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Red Internacional
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ECONOMÍA NACIONAL. Para Moody’s la calificación argentina es negativa y advierte por escasez de reservas

La calificadora de riesgo crediticio Moody´s aseguró que la posición de Argentina es negativa por el conflicto con los holdouts y el sector externo. Un guiño a los planes de ajuste de los candidatos patronales.

Lucía Ortega

Lucía Ortega @OrtegaLu_

Jueves 8 de octubre de 2015

La agencia de riesgo crediticio Moody´s sostuvo ayer que la Argentina pasó de tener una calificación de B3 en 2012 a Caa1 en 2015, igual que Jamaica. Es decir, una posición de 17 en la escala que confecciona, de un total de 21. Según uno de los vicepresidentes de la entidad, Gabriel Torres, esta calificación es negativa debido a que el próximo gobierno "espera una situación difícil, más difícil de lo que esperábamos, porque los fundamentos de la economía están complicados. El principal desafío es el de los holdouts, con reservas infladas y dificultad de fondeo", analizó.

Desde la 12º Conferencia Anual que realizó ayer la firma Moody´s en el hotel Four Seasons de Buenos Aires, los analistas dieron cuenta de la situación de diversos sectores, como el de las provincias y el corporativo y el contexto internacional. Los mismos señalaron que en Argentina "las reservas alcanzan para sobrevivir hasta el 10 de diciembre", e instaron a "resolver" el litigio con los holdouts y a "tener políticas públicas previsibles" para recuperar el financiamiento externo. Palabras que a más de un asesor económico de los candidatos patronales les viene como anillo al dedo para seguir justificando la agenda del ajuste, en caso de resultar victoriosos en los próximos comicios nacionales.

La española Paloma San Valentín, directora y encargada del sector de finanzas corporativas para América, afirmó que hoy la Argentina "tiene todavía un largo camino por recorrer, porque debe demostrar que sus políticas e instituciones son lo suficientemente robustas" como para volver a recibir financiamiento externo e inversiones.

Gabriel Torres puntualizó que en el caso que lleva el juez de nueva York, Thomas Griesa, la calificación es Caa2, por lo tanto está en el puesto 18 de un total de 21 escalones. Esto obedece "al tema de los holdouts, nada es más importante para nosotros que no se pague la deuda por una decisión política de no aceptar un fallo de un tribunal al que se sometió voluntariamente", explicó. “Se suman temas como el INDEC, ya que no se pueden confiar en los números oficiales, y la situación macroeconómica y fiscal. Los números no eran tan malos tiempo atrás, ya que hubo años de crecimiento y de superávit fiscal, pero ahora se están convirtiendo en un problema, detrás del de los holdouts", añadió Torres.

Si bien no se trata de una crisis al estilo de 2001 y 2002 debido a que, en su perspectiva, la gente no está endeudada en dólares como en aquellas circunstancias, Torres afirmó que "está latente el riesgo de una crisis tradicional, de quedarse sin dólares, basta recordar lo que ocurría en 2013, cuando se perdían de a 100 millones de dólares por día". En la actualidad el problema señalado es la falta de reservas. Así, resumió que "las reservas (que estimó en unos 10 mil millones de dólares) alcanzan para sobrevivir hasta el 10 de diciembre", resumió. Probablemente, en su estimación haya considerado que la composición de reservas del Banco Central incluye partidas como el swap con China, que reducen el valor reportado por la institución. Ayer, el Banco Central informó que las reservas alcanzan los 27.713 millones de dólares, su nivel más bajo desde el 29 de octubre último, tras el pago de 5.900 millones del BODEN 2015.

Un granito más a la agenda del ajuste

Las perspectivas de la situación económica nacional luego del 10 de diciembre son “difíciles” para los analistas de Moody´s, con propuestas resolutivas que suman más voces “favorables” a los planes de ajuste que preparan los candidatos presidenciables como Scioli, Macri o Massa.

La directora Paloma San Valentin declaró que los próximos años serán "con un marco externo complejo y con viento de cara". Por su parte, Torres vaticinó que al próximo gobierno le espera "una situación difícil, con números que han empeorado. La falta de credibilidad de políticas públicas va a durar muchos años, hay un nivel de crecimiento bajo, por Brasil, por China, por vientos en contra que no van a cambiar en el corto plazo". De esta manera, sea quien sea el próximo presidente, "arreglar con los holdouts será el primer paso, pero también hay desafíos vinculados a la situación macroeconómica y a tener políticas públicas previsibles, como tener metas de inflación", enumeró.

No sorprenden declaraciones tan alineadas con la derecha neoliberal de parte de economistas que responden al “establishment“ y a la banca financiera internacional. Los únicos criterios válidos son aquellos que aseguren los negocios usureros de los grandes buitres acreedores. Por ello, en los parámetros para “medir” la situación macroeconómica nacional y las consecuencias de las políticas propuestas no se incluyen variables como el salario medio de los asalariados, la informalidad laboral, la pobreza y la desigual distribución del ingreso. Parece que lo importante, para Moody´s, es garantizar un camino más acelerado a “la vuelta a los mercados” de crédito internacional, no importa que el costo de ello recaiga sobre las espaldas de los trabajadores.

En igual lineamiento, el mexicano Mauro Leos, señaló que la perspectiva para la calificación crediticia de la Argentina es "negativa", por la "cuestión de los holdouts y el sector externo". "La perspectiva regional es que vienen años de moderación o de ajuste, se van a tener que ajustar las economías o los gobiernos. Todos los países se verán afectados, incluso los que hicieron bien las tareas". Para Leos, vienen años "con menores tasas de crecimiento, precios más bajos para las materias primas, costo más elevado y menor disponibilidad de financiamiento externo y presiones en la balanza de pagos y el tipo de cambio".

En cuanto al sector corporativo nacional, Verónica Améndola estimó que "enfrenta una gran incertidumbre por las elecciones, pero con mayores ingresos derivados de la inflación, lo que servirá para compensar los mayores costos operativos". Respecto a la situación bancaria, Valeria Azconegui manifestó que las medidas oficiales para el sector "generaron un clima raro de negocios. El menor nivel de actividad y la elevada inflación limitan las oportunidades de negocios".

En veredas opuestas se encuentran las propuestas de la izquierda para enfrentar el contexto adverso que se espera en la economía nacional. El pasado martes, el candidato a presidente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Nicolás del Caño, presentó en el Congreso su programa económico en el que señalaba la importancia de recordar “qué significó la devaluación de 2002 para el salario” y propuso medidas urgentes de defensa nacional: la creación de una banca estatal única bajo gestión de sus trabajadores, el control del comercio exterior, que hoy está en manos de un puñado de exportadoras que manejan las divisas, y la necesidad de expropiar las tierras de los 4 mil terratenientes más grandes que se quedan con uno de los principales recursos con los que cuenta el país que es la renta agraria, para canalizarlos a la resolución de las necesidades imperantes de los trabajadores.

Fuente: DyN


Lucía Ortega

Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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