El jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo el gobierno no tiene previsto llamar a la CGT luego del paro del 6 de abril.
Jueves 13 de abril de 2017
Marcos Peña brindó una entrevista a las tres agencias de noticias nacionales –DyN, Télam y NA-. Allí se refirió a la economía, las elecciones y la CGT.
Replicando el “espejismo” pintado por Mauricio Macri en el encuentro “Argentina emprende”, habló de una “mayor integración” de Argentina en el mercado mundial y aseguró que el crecimiento económico “se sentirá en los bolsillos” antes de las elecciones legislativas de octubre. Con respecto a estas últimas, vaticinó: “si nosotros perdemos el apoyo de la sociedad es un fracaso sea en las elecciones, o antes, o después en las elecciones de octubre”. También advirtió que un mal resultado de Cambiemos representaría un “fracaso” para el presidente.
Al ser consultado por la oposición, el jefe de Gabinete dio una respuesta vacía al mejor estilo Pro: “El principal desafío de Cambiemos, es con Cambiemos mismo. O sea, en el sentido de que tenemos que estar a la altura de lo que nos han votado y pedido que empujemos esta agenda del cambio. Si hacemos bien las cosas, no dependemos de los otros. Esto va bien y va a estar bien en la elección”.
Por último, los periodistas le preguntaron cómo seguirá el trato con la CGT tras el paro general. Peña informó que “no está previsto” el diálogo con la conducción y que el gobierno privilegiará los acuerdos “por sector” con el fin de “destrabar” la conflictividad.
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Los tibios llamados al “diálogo” por parte del triunvirato, aún luego del contundente paro nacional del 6 de abril -así como de las represiones en la Panamericana y a los docentes-, no hacen mella en el gobierno. Recientemente el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, ha hablado de “democratizar los sindicatos” como forma de golpear a las desprestigiadas cúpulas burocráticas. Su objetivo es negociar cómo sigue el pacto contra la clase obrera.
La única forma de frenar la campaña antisindical del macrismo es impulsando un plan de lucha serio, que dé continuidad al fuerte pronunciamiento de la clase obrera en el 6A. Algo que, como ya demostró, la CGT se niega a hacer.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario