Los vecinos se manifestaron en la Casa de Gobierno denunciando que el grupo empresario les niega el acceso al agua potable y busca quedarse con sus tierras.
Jueves 20 de mayo de 2021 11:20
Daniel Lucci, en el extremo derecho.
Luchar diariamente para sobrevivir, así es el día a día de los vecinos de la colonia Chazal , en la comuna de San Pablo. Los vecinos se manifestaron en la Casa de Gobierno para denunciar que el grupo Lucci intenta avanzar con la construcción de un country de más de 300 hectáreas sobre sus viviendas. No tienen alumbrado público porque desde el country se lo cortaron, no tienen cloacas, ni tampoco acceso a agua potable, el camión cisterna que les trae el agua llega una vez por semana. Sin embargo, viven dentro de un complejo de viviendas de lujo.
Dieciséis familias, con sus correspondientes títulos mobiliarios, frente a los dueños multimillonarios hermanos Lucci, cuyo patrimonio asciende hasta los 700 millones de dólares. En el año 2009, los propietarios de Citrusvil comenzaron a construir "San Pablo Country Life and Golf", encerrando las propiedades de los vecinos de la colonia, un oasis precario en un desierto de ostentación.
Las denuncias de los vecinos vienen desde hace tiempo. El pasado 4 de mayo, ingresaron unas máquinas retroexcavadoras para realizar trabajos en un lote que es una cancha de fútbol, un terreno en disputa judicial con un amparo a favor de la comunidad. En medio de las discusiones, los vecinos fueron agredidos con palazos por personal de la seguridad privada. Un joven fue lastimado salvajemente con heridas profundas en su cabeza y un hombre mayor de 60 también fue golpeado.
La historia se remonta hasta los años 90 cuando el Ingenio de San Pablo cerró sus puertas producto de la crisis que azotaba el país. En 1996 las instalaciones y los campos de cultivo fueron vendidos al grupo empresarial Balal en un acta acuerdo entre la CGT, Balal y el gobierno provincial. En el acta acuerdo se comprometían a no desalojar a ninguna familia, y esas viviendas las reconocían como parte del grupo de edificaciones que pertenecían al ex Ingenio San Pablo, entregando la escritura respectiva del dominio. Ese mismo año Balal le vendió las tierras a la corporación empresarial Grupo Lucci que reemplazaron el cultivo de cañas por plantaciones de cítricos.
Para la construcción del country desviaron un arroyo para que quede dentro del terreno formando una laguna, cercaron el perímetro y solo dejaron un portón de ingreso y egreso de las familias. En el 2011 envenenaron el agua de una represa para matar a los animales de los vecinos. Hostigamiento y represión para que abandonen sus tierras en función de la especulación inmobiliaria.
Los hermanos Daniel y Pablo Lucci figuran en el puesto 26 del ranking que hace la revista Forbes sobre los 50 más ricos de Argentina. La fortuna del grupo creció en torno a Citrusvil, una de las principales empresas del citrus que amasan dólares en base a la explotación obrera, denunciada por los cosecheros durante sus tres semanas de protestas.
Los desalojos para el avance de la especulación inmobiliaria son la contracara de la extendida necesidad de una tierra y una vivienda para cientos de miles de familias trabajadoras. En el caso de Chazal, los empresarios se sienten con impunidad para avanzar sobre el terreno donde las familias viven desde hace generaciones.