Nuevamente vemos como el sumo pontífice se pronuncia en contra de la diversidad sexual, esta vez refiriéndose a la transición de género durante la Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida en Roma.
Miércoles 11 de octubre de 2017
Imponiendo los valores cristianos como de costumbre, el papa Francisco se posicionó en contra de las cirugías de reasignación sexual y tratamientos hormonales a los que recurren las personas trans para afirmar su identidad de género. El jefe de Estado del Vaticano calificó como “peligrosos” los métodos técnicos destinados efectuar la transición de género, pues aseguró que atentan contra las bases de la diferencias sexual.
“La manipulación biológica y psíquica de la diferencia sexual, que la tecnología biomédica nos permite percibir como completamente disponible para la libre elección, corre el riesgo de desmantelar la fuente de energía que nutre la alianza entre el hombre y la mujer y que la hace creativa y fructífera”, señaló el religioso.
Después de esto, Francisco enfatizó en la necesidad de mantener vigentes los roles históricos del género, pero alejándolos de la violencia y la opresión: “Las formas de subordinación que tristemente han marcado la historia de la mujer debe ser definitivamente abandonadas, pero sin neutralizar radicalmente la diferencia sexual”.
En este marco, Dignity USA se pronuncia de manera acertada para responder al máximo jerarca de la Iglesia: “La declaración del papa Francisco denunciando las tecnologías que apoyan la confirmación de género demuestra la trágica ignorancia del pontífice sobre los desafíos que enfrentan las personas transgénero y pone a esta población en riesgo de discriminación creciente y violencia”.
No está de más destacar que la Iglesia Católica es una de las principales responsables de la constante discriminación y violencia hacia la población LGTB, especialmente en Latinoamérica, donde el catolicismo permanece como religión imperante, pues en el año 2016 fue el continente con más asesinatos a personas trans, llegando a 191 crímenes de odio.
Es claro que si de instituciones religiosas se trata, ninguna hablará a favor de los derechos democráticos de la diversidad sexual o de las mujeres, a esto hay que agregarle la ofensiva derechista a nivel internacional en contra de los movimientos que se han levantado en contra del machismo y la homofobia, ambas vicisitudes relacionadas debido a que el apoyo valórico de la derecha se encuentra en las bases cristianas.
Javier Ilabaca
Estudiante de Periodismo, Universidad Central de Chile
