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Red Internacional
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CARNAVAL 2019. Parodistas Sinvergüenzas interpretan Huelga de “Pan y Rosas”

Con excelente humorada, el conjunto sanducero interpreta una de las luchas más emblemáticas del movimiento de mujeres. De cara al 8M saludamos este homenaje a las obreras textiles que dejaron su vida en las fábricas pero marcaron el camino de la lucha.

Lunes 18 de febrero de 2019

El conjunto sanducero presenta este año su espectáculo llamado “Apasionados”. Dirigidos por Sebastián González y con letra de Marco Nieto y Freddy González, la compañía es parte del Concurso 2019 del Carnaval uruguayo que, en esta ocasión, nos representa la parodia de una de las luchas más emblemáticas de las mujeres trabajadoras y nos recuerda el origen de clase del Día Internacional de la Mujer.

La parodia Pan y Rosas está basada, según afirma el conjunto, en la historia del incendio de la fábrica textil Triangle en Nueva York. Más allá de esto, existe un debate historiográfico sobre si efectivamente la huelga conocida como Pan y Rosas fue la que termina con el incendio intencional de la fábrica, ya que algunos documentos indican que en 1908 unas 15.000 mujeres marcharon por las calles de Nueva York al grito de “Pan y Rosas reclamando mejores salarios, el fin del trabajo infantil, por el derecho al voto de las mujeres y por mejores condiciones de vida. Y en 1911, también en Nueva York la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist se prendió fuego misteriosamente matando a unas 140 mujeres trabajadoras que permanecían allí dentro.

Otros historiadores e historiadoras ubican el incendio en el año 1909 junto al hecho de que en simultáneo unas 30 mil obreras textiles de Nueva York se declaraban en huelga siendo reprimidas por la policía. Mientras que la huelga mundialmente conocida como Pan y Rosas es ubicada en Lawrence, Massachusetts en 1912 protagonizada por trabajadoras textiles que sintetizan en esta consigna sus demandas por aumento de salarios y mejores condiciones de vida. Una huelga que contó con una impresionante organización y la solidaridad de varios estados.

Tal como cuenta la feminista socialista Andrea D’Atri, “En esta lucha, el comité de huelga instala guarderías y comedores comunitarios para los hijos de las obreras intentando facilitar la participación de las trabajadoras en el conflicto. La organización Industrial Workers of the World inaugura reuniones de niños y niñas en el sindicato para discutir por qué sus madres y sus padres se encuentran en huelga. Luego de varios días de conflicto, se los envía a otras ciudades, donde los albergan familias solidarias con la lucha obrera. En un primer tren, salen 120 niños. En el momento en que se dispone la salida del segundo tren, la policía desata la represión contra los niños y las mujeres que los acompañan. Con este episodio, el conflicto llega a los diarios de todo el país y al parlamento, aumentando la solidaridad con las huelguistas”. [1]

Esta huelga emblemática que destaca la determinación de las mujeres, es la que inspiró el nombre de nuestra Agrupación Internacional de Mujeres Pan y Rosas.

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Más allá de la precisión de las fechas y ciudades, nadie puede decir que las mujeres no salían a pelear y a conquistar sus derechos en las calles frente a una sociedad donde todavía las veían como apéndices de los varones y con recelo frente a su creciente organización. Es que a principios del Siglo XX las mujeres ingresaban al mercado laboral y debían enfrentar la prepotencia y maltrato patronal en grandes fábricas donde se trabajaba más de 12 horas en condiciones terribles, a la vez que, una vez en sus hogares, debían llevar adelante la pesada carga del trabajo doméstico y en muchos casos soportar la violencia de género en sus múltiples formas.

Los Sinvergüenzas reivindican la lucha de las mujeres

El conjunto Los Sinvergüenzas surgió en Paysandú en 2004 cuando un grupo de amigos asiduos espectadores de carnaval decidieron juntarse. Desde esa fecha han recibido 7 Primer Premio del Carnaval de Paysandú y muchísimas menciones. Se caracteriza por ser un grupo solidario con distintas causas sociales en su departamento apoyando a clubes, cooperativas e instituciones educativas. Todos los años organizan festivales por donde pasan los más variados músicos invitados.

A fines de 2017 se propusieron “competir en las grandes ligas” y volcarse al Carnaval de Montevideo. Hoy tenemos el placer de disfrutar de un espectáculo de un conjunto del interior del país que, con mucha calidad escenográfica, con precisión coral y humorada jovial, nos acerca con calidez y sensibilidad esta historia de Pan y Rosas.

Tal como ellos afirman: “Volar, perseguir tu pasión, descubrir, el amor que hay en ti… Eso dice la letra de nuestra canción final y con la cual identificamos plenamente esta enorme quijotada de ser parte del carnaval más importante del país y así festejar los 15 años del grupo de la mejor manera”.

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La historia cuenta que Clara y Celina, dos jóvenes mujeres, se conocen en la fábrica y comienzan a trabajar juntas. Rápidamente, en esto que nos caracteriza a las mujeres, aparecen las charlas donde se comparten intimidades y se relata una realidad penosa para la mujer trabajadora: dobles o triples jornadas laborales, maltratos, acosos sexuales, violencia por todos lados. Pero entre confesiones y complicidades, entre el hilvanado y el surcido de camisas va surgiendo un ánimo de lucha que tiñó el corazón de todas las mujeres que allí trabajaban. La discriminación de clase, la represión policial y el momento en que las mujeres dicen “no” y se plantan contra la explotación están muy bien reflejados durante la parodia por el elenco de artistas.

En el siglo XXI seguimos como en aquella época

Es lamentable pero el excelente relato que Los sinvergüenzas realiza durante el espectáculo sobre las terribles condiciones de vida de las mujeres obreras de esa época, se repite hoy de una manera dramática. Hoy vemos, como ayer, jornadas extenuantes donde las mujeres pasan largas horas encerradas lejos de sus familias, de las que en su mayoría son su único sostén. Vemos la proliferación de enfermedades laborales como la tendinitis, la sistitis, las lumbalgias y las hernias. Vemos una legislación que no se respeta ni por las patronales, ni por el gobierno ni tampoco por la dirigencia sindical. Vemos cuerpos rotos y corazones deshechos. Vemos años y años de opresión, pero también vemos resistencias, mujeres rebelándose y haciendo respetar su derecho a vivir dignamente.

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Por eso, este 8M debemos salir nuevamente a las calles a pelear por nuestros derechos, por mejores condiciones de trabajo, contra la precarización laboral y contra la violencia en sus distintas formas. Debemos encarar una lucha que no solamente se contente con mejorar algo por aquí y algo por allá, sino que vaya por todo, por nuestra verdadera emancipación. Porque como decían las mujeres de esa época “no queremos, exigimos el pan, pero también las rosas”.

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Mirá el video de la actuación completa en la Primera Rueda del Carnaval 2019 de Parodistas Los Sinvergüenzas:


[1D’Atri, Andrea “Pan y Rosas. Pertenencia de género y antagonismo de clase en el capitalismo” 2da edición. Ediciones IPS, CABA 2013