Viernes 20 de diciembre de 2024
El Círculo de Investigación de Crítica del Derecho (CICD), de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, organizó el I Congreso Internacional de Crítica del Derecho, un evento que conmemoró el centenario de la publicación de la influyente obra "Teoría General del Derecho y Marxismo" del jurista revolucionario Evgeny Pashukanis.
El congreso, que se llevó a cabo del 16 al 19 de diciembre en modalidad híbrida, buscó profundizar en las contribuciones teóricas y prácticas de Pashukanis, quien, inspirado por la crítica de la economía política de Karl Marx, argumenta que el Derecho emerge de las relaciones de producción capitalistas y que su existencia está ligada a su superación.
En este contexto, la mesa "Estrategia y táctica legal desde Evgeny Pashukanis", en la que participa el Dr. Víctor Romero Escalante de la Universidad Nacional Autónoma de México, compañero de la Izquierda Diario y Movimiento de Trabajadores Socialistas (México) quien abordó la relevancia del pensamiento de Pashukanis para entender las estrategias y tácticas jurídicas en las protestas sociales latinoamericanas.
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A quien realizamos la siguiente entrevista luego de su participación.
¿Cómo evalúas la vigencia de la teoría de Pashukanis en el contexto actual de la lucha de clases en América Latina, considerando las nuevas tácticas de criminalización del derecho penal y las dinámicas represivas del Estado Burgués?
Quiero agradecerte por la entrevista. Debemos recordar que Pashukanis como militante bolchevique estaba inmerso en el contexto de la victoria de la Revolución de Octubre, por lo que su visión tenía como fin la trasformación revolucionaria de la realidad y no sólo un ejercicio teórico.
Ahora, América Latina es una región súper desigual, en la que habitan millones de personas que viven en la pobreza y al mismo tiempo, hay algunos de los hombres más ricos del mundo. Esto por supuesto genera que la lucha de clases se manifesté de manera muy convulsa, en que las masas tienden a movilizarse en rechazo a sus malas condiciones de vida, las clases dominantes y su Estado responden con represión legal e ilegal.
Pero estas luchas aún se mueven dentro de los márgenes del propio sistema y de las leyes del Estado, por lo que los diferentes movimientos y organizaciones notaron la necesidad de contar con asesoría jurídica, pero no de cualquier tipo de abogados y abogadas, sino de personas comprometidas con las causas que defienden, pues es tan importante conocer la técnica jurídica, así como estar convencidos de defender un programa político.
En este contexto es que la obra del jurista soviético demuestra su vigencia, porque ojo, no es que la teoría de Pashukanis haya sido refutada teóricamente o en la práctica política, sino que fue silenciada por la represión estalinista por ser revolucionaria. Entonces, las tesis de nuestro jurista rojo nos ayudan a entender que el derecho no es neutral o representa el interés general, sino que está diseñado y redactado en beneficio de una clase social específica, es decir, el de los capitalistas. Lo que no anula las conquistas (como los derechos sociales) producto de la lucha social de varias generaciones.
Justo es aquí uno de los grandes aportes de Pashukanis, señala que no debemos fetichizar el derecho, no hay que esperar que de parte del mismo sistema jurídico actual y sus representantes vendrá un cambio profundo que mejoren las condiciones de vida de la clase trabajadora y demás clases populares, independientemente de alguna que otra reforma.
Asimismo, tampoco se trata de despreciar todo lo que tenga que ver, en el léxico de Pashukanis, con la forma jurídica. Al derecho se le puede dar un uso táctico dentro un marco estratégico. Esto significa que dentro de un gran plan que se propone un grupo organizado para cambiar de raíz el orden existente, el uso táctico del derecho permite realizar movimientos políticos que sirva para la organización de la clase trabajadora apoyándose en alguna de las leyes vigentes, así como conquistar nuevos derechos, pero siempre teniendo muy claro que en sí misma la defensa legal no puede resolver el problema de fondo.
Por ejemplo, la defensa de un preso político o la denuncia ante tribunales de que determinado artículo del Código Penal es violatorio de los derechos humanos por criminalizar la protesta social, puede dar pie a iniciar un amparo (o juicio) para derogar dicho artículo es un lucha legal y se debe dar, por supuesto, pero vista desde una perspectiva marxista es también un medio para denunciar la injusticia del sistema capitalista y que una solución verdadera no vendrá a instancias de los jueces, sino que se tiene que surgir de asambleas en que se discuta cómo exigir que pare la represión, y en esto Pashukanis fue un Prometeo jurídico, nos da una guía excepcional.
En su exposición sobre la estrategia y táctica legal, ¿cuáles considera que son los desafíos más importantes para el uso del derecho como herramienta insurgente en los movimientos sociales contemporáneos, particularmente en contextos neoliberales como los de América Latina?
Yo creo que el primer desafío es hacer notar los límites del propio sistema jurídico, ya sea que esté en el poder un gobierno progresista o de derecha. Evidentemente tienen sus diferencias, pero lo importante es crear las condiciones para pensar y actuar por encima de lo que preestablece el derecho. En el caso de la fábrica de Zanon, una distinción muy importante para las obreras y obreros fue ver que legalidad es diferente a legitimidad. La primera es lo que diga la ley, la segunda, lo que deciden los trabajadores en asambleas. El abogado militante debe siempre aceptar la decisión de la base trabajadora y a partir de esto poner sus conocimientos jurídicos para diseñar la estrategia de defensa legal.
No podemos olvidar que la relación entre legal e ilegal tiene cierto grado de relatividad, pues lo que hoy esta prohibido, mañana puede estar permitido. Entonces éste no puede ser el criterio para decidir qué rumbo darle a una lucha, sino que el razonamiento último deben ser las decisiones tomadas democráticamente en asamblea.
Igualmente pienso que los jóvenes estudiantes de derecho o cualquier otro abogado que se apuesten a cambiar el mundo deben organizarse y desarrollar una perspectiva jurídica militante, que supere el marco de la propia juricidad y como alguna vez dijo Marx “el estrecho horizonte del derecho burgués” .
Considerando la experiencia de Zanon bajo control obrero en Argentina, ¿cómo interpreta usted la relación entre la autogestión de los trabajadores y la teoría de Pashukanis sobre la extinción del derecho? ¿Podría esta experiencia ofrecer un modelo práctico de ruptura con las formas jurídicas tradicionales?
Pashukanis para fundamentar su posición sobre la extinción del derecho y el Estado, que dicho sea de paso, fue una postura defendida y sostenida por Marx y Engels, recurre a una distinción muy importante entre normas jurídica y normas técnicas. Las primeras presuponen varios sujetos privados con intereses antagónicos que en algún momento van a tener un choque, por lo que necesitan al Estado y el derecho para que medie y que el conflicto no devoré a los involucrados, independientemente de que las decisiones sean justas o no. Mientras que en las normas técnicas, que como nota quien desarrollo de mejor manera esta idea fue Lenin, no hay oposiciones de intereses, por el contrario, hay un objetivo común, por lo que la norma se convierte en reglas que buscan la mejor solución para el caso concreto.
En el caso de Zanon y su organización interna denominada como “Fábrica Sin Patrones (FaSinPat)” podría decir como hipótesis, que el carácter de las normas, al interior del centro de trabajo, fueron extinguiendo su sentido jurídico y han sido sustituidas por normas técnicas, pues la producción se organiza y ejecuta de manera democrática, en que cada trabajador y trabajadora interviene en las asambleas sobre el rumbo que de tomar cada aspecto de la producción, circulación y comercialización. Como ya no hay un patrón que exploté a sus obreros, tampoco hay una oposición de intereses privados. No obstante, no debemos confundirnos, pues para una total extinción del derecho y el Estado sólo es posible cuando la explotación del ser humano por el ser humanos haya desaparecido en su totalidad.
Eso significa que en Zanon no hay conflictos y todo es armonía, la respuesta es no, también tienen sus contradicciones internas producto de posiciones políticas diversas y factores endógenos que inevitablemente afecta a las obreras y obreros, pero esto lógico y natural y demuestra a un organismo político vivo.
En función con lo anterior, fue muy interesante observar a las obreras y obreros de Zanon en su relación hacía el exterior, ya que se constituyeron como cooperativa según las leyes laborales argentinas, es decir, en este caso aceptaron la norma jurídica del Estado, pero lo hicieron por una razón táctica. Zanon al ser registrada como una cooperativa tiene personalidad jurídica (derechos y obligaciones) que le permite relacionarse con otros sindicatos y organizaciones, y al mismo tiempo, ser un interlocutor reconocido por el Estado, lo que amplió bastante su margen de acción que le sirve para vincularse a otras luchas y cultivar solidaridad.
Por último, quisiera puntualizar que la experiencia histórica demostró que en una fábrica recuperada como Zanon fue y es posible derrotar a la patronal en el ámbito judicial, por medio de una argumentación jurídica de izquierda que a su vez se basó en la movilización y organización política independiente de la clase trabajadora.
Gracias por la entrevista.
El I Congreso Internacional de Crítica del Derecho se alza como una trinchera intelectual, desafiando el carácter ilusorio del reformismo jurídico, esa sutil marioneta que el Estado burgués maneja con astucia para perpetuar la explotación y el orden vigente.
Saludamos a los organizadores, participantes y al compañero Víctor Romero Escalante, cuya elocuencia ha arrancado el velo que oculta al derecho como un fetiche ideológico; mostrando su verdadero rostro, un instrumento al servicio de la clase dominante.
Que estas jornadas no solo sirvan para desentrañar las cadenas invisibles del derecho burgués, sino que impulsen, con el vigor de la praxis revolucionaria, la demolición del viejo régimen jurídico y el amanecer de una sociedad libre de opresión.