El gobierno de Kicillof ofreció un aumento en cuotas, que llegaría en septiembre al 44,5%. Luego de un primer rechazo por parte de la conducción, tras el aumento en tan sólo 2 puntos de la oferta, se lleva a asambleas, para que resuelva el congreso de delegados convocado para este viernes.
Martes 29 de marzo de 2022 20:08
En los hospitales y centros de salud se comenta lo mismo que puertas afuera, no llegar a fin de mes es tema de conversación en los pasillos y servicios.
El laburo no cesa. Imposible vivir con un trabajo, las corridas y malabares para el sostén aquí y allí se vuelve un arte.
Con una reapertura de paritaria prometida para enero aparece a fines de marzo la segunda propuesta paritaria. La primera fue rechazada de plano por la conducción, habiendo sido la oferta de un 42,5% en 3 tramos.
Aumentando tan sólo 2 puntos porcentuales, la y los delegados paritarios han decidido mandar la propuesta a las asambleas. Cada propuesta paritaria pareciera estar hecha para que no se entienda, más números que aumentos, pero hagamos el esfuerzo conjunto de ver de qué se trata.
El aumento del 44,5% a septiembre se realizaría en tres tramos (17,4 en marzo; 28,8 en julio, llegando al 44,5% en septiembre). Recién con la primavera el salario ingresante de planta de 36hs llegaría a $122.877, pero la canasta básica familiar está hoy en $128.000. ¡Imaginemos con la inflación actual donde podría encontrarse a esa altura del año!
La conducción de CICOP resalta la reapertura de paritarias en septiembre, hecho que el gobierno jamás respeta.
A su vez suman un “monitoreo en caso de que la inflación supere los acuerdos alcanzados”.
Dicho de otro modo, el gobierno rechaza la cláusula gatillo que demandamos las y los trabajadores para que nuestro salario no siga perdiendo a costa de la inflación.
Una vez más quedan sin resolver la larga lista de reclamos extrasalariales. El reglamento de residentes tan prometido por la gestión de Rovere para junio del 2021, no asoma aún ni en archivo. Sólo prometen una nueva mesa técnica la semana del 25 de Abril. Una tortuga sin apuro.
La ley de excepción para el ansiado pase de ley de las y los profesionales enrolados en la ley 10.430 continúa como promesa para lo que vendrá, habrá que esperar a la mesa técnica propuesta para el 6 de Abril.
La dificultad para entender las propuestas paritarias, se basan en parte, en lo fragmentado de nuestros salarios.
El Estado muestra su verdadero rostro, con nuestros salarios en la informalidad, y un básico estrecho, “bonificaciones” de todo tipo y color, que sufren descuentos ante las licencias con derechos.
Una verdadera trampa propia de estafadores y evasores. En esta paritaria se consideran algunas licencias justificadas a no percibir descuentos. Un paso adelante, mirándola de muy muy atrás.
La última “buena” es el incremento de los módulos de guardería, llegando en ¡Septiembre! a $13.312.
Una vez más sin respuesta alguna sobre el descuento que continuamos teniendo las y los profesionales de la salud sin obtener la jubilación por desgaste, un verdadero robo por parte del estado. Así mismo carecen de respuesta de pase a planta la gran cantidad de becadxs.
Aceptar o luchar, el quid de la cuestión
Desde la Lista 5 - Agrupación Marrón y corriente de izquierda por la salud pública - hemos sido parte junto a compañeras y compañeros independientes de distintos hospitales y centros de salud, del rechazo reiterado de las propuestas salariales que nos condenan a salarios de miseria.
La situación no está nada fácil, la inflación nos come los tobillos. Las y los usuarios del sistema de salud público muestran lo acuciante de la falta de políticas de estado para que la crisis en curso no la paguen las y los laburantes. La decisión, de oficialismo y oposición, con el aval crítico del “oficialismo opositor”, de pagar la estafa macrista al Fondo Monetario Internacional, marca un rumbo sombrío, que solo se podrá modificar a través de la lucha.
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Las y los esenciales, como les ha gustado llamarnos en los últimos dos años, hemos estado en el centro de la escena como nunca antes.
Durante el año pasado hemos realizado paros, asambleas y movilizaciones, que marcaron un piso del cual hoy partimos.
Ante un salario insuficiente, que condena a compañeras y compañeros a salarios de pobreza, no podemos más que rechazarlo e ir a un plan de lucha progresivo y escalonado. Los motivos sobran.
Esperemos que esta vez la conducción del sindicato sea parte del rechazo, que al gobierno le sobran amigos, como para tenerlos de este lado de la trinchera.
