Edenor representa el 20 % de la demanda total de electricidad en el país y es la mayor distribuidora de Sudamérica. Antes de sellar el acuerdo Edenor recibió $ 3 143 millones por parte del Estado.
Lunes 28 de diciembre de 2020 19:06
Foto: El Destape Web
El holding de Marcelo Mindlin que acapara la mayor parte del mercado de la energía en Argentina, cerró la venta del paquete accionario mayoritario con el grupo empresario de Vila-Manzano que además de la energía, tiene entre sus negocios los medios de comunicación.
Desde mediados de Diciembre venían creciendo los rumores acerca de un posible acuerdo para la venta de Edenor entre ambos grupos empresariales. Este lunes desde Pampa Energía anunciaron el cierre de la operación, del cual se conocerían sus detalles al cierre de la jornada bursátil.
La compra de la distribuidora de energía que cuenta con 3,2 millones de clientes supone que los nuevos dueños del 56% de las acciones de Edenor asumirán una deuda de US$ 98 millones que ya tenía la empresa. Actualmente Edenor tiene un valor de mercado de US$ 159 millones. Para cerrar la operación aún resta la aprobación del Ente Nacional Regulador de Energía (ENRE). Al cierre de las operaciones bursátiles del día, Pampa Energía lo comunicará de forma oficial y se hará público el monto en el que se cerró la venta.
Leé también ¿Ajuste gradual o tarifazo salvaje?: cruces en el Gobierno por el aumento de tarifas
Leé también ¿Ajuste gradual o tarifazo salvaje?: cruces en el Gobierno por el aumento de tarifas
Según voces desde el grupo empresario, Pampa Energía decidió salir del segmento de distribución de energía para focalizarse en sus negocios alrededor de la producción de gas no convencional en Vaca Muerta y el fin del ciclo de la operación en la central térmica Ensenada Barragán donde opera junto YPF. En ambos proyectos el holding invirtió US$ 450 millones. Y según afirmaron sus directivos, lo recaudado con la venta de Edenor irá a esos dos proyectos empresarios.
Desde Pampa Energía sostuvieron que el desprendimiento de Edenor no tiene relación con el congelamiento de tarifas ni la política del gobierno. Vale recordar que Mindlin, el mayor accionista del holding, fue uno de los empresarios que más creció durante el gobierno de Mauricio Macri y que no dejó de amasar fortunas con el recambio de gobierno. En junio de este año el presidente Alberto Fernández lo felicitaba por la inauguración de la Central Termoeléctrica Genelba de Marcos Paz. Saludos que se contraponen con las declaraciones sobre el empresario que hacía antes antes de asumir la presidencia, cuando denunciaba a Mindlin por los jugosos negocios que hizo con su socio Macri en el poder.
Leé también ¿A dónde va la economía argentina después del año de la peste?
Leé también ¿A dónde va la economía argentina después del año de la peste?
¿Quién es Marcelo Mindlin, el dueño de Pampa Energía?
Mindlin empezó a expandir sus negocios luego de la crisis de 2001-2002 al lanzarse a la compra de varias empresas de la electricidad. Además de la ahora vendida distribuidora Edenor que adquirió en 2005, es propietario de Transener desde 2004, la mayor transportadora de energía del país. Dirige empresas que abarcan las distintas áreas del entramado de la energía: generación, transporte y distribución. Dentro de la distribución es dueño también de Emdersa que controla La Rioja, Salta y San Luis, y en el área de transporte cuenta también con Transportadora Gas del Sur, Petrolera Pampa y Loma la Lata.
Mindlin fue el gran ganador de los tarifazos de hasta 4 000 % aplicados durante el gobierno macrista y que no fueron anulados por la administración del Frente de Todos, a pesar de que cuando su lugar era el de la oposición, desde la bancada en Diputados de ese espacio político se presentó un proyecto para anular esos aumento siderales que golpearon fuertemente los bolsillos de las mayorías. En los últimos años Pampa Energía y Edenor facturaron US$ 3,2 millones por día, según cálculos hechos por economistas de La Izquierda Diario. Otro “logro” de Mindlin es figurar entre los principales fugadores de capitales y contar con una fortuna de US$ 1 600 millones repartidos entre sus empresas.
¿Quienes son los compradores, Vila, Manzano y Filiberti?
Por el lado de los compradores, el trío Vila-Manzano-Filiberti. Los dos primeros son conocidos empresarios ligados a los medios de comunicación y que en los últimos años se extendieron a generar ganancias alrededor del mercado de la energía. Manzano, el más conocido de los tres empezó su carrera como político del Partido Justicialista. Asumió como diputado en 1983 hasta 1989, y durante el posterior gobierno de Carlos Menem, además de diputado nacional fue ocupó el cargo de ministro del Interior. Finalmente a mediados de los ’90 dejó su carrera política para ir al grano y concentrarse en los negocios junto a Daniel Vila. Con él conformaron el grupo Uno, un holding de medios mendocino. Con éste, Vila se convirtió en uno de los principales empresarios de medios del país, de la mano de la empresa de cable Supercanal.
Hoy los dos empresarios son los dueños del grupo America (América TV y América 24), de varios medios de Mendoza, de San Juan y varias radios provinciales. En Buenos Aires cuentan con las radios Blue y La Red. En 2007 fundaron Andes Energía, una empresa petrolera y Edemsa, una distribuidora eléctrica en Mendoza. Para sumar, también están metidos en la industria del vino.
Filiberti, el menos conocido entre los tres, es el mayor productor de cloro de Argentina a través de la empresa Transcolor, uno de los negocios que se vio fuertemente favorecido durante la pandemia. Su principal cliente es nada menos que AySa, la proveedora de servicio de agua y cloacas en el AMBA.
El pase de manos de un gigante de la distribución de energía como Edenor entre distintos grupos empresarios se da en un marco donde desde el gobierno se prorrogó el congelamiento de luz y gas hasta marzo y se discute el nivel de subas que autorizará a las empresas que una vez más volverá a golpear en los bolsillos de las mayorías. Lo que se encuentra en discusión al interior del gobierno no es buscar la forma de que los precios de las tarifas impacten menos en los ingresos de las mayorías trabajadoras afectando en alguna medida las siderales ganancias empresarias, sino cual será el mayor nivel de suba tolerable (para reducir el déficit y contentar a los empresarios) para el bolsillo popular, que ya viene duramente castigado por la recesión, la desocupación y los bajos salarios.