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Red Internacional
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Inversiones. Participación Público Privada: calculan que podría implicar U$S 32.000 millones por año

En base a los números optimistas sobre inversiones en el Presupuesto 2018, un informe de Idesa calcula que con la "Participación Público Privada" las inversiones llegarían a U$S 97.000 millones en tres años.

Miércoles 18 de octubre de 2017

Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) difundido este martes indica que se espera que la Participación público-privada (PPP), el mecanismo del gobierno para garantizar grandes fortunas a las constructuras amigas y a bajo riesgo, podría alcanzar inversiones por unos US$ 97.000 millones en tres años.

"Suponiendo que las inversiones se realizan a razón de U$S 32.000 millones por año, tomando como referencia que las del mecanismo tradicional de contratación están presupuestadas en el orden de los U$S 12.000 millones para 2018, esto implica que a través de la PPP se estaría esperando cuadriplicar la inversión en infraestructura", puntualizó.

Idesa indicó que de los US$ 97.000 millones que se planea invertir en tres años, unos US$ 50.000 corresponderán a autopistas y mejoras en vías de transporte; US$ 30.000 millones en obras para energía y manejo de agua y US$ 17.000 millones en construcción de viviendas, hospitales y cárceles.

La PPP consiste en regular la participación del sector privado en la obra pública y es extensible a otras contrataciones del Estado, mecanismo "novedoso" mediante el cual el gobierno garantiza la rentabilidad de la inversión del sector privado. La ley de PPP, aprobada el pasado 17 de noviembre de 2016 en el Congreso, ofrece al sector privado sendas ventajas como cortar la ejecución de la obra si los pagos se atrasan, indexar cánones o tarifas a los empresarios si así lo desean, reclamar en tribunales extranjeros, entre otros.

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Así, la PPP se convierte en una suerte de privatización del desarrollo de las obras públicas con garantía de ganancias, que de ninguna forma está garantizada que fuese a desarrollarse, como ya ocurrió con la llamada "lluvia de inversiones" que predestinó el macrismo al asumir.