La crisis del COVID-19 ha dejado en evidencia una serie de falencias del modelo neoliberal que hoy afecta en gran medida la educación en Chile. Es así que cada vez son más los estudiantes que se rehúsan al retorno a clases presenciales, así como los llamados a “paros online” dentro de las universidades.
Martes 31 de marzo de 2020
La crisis que atraviesa el país por el Coronavirus ha sacado a la luz la serie de falencias que tiene la educación en el país. Es bajo este contexto que federaciones estudiantiles, asociaciones de apoderados y trabajadores de la educación enviaron una carta al Ministerio de Educación, emplazándolo a revertir la medida de adelantar las vacaciones de invierno para abril, solicitando así adoptar una serie de medidas para ‘’enfrentar’’ el año escolar. ¿Pero bastará la confianza en los mismos de siempre?
Sin embargo las federaciones estudiantiles -entre ellas la Cones y la Confech- dicen que es ‘"totalmente adecuada la suspensión de clases desde la educación inicial a la superior’’ pero que sin embargo critican el sistema ineficiente de clases online diciendo que se estén enviando “exageradamente muchas guías’’ y que ‘’no asegura ningún tipo de aprendizaje’’, apelando a la baja calidad de las clases, así como los altísimos costos de éstas en medio de la crisis por el COVID-19.
Es frente a esto que nos preguntamos entonces ¿bastará con que se manden menos guías de estudios o con que las y los profesores empiecen a mandar orientaciones de cómo hacerlo correctamente? ¿Qué pasa entonces con los millones que tenemos que pagar en los aranceles, teniendo en cuenta de que hoy la política del gobierno es despedir para proteger sus ganancias?.
Y es que, una modalidad de clases online es también una decisión arbitraria y desigual teniendo en cuenta y los mismos datos de la OCDE ‘’Chile es uno de los tres países latinoamericanos más desiguales en cuanto a ingresos’’ dado que este documento hasta el 2017 “el 20% de la población más privilegiada ganaba 10,31 veces más que el 20% menos favorecido’’ esto por ejemplo se traduce en que no todos los estudiantes tienen el dinero para costearse tener un buen computador o un buen celular, considerando a su vez que la mayoría de estos jóvenes son parte de la juventud que hoy vive precarizada en los locales de cadenas rápidas.
¡Una educación que no sea solo para ricos!
Teniendo en cuenta estos puntos las agrupaciones solicitan a las autoridades que “mientras dure la emergencia sanitaria, se mantenga la medida de suspensión de clases…’’ además de que no se retomen las clases presenciales el 27 de abril debido a que se pronostica un peak de contagiados para fines de este mismo mes.
Pareciera ser que una de las soluciones fuera no asistir a clases, pero la realidad, es que mientras somos los estudiantes quienes cargamos con la crisis en la educación, también la llevan sobre sus hombros las y los trabajadores que dia a dia tienen que trabajar para poder llevar dinero a sus casas y poder solventar esta crisis.
Es por esto que como estudiantes en conjunto con la comunidad educativa debemos exigir la suspensión del pago de los aranceles y el CAE sin perder de vista las demandas históricas como la educación universal gratuita, de calidad, democrática y no sexista. A la par de la unificación de las universidades, en donde las privadas pasen a ser parte del Estado.
Debemos avanzar en estas medidas, y una propuesta para eso es realizar asambleas online para determinar cuáles serán nuestras banderas de lucha en medio de esta crisis, a la par de ir sumándonos también a las demandas de las y los trabajadores/as que tienen que costear y pagar la educación de sus hijos/as, y los jóvenes trabajadores precarizados que financian su educación viviendo en condiciones sanitarias precarias que hoy rodean a costa de la crisis internacional.
Es por esta situación que además debemos sumarnos al llamado de #huelgaYa de los sectores no esenciales de trabajo, por la prohibición de los despidos y la suspensión de los contratos, y las denuncias contra el dictamen de la Dirección del Trabajo que permite a los empresarios proteger sus ganancias.
Te invitamos a leer: Ante la crisis del coronavirus y el inminente regreso a clases ¿qué rol podrían jugar las universidades?
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