el anuncio del acuerdo con el FMI en el lejano mes de junio, la caída en la economía de la provincia más norteña del país parece no tener fin. A los recortes anunciados se suma ahora un fondo que, si bien no revertía la tendencia, al menos podía mitigar la caída.
Ni Belgrano ni Mitre
Como parte de la campaña electoral de Mauricio Macri y Gerardo Morales, se anunciaron mil y una obras que "beneficiarían" especialmente al norte argentino como parte de una “reparación histórica”. Sin embargo, la "lluvia de inversiones" se fue postergando y luego de cinco semestres sólo pueden mostrar el (temporal) encauzamiento de un río, con una vereda para peatones y algunos juegos para niños. Las obras más importantes, como las autovías en el Ramal, la Ruta 1 o el parque solar Cauchari parecen hoy una quimera.
El presidente Macri visitará en el día de hoy Jujuy y como símbolo de la nueva situación política, se combinará la llegada de las fuerzas armadas para intervenir en seguridad interior con el quite de fondos para concretar la reconstrucción de la vía férrea que iba a unir nuestra ciudad capital con La Quiaca. Ni el unitario y ex presidente Mitre, quien como senador apoyo la construcción original de ese tramo, se animó a tanto.
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La situación laboral crítica
Que la presentación del plan de intervención de las fuerzas armadas en la “seguridad” sea presentada en Jujuy es una nueva (¿nueva?) muestra del intento de transformar nuestra provincia en un laboratorio de los planes de Macri-Morales. El Gerardo, como a algunos periodistas gustan llamar, tiene el triste récord de digitar una Corte de Justicia con mayoría propia en 24 horas, mantener presos políticos como Milagro Sala contra los fallos de la Comisión Interamericana de DDHH, reprimir (y encarcelar) a trabajadores como del Ingenio La Esperanza, desconocer a los sindicatos y dar aumentos por decreto (y en negro), cerrar escuelas (y carreras terciarias) y detener estudiantes y a una concejal del Frente de Izquierda.
Decimos laboratorio porque cada derecho democrático elemental violado en la provincia tuvo como objeto disciplinar a las y los trabajadores a los que se busca precarizar aún más y, de resultar exitoso, aplicarlo a nivel nacional. El freno en la obra pública profundizará la ya crítica situación de hacinamiento de las familias trabajadoras, los despidos en el Ingenio La Esperanza empiezan a mostrar que tenían como objeto su recontratación en peores condiciones y el ataque a la educación busca seguir desarrollando mano de obra barata que pueda ser explotada en los campos de tabaco o en el trabajo doméstico para el 2% de la población que es “dueña de Jujuy”.
Palpalá, como muestra basta un botón
La que supiera ser ciudad símbolo de la siderurgia nacional, parece encontrarse nuevamente frente a una crisis de gran magnitud. Hay hoy, al menos cuatro conflictos “testigo” de una problemática extendida en la provincia, que muestra cómo los principales empresarios encuentran en funcionarios y políticos del PJ y la UCR sus principales aliados para que sean los trabajadores los que terminen pagando la crisis.
El reclamo de los trabajadores de IRMI es una muestra cabal de la parálisis de la obra pública. Según la propia UOCRA, el 66% de los obreros de la construcción se encuentra hoy sin trabajo. Esto es antes del anuncio del fin del “fondo soja”.
El reclamo de los trabajadores municipales “del corralón”, que realizan la recolección de residuos grafican también la realidad de gran parte de los 84.000 trabajadores estatales de Jujuy. Una paritaria que no alcanzará a cubrir la mitad de la inflación anual, trabajadores que son contratados o jornalizados y por lo tanto temen volver a la desocupación y que deben tener otro trabajo para mejorar los magros ingresos.
En la mítica Aceros Zapla los trabajadores denuncian el retraso en el pago de salarios, que se suma cierre de secciones y al abono en negro de casi el 60% del salario durante 14 meses. El sindicato, a pesar de todas las pérdidas de conquistas aún no llamo a ninguna asamblea. Como gran parte de la dirigencia sindical se intenta justificar la pérdida de derechos en que no se pierdan puestos de trabajo.
Esta no es la excepción en la provincia ni en el departamento palpaleño, y el reclamo a la vera de la Ruta 1 de los trabajadores de Exincor es prueba de ello. Los poco más de cincuenta operarios llevan meses sin cobrar y ante el reclamo de algo tan elemental como el salario el Ministerio de Trabajo respondió con una conciliación obligatoria, dónde los trabajadores están obligados a trabajar, pero la patronal no tiene la correspondiente obligación de abonar.
Por si esto fuera poco, el gobierno evalúa premiar a estos empresarios con un préstamo y gestionar subsidios nacionales para que puedan realizar el pago de salarios, sin siquiera solicitar los últimos balances contables, de Exincor y de las otras 3 firmas que el principal accionista controla. A los trabajadores suspensiones, conciliaciones obligatorias o represiones; al puñado de empresarios dueños de Jujuy millones y millones en subsidios a sus ganancias.
Por último hay que destacar al concejo deliberante de dicha ciudad. Los 7 concejales que responden a las diferentes vertientes del radicalismo y el peronismo votaron nuevamente en forma unánime contra el proyecto de pronunciamiento de preocupación por estos conflictos que presentamos desde la banca del Frente de Izquierda. Pero este bloque de 7, además y en la misma jornada, no dudaron en vestirse con la sotana y a pedido de la cúpula eclesiástica declararon a Palpalá ciudad “pro vida” o, mejor dicho, “pro aborto clandestino”.
Bancas abiertas a los trabajadores, las mujeres y la juventud
Frente a esta crítica situación, desde la banca del PTS- Frente de Izquierda en Palpalá, al igual que en los concejos de Libertador y en la capital, o en la Legislatura, estamos implementando algo inédito en la política local. Abrir las bancas como canal de expresión de todas las problemáticas de los trabajadores, las mujeres y los jóvenes. En el caso de los trabajadores de Exincor, desde todas las bancas que conquistamos en la provincia, hemos realizado un aporte de $30.000 al fondo de lucha como forma de fortalecer su justo reclamo.
La marcha de la comunidad educativa universitaria, dónde a los docentes y estudiantes se le sumaron los trabajadores de Exincor, mostró en germen, el potencial que puede tener la confluencia de los estudiantes, las mujeres que vienen conquistando las calles, los docentes (y estatales) y los trabajadores. Si hoy esto aún no es así, es a causa de las direcciones sindicales que responden al PJ o a la UCR. Por eso desde el PTS en el Frente de Izquierda apoyamos decididamente cada reclamo pero en la perspectiva de construir esa fuerza, un partido de trabajadores sin patrones, y sindicatos sin burócratas, es a lo que apostamos para que la crisis no la paguemos los trabajadores.