Estos días ha quedado demostrado el poder que puede tener la clase trabajadora cuando se lo propone. Frente a la derrota del gobierno, resulta fundamental no bajar los brazos e ir de una vez por más. Hay que organizar la huelga sanitaria del próxima viernes 30 de abril.
Miércoles 28 de abril de 2021
Es un hecho. Sebastián Piñera vive actualmente el peor momento de su gobierno, desde la rebelión de octubre de 2019, con una derecha totalmente dividida, y con varios miembros de su coalición, abandonando un barco que comienza a hundirse. Esto luego que el Tribunal Constitucional (TC), rechazará con 7 votos en contra y 3 a favor, el requerimiento presentado por el ejecutivo sobre el tercer retiro del 10% de las AFP, aprobado en el Congreso.
Luego horas más tarde, el mismo Sebastián Piñera debió salir a manifestar la promulgación del tercer retiro del 10% aprobado en el parlamento, luego de que incluso desde los mismos partidos de derecha señalaran hacerlo lo más prontamente posible, quedando absolutamente descartada la posibilidad del veto presidencial.
Tales hechos sólo son entendibles, por medio de las enormes movilizaciones que se han venido gestando desde el viernes pasado, luego de que la Unión Portuaria hiciera un llamado a paralizar, al conjunto de los puertos a nivel nacional. Llamado que también fue atendido por otros sectores estratégicos de la economía, como es el caso de los trabajadores del cobre que también se manifestaron en la zona norte del país.
A lo largo de Chile, pasando por puertos como Arica, Tocopilla, Mejillones, Valparaíso, San Antonio, Ventanas, y Puerto Montt, entre otros, los cortes de rutas y barricadas se han multiplicado exigiendo el tercer retiro del 10% de las AFP, con un gran ánimo de lucha por parte de los trabajadores, que a su vez genera la simpatía de otros sectores como docentes, trabajadores de la salud, e incluso la misma juventud, que comienza a despertarse por medio de estas experiencias de lucha.
Esta experiencia de organización y respuesta contundente frente a las provocaciones del gobierno que se siente facultado de negar demandas elementales frente a un crisis económica y sanitaria que a todas luces ha buscado descargar sobre las espaldas de las familias trabajadoras, dan muestra de que la clase trabajadora cuando se organiza, puede patear el tablero de empresarios multimillonarios, gerentes, y toda la casta de políticos que legislan a favor de los poderosos.
Es por esto que desde el llamado a la huelga sanitaria convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), para el próximo viernes 30 de abril, resulta fundamental no bajar los brazos en medio de esta gran energía desplegada en las calles, con un triunfo que muestra la potencialidad de la clase trabajadora y sectores populares cuando se plantan en contra del gobierno y sus ataques criminales.
Luego de la derrota del gobierno, podemos ir por más
Ad portas de un nuevo primero de Mayo, y con la fuerza de los trabajadores portuarios y del cobre, se muestra el camino para conquistar las demandas más sentidas del pueblo trabajador, que se expresaron nítidamente en la rebelión del 2018, y que se volvieron aún más urgentes durante esta crisis económica y sanitaria desatada por el Covid-19.
La derrota del gobierno tanto en el TC, como en las calles, puede ser el puntapié inicial de una organización y movilización mucho mayor, que vaya de una vez a los problemas más urgentes y también estructurales que se sienten aún más en un contexto de creciente desempleo, inestabilidad laboral, y precariedad, mientras los grandes empresarios son blindados por leyes que protegen sus grandes fortunas. Nacionalización del cobre para nuestros derechos sociales como educación, salud y vivienda, prohibición de despidos, ingreso universal de emergencia, y sueldo mínimo de $550.000 entre otros aspectos. Y de una vez por todas acabar con el perverso modelo de las AFP, que no es otra cosa que el gran negocio de las pensiones.
Es posible ir por mas, pero esto no lo lograremos ni con los partidos de los 30 años, ni partidos conciliadores, que se muestran con respuestas tibias ante los grandes problemas que aquejan a la gente. Con la fuerza de las y los trabajadores que hoy por medio de la lucha en las calles muestran el camino para poder triunfar, es necesario hacer un amplio llamado a la huelga sanitaria del 30 de abril, tomando el ejemplo de los portuarios ¡Todas y todos a marchar este 30 de abril!
