La fábrica Panpack S.A de Tucumán intima a sus trabajadores que pertencen a la población de riesgo a asistir a trabajar. Pese a la existencia de un DNU, se efectúan descuentos del 30% del salario.
Sábado 4 de julio de 2020 16:43
Néstor Miranda, un trabajador de 61 años, con más de cuatro décadas dentro de la empresa Panpack S.A , se comunicó con la redacción de este diario para denunciar el incumplimiento del DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) por parte de esta empresa que obliga a los trabajadores a asistir a prestar servicios a pesar de ser mayores de 60 años y con patologías de base, características por las cuales se consideran población de riesgo.
Panpack S.A es una compañía de fábricas distribuídas por el país, producen tejidos, bolsas, hilos y cintas de rafia de polipropileno. En Tucumán la fábrica se encuentra en la localidad de Los Nogales, sobre ruta nacional N° 9, km 1304. En la actualidad cuenta con 124 empleados de planta permanente y otro número significativo de trabajadores que se encuentran bajo contratos precarios.
El día 20 de mayo, desde la empresa le enviaron a Néstor un mensaje de texto a su celular en el que le pedían que se presente a trabajar en lo inmediato. El mismo día, le llegó a su domicilio una carta documento firmada por el gerente Alejandro Niklison y el representante de Recursos Humanos (RR.HH) Antonio Bejar, en la que lo intimaban a presentarse a trabajar en un plazo de 24 h, bajo la amenaza de la suspensión del pago de sus haberes junto con otras sanciones. Ese mismo día se presentó, por temor, pero al día siguiente, junto con sus compañeros, hablaron con el delegado del gremio y decidieron no seguir asistiendo. Informó a la empresa mediante un telegrama que no seguiría presentándose a trabajar conforme lo dispuesto por el DNU.
La situación de Nestor, es también la de 43 de sus compañeros que se encuentran entre la población de riesgo. Mayores de 60 años, o hay quienes padecen otras enfermedades.
De estos 43 empleados, 39 se negaron. Ante esto, la empresa les aplicó un descuento del 30% de sus haberes quincenales. A la vez trascendió que se les pagará el aguinaldo en tres partes a quienes no están yendo a trabajar.
Ante esto, el pasado viernes 3 de julio, los trabajadores se reunieron en la fábrica junto con los tres delegados internos, pero no obtuvieron ninguna respuesta en relación al aguinaldo ni a los descuentos del 30% sobre los sueldos de los trabajadores que no están asistiendo por ser población de riesgo. Se le comunicó a la patronal en esta reunión que si no reciben respuestas hasta el día lunes a las 10 am llevarán a cabo un paro como medida de fuerza. El gremio UOYEP (Unión de Obreros y Empleados Plásticos) está al tanto de esta situación por medio de los delegados.
Así también, se planteó en esta reunión la situación de los contratados, a quienes les imponen hacer horas extra los fines de semana y no son remuneradas como tales.
Cabe destacar que Panpack S.A no vio afectada su actividad durante la cuarentena. Siguió en funcionamiento, y además, al decir de Nestor, incrementó su productividad. “Todos los días, salen 4 camiones con productos de las instalaciones de la fábrica.” Además, la empresa recibió subsidios para pagar salarios a través del programa de ATP. Para los grandes empresarios no hay ajuste.
¡Las vidas obreras valen!
Néstor relata que en reiteradas oportunidades presentó sus exámenes clínicos al médico auditor de la fábrica, Dr. Burgos. En estos estudios consta que padece de graves problemas respiratorios, apnea nocturna, asma e hipertensión. Sin embargo, para la patronal, esto no fue prueba suficiente para considerarlo persona de riesgo. Le manifestaron que el cumplía un rol esencial en la fábrica y que debía volver a trabajar.
“Es muy injusto y duele darse cuenta que para los dueños los trabajadores somos descartables, no les importa nuestra salud. Cuando éramos jóvenes, poníamos el lomo, hacíamos horas extras y sacamos adelante esta empresa. Y ahora nos pagan así, nuestra salud no importa.”
“Trabajo desde los 19 años en Panpack, hace 41 años, toda una vida. En el año 2.000 hubo una crisis económica y nos despidieron a casi todos, en ese momento éramos aproximadamente 270 trabajadores. Ese mismo año nos reincorporaron bajo la condición de que se nos descuente todos los meses el 20% de nuestro salario, para salir de la crisis. Ellos siempre dicen que están en crisis. Aceptamos y seguimos trabajando. En el 2.001 ya nos descontaban solo el 10% del sueldo. Así, con nuestro apoyo y trabajo la hicimos grande a la empresa. Pero hoy para ellos ya no somos personas, simplemente números.”
“Ante la impotencia de la situación, pensé en llamar a los medios grandes, a C5N, o Canal 10, pero nunca atienden ni escuchan estas cosas. Por eso pensé en La Izquierda Diario.”
Las empresas vienen demostrado un completo desprecio por la vida y la salud obrera. El coronavirus deja en mayor evidencia que en este mundo capitalista la vida de un trabajador no vale absolutamente nada para los grandes empresarios ni para el Estado, tal es así que el presidente Alberto Fernández solo les “sugiere” a los empresarios que otorguen licencia al personal que es considerado parte de la población de riesgo, y los favorece cada vez que puede.
El Movimiento de Agrupaciones Clasistas viene realizando plenarios junto a activistas y delegados. Estas instancias buscan aportar a la organización entre diversos sectores de trabajadores para poner freno a estos atropellos patronales. Las vidas trabajadoras importan, hay que decir basta.
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