Así como varias universidades a lo largo del país lo han informado, durante el día sábado 18 del presente mes, la Federación de la Universidad Católica de Temuco (FEUCT) informó el resultado oficial de la votación a paro federado.
Martes 21 de abril de 2020
Así como varias universidades a lo largo del país lo han informado, durante el día sábado 18 del presente mes, la Federación de la Universidad Católica de Temuco (FEUCT) informó el resultado oficial de la votación a paro federado.
Con un total del 68.58% las y los estudiantes votaron "SI" a la paralización completa de las actividades académicas, quedando reflejadas las faltas de herramientas dispuestas desde la universidad para la óptima realización de clases en línea. La votación reflejo una alta participación de un 61,92% del total del estudiantado.
Sin embargo, no todos quedaron conformes con la noticia, así lo da a entender Camilo Villablanca, un estudiante de Derecho de la misma casa de estudios, donde en artículo del diario "El Austral" realiza fuertes descargos frente a la paralización; "...pero lo irrisorio es que quieres levantan esas banderas, son los mismos que en tiempo de normalidad levantan mociones a paros totalmente ideológicos, (...) pero si las cosas siguen con este espíritu de daño de ciertos grupos pequeños y radicalizados, será dinero sin uso útil" "...pero ante eso debemos dejar la falsa creencia que paralizar es solidarizar"
A través de estos fragmentos se evidencia su inquietud y cuidado de la economía universitaria, dejando completamente fuera la empatía y la falta de conciencia ante las dificultades de muchos compañeros y compañeras, confrontando insistentemente las diferentes movilizaciones dentro de la universidad, olvidando que cada paralización se aplica bajo mecanismos de organización con contextos políticos particulares, en búsqueda de respuestas en aspectos que a la universidad le compete y que generalmente termina haciendo caso omiso.
Por otra parte se puede percibir a académicos sin capacitación en el manejo computacional, como así también a muchos estudiantes sin acceso a plataformas en línea, demostrando las brechas sociales y digitales existentes en la casa de estudios, siendo una de las principales universidades con altos niveles de vulnerabilidad. Ante esta situación, la universidad no se ha hecho presente para responder a las necesidades de las y los estudiantes, donde además, no existe preocupación ni acompañamiento respecto a la salud mental del estudiantado, priorizando ante todo, la relación de Universidad - Estado - Mercado, viendo a cada integrante de esta institución como un número más, sin definir políticas internas respecto a niveles de integración socio-económica en medio de esta crisis.
De forma paralela, en comunicados y entrevistas en lapágina oficial de la UCT, se demuestra el doble estándar del rector Aliro Bórquez, alardeando su inquietud ante el escenario actual de las y los estudiantes, mencionando la implementación de recursos necesarios para la realización de clases en línea.
En dicho artículo se alude a la exitosa realización de clases, dando becas de conectividad a través de la postulación a ella, que contradictoriamente es través de internet, pero, ¿qué pasa en aquellos casos que no se les facilita? O en su defecto, ¿qué sucede en caso de obtenerla, pero donde su contexto familiar es desfavorable para estudiar? ¿O que sucede cuando un estudiante ha quedado sin el sustento para alimentar a su familia y garantizar su educación? ¿O con los estudiantes de los sectores rurales con baja conectividad?
Frente a escenario se evidencia una vez más las falencias y las constantes faltas en la Universidad de Mercado, que no escatima en cobrar la matrícula y arancel, pero que al momento de garantizar a todos, sin excepción, las condiciones mínimas para estudiar en este contexto de crisis sanitaria y socio-económica, pone requisitos en su postulación a becas de conectividad, lo cual debería sin duda ser un derecho para acceder a una educación de calidad, que aporte desde las diversas disciplinas y ciencias, a repensar críticamente a esta sociedad capitalista, que solo busca con $igno peso generar mayores utilidades sobre los derechos básicos como el trabajo, la salud y la educación.