Algunos pretenden tapar el sol con un dedo. Otros quieren hacerlo con 140 caracteres.
Viernes 7 de abril de 2017
Lo real y lo virtual
El paro del día de ayer fue contundente. Ni las amenazas de las patronales, ni las advertencias del gobierno, ni las rabiosas editoriales de algunos medios pudieron evitar que la clase obrera despliegue su fuerza.
El gobierno buscó ningunear la jornada de distintas maneras. Mauricio Macri evitó hacer declaraciones a lo largo del día, mientras recibía a empresarios y magnates en el “Davos” latinoamericano. Allí también estuvieron el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y el de Transporte, Guillermo Dietrich, quienes arribaron al foro en bicicleta como forma de “protesta” al paro -estilo Cambiemos-. Desde temprano, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich resaltó la “fortaleza” de la gestión frente a los cortes en los accesos. “¡Salgan a trabajar en bicicleta, auto, camión o furgoneta!”, exhortaba a los trabajadores, mientras pretendía minimizar las medidas llevadas adelante por la izquierda y el sindicalismo combativo.
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Pese que los principales medios de comunicación debieron dar cuenta de las importantes movilizaciones en calles, rutas y autopistas –que incluso se enfrentaron a la represión-, se sumaron a esta batalla macrista por ocultar la realidad. Para hacerlo, eligieron el terreno Pro por excelencia: las redes sociales.
Un ejército de trolls a sueldo
“El paro también se jugó en las redes” y “El rechazo a la medida en las redes” fueron algunos de los títulos de La Nación, que destacó hasta el hartazgo tuits y memes en contra del paro. “Duelo de Hashtags: ‘Yo No Paro’ le va ganando a ‘Paro Nacional’” escribía, por su parte, Clarín.
Efectivamente, los hashtags #YoNoParoEl6A y #YoNoParo lograron instalarse como trending topics a lo largo del día. Detrás de este hecho, se encuentra la inmensa campaña en Twitter y otras redes que Cambiemos viene impulsando hace días. La misma incluye tanto a su base más firme como a una maquinaria de trolls informáticos pagos. Basta con revisar algunas cuentas para llegar a esta conclusión. Por ejemplo, la de @Yusepe1930, que entre tuits propios y “retuits” llegó a casi cien comentarios contra el paro. O @RoxanaR36513565 –que no tiene foto de perfil y se unió a la red en febrero de este año-, dedicada exclusivamente a replicar mensajes gorilas y a favor de la represión:
#paronacional Panamericana y 197 Muy bien por la gendarmeria desalojando el piquete. #bastadeviolentos.
— Mia (@mia4664) 6 de abril de 2017
Mismo caso es el de la cuenta @Verjusticia, que llegó a más de 200 tuits contra los trabajadores que salen a reclamar:
Caminando, en bici, motos, pool de auto, muchos argentinos elegimos ir a trabajar. #yonoparo Camino 50 cuadras y #voyatrabajar pic.twitter.com/98b4AIFry6
— HS (@hernanstella) 6 de abril de 2017
#ElParoFracasó pic.twitter.com/YxSF1ufAor
— Verdad y Justicia (@Verjusticia) 7 de abril de 2017
El oficialismo nos tiene acostumbrados a este tipo de tretas. Recientemente, las utilizó para atacar a aquellos que pelean por la educación pública, y ya lo había hecho con trabajadores estatales despedidos.
Según revelaba la revista Noticias, ya en 2016, el “equipo de redes” dependiente de la Jefatura de Gabinete manejaba presuntamente un presupuesto de $ 163.289.111, el cual se repartía entre pauta para redes ($87 millones), servicios, capacitación y tecnología ($51 millones), y sueldos ($24 millones). Por otro lado, las cuentas institucionales de Casa Rosada estarían a cargo de la llamada “Subsecretaría de Vínculo Ciudadano” comandada por Guillermo Riera, junto a un equipo de 68 personas. El usuario del presidente es manejado desde la Secretaría General de Presidencia a través de un equipo liderado por Julián Gallo.
La belleza está en las calles
Mientras los funcionarios se reunían con magnates amigos en el Hilton de Puerto Madero, los trabajadores pusieron el cuerpo y paralizaron el país. Esta vez, Macri no tuiteó nada. Sus community managers saben que no hay relato capaz de ocultar el descontento social. Y que no hay 140 caracteres que puedan ganarle a la lucha de clases.