El líder de los gastronómicos, en otra muestra de sumisión al oficialismo y los empresarios, pidió “darle por lo menos dos años” al Gobierno de Macri.
Juan Baleno @Jota_eMe1917
Martes 18 de octubre de 2016
Luis Barrionuevo, quien dirige una de las corrientes que integran la nueva conducción de la CGT, sostuvo este martes en una entrevista radial que "cree que este gobierno necesita un apoyo, no dándole un tiempo eterno pero hay que darle por lo menos dos años”. Los dos años solo pueden entenderse como un período de tregua, sin lucha ni resistencia a los ataque que lance el mismo contra los trabajadores y el pueblo.
A solo 48 hs de celebrarse la mesa tripartita de diálogo entre las centrales obreras, empresarios y el gobierno, el dirigente peronista pidió que la patronal responda "con el corazón y no con el bolsillo".
Las palabras de Barrionuevo van en consonancia con la solicitud que ayer hiciera el presidente Mauricio Macri de "tengamos una actitud constructiva, inteligente, prudente para ir resolviendo cualquier obstáculo que tengamos que nos permita generar empleo"
La actitud del dirigente sindical no hace más que seguir y profundizar la línea que
viene teniendo principalmente la CGT de “prudencia”, postergando cualquier medida de fuerza que pueda generar resquemores con el gobierno y las patronales, desoyendo el pedido de las bases trabajadoras que vienen sufriendo perdida de poder adquisitivo y despidos desde principio de año.
"Yo sé lo que es salir a la calle (a protestar), y no se sabe cómo y cuándo volvemos. Este Gobierno necesita un apoyo, no dándole un tiempo eterno. Creo que necesita no menos de dos años para que puedan llegar los capitales y esperemos que el blanqueo sea bueno" reafirmó el sindicalista, otrora aliado de Menem.
Por último, el autor de resonantes frases como "hay que dejar de robar por dos años", casi como si su inconsciente aflorara definió: "No me quiero adelantar pero espero que no nos pongan en una situación a la que no queremos llegar, que es elaborar un plan de lucha".
Las centrales obreras que ya habían arreglado paritarias a la baja, ahora negociaron un magro bono de $ 1000 para los jubilados y familias beneficiadas por la AUH (Asignación Universal por Hijo), y esta semana pretenden cerrar uno de $ 2000 para los estatales. Teniendo en cuenta que la inflación ya supera el 40% esto parece ser más un simulacro de negociación que una verdadera mesa donde se defiendan los intereses de los trabajadores.