Debemos terminar con esta educación para ricos y para pobres, porque la educación es un derecho y no un privilegio. Tenemos que acabar con la educación de mercado y conquistar la educación pública gratuita, abierta al pueblo trabajador, democrática y no sexista.
Miércoles 8 de enero de 2020
La juventud trabajadora y precarizada y los estudiantes secundarios hemos estado más de dos meses en las calles en conjunto con trabajadores, pobladores, organizándonos en nuestros territorios e intentando organizarnos en nuestros lugares de estudio, poniendo el cuerpo a la represión y cuestionando de conjunto este sistema basado en la explotación de la mayoría para favorecer a una minoría. Queremos terminar con el Chile heredado de la dictadura, con toda su pobreza y violencia. Despertamos, y nos cansamos de que cada vez que levantamos la voz, el gobierno nos responde con persecusión, perdigones, lacrimógenas y hasta asesinatos de nuestros compañeros y compañeras de lucha. Siendo la impunidad algo que pretenden que naturalicemos, ya que mientras nos procesan por manifestarnos, a los Carabineros responsables de todas violaciones a los derechos humanos que estremecieron al mundo durante la revuelta, los dejan con firma mensual. Nosotros los jóvenes que comenzamos la revuelta que despertó a Chile, somos los mismos que el día lunes y martes nos manifestamos en contra de la PSU, un sistema de selección que es reflejo de toda una educación mercantilizada que favorece a los empresarios haciéndonos competir, obligàndonos a acreditar nuestra pobreza para poder estudiar, entregarnos herramientas insuficientes para aprender, y endeudando a nuestras familias.
Debemos terminar con esta educación para ricos y para pobres, porque la educación es un derecho y no un privilegio. Tenemos que acabar con la educación de mercado y conquistar la educación pública gratuita, abierta al pueblo trabajador, democrática y no sexista.
El día de ayer, la ministra de educación Marcela Cubillos se pronunció, después de casi una semana de debate educativo con la PSU en el ojo del huracán. Pero no para hablar sobre educación ni mucho menos de nuestras demandas como estudiantes secundaries. Si no que para amenazar con más represión y prometiendo sanciones legales a la ACES y a quienes nos hicimos parte de las movilizaciones. Mientras tanto, los partidos tradicionales del régimen, desde el Frente Amplio a la UDI, negocian una Convención Constituyente completamente controlada por ellos mismos.
El PC, a la cabeza de grandes organismos como la CUT y la Mesa de Unidad Social, mantiene una tregua con el Gobierno durante más de un mes, mientras más de 160 mil quedaron en la calle por los despidos y la represión no cesa! Esto no puede continuar así ¡La Mesa de Unidad Social y el bloque sindical debe organizar un paro nacional en respuesta a estos ataques!
Hoy es más urgente que nunca que nuestros organismos estudiantiles como la ACES, CONES, CONFECh, llamen a asambleas de suma urgencia para discutir desde las bases cómo nos organizaremos para enfrentar la represión y luchar por acabar con la educación de mercado. En cada escuela, colegio y liceo, convoquemos a asambleas abiertas de estudiantes secundarios y juventud trabajadora para discutir cómo se sigue.
Es el momento de convocar a un gran paro nacional de todos los sectores, con un plan de lucha ascendente que nos permita enfrentar los ataques de Piñera, en perspectivas de conquistar una Asamblea Constituyente realmente libre y soberana. Porque no podremos decidir nada de esto en una Convención Constituyente dónde la derecha tiene poder de veto. Donde para elegir a quienes nos representarán en esa instancia tengamos que utilizar las mismas vías de esta institucionalidad antidemocrática que limita que nosotres, les jóvenes, seamos protagonistas. Para acabar con la educación de mercado, tenemos que unirnos con los trabajadores e imponer esta Asamblea Constituyente libre y soberana al gobierno de Piñera y todos los partidos del régimen.
¡No a la persecusión política a les manifestantes!
¡Disoluición de las policías!
¡Fuera Piñera, Guevara y Cubillos!
¡Educación pública gratuita, abierta al pueblo trabajador, democrática y no sexista!