Al comienzo del partido de segunda ronda del tenis masculino que disputaban Juan Martín del Potro y el portugués Joao Sousa, una pelea entre hinchas interrumpió el partido.
Julián Tylbor @juliantylb
Martes 9 de agosto de 2016 12:26
En el partido de tenis entre Juan Martín del Potro y el portugués Joao Sousa, un argentino se enojó con un brasileño que festejaba cada punto del portugués, e, inmediatamente, le tiró un puñetazo a la cara. Enseguida empezaron los tironeos y se detuvo el partido hasta que un soldado se llevó al hincha albiceleste.
La histórica rivalidad deportiva argentino-brasileña volvió a caer en desmanes nacionalistas (y estúpidos, digámoslo). Desde la inauguración de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, la cosa empezó caldeada: cuando ingresó la delegación argentina, los espectadores locales propagaron por todo el estadio un fuerte abucheo.
De allí en más, cada vez que aparece en el centro de la escena un equipo o un competidor argentinos, sea en la disciplina que fuere, el público local (que, naturalmente, es superior en cantidad) alienta a sus rivales. Así, reciben las vivas de los brasileños deportistas rusos, surcoreanos, argelinos, canadienses, húngaros, japoneses y de muchas nacionalidades más.
Esto hace enojar a los espectadores argentinos, incluso a los competidores. Luis Scola, de la selección argentina de básquet, señaló al diario La Nación que le parece "una tontería brasileños hinchando por un equipo que ni siquiera es de su continente". Pero enseguida se distanció de los hinchas argentinos que cantan contra Brasil: "Y me parece una tontería insultar a un país (Brasil) que nos trata excelente y de diez cada vez que vinimos; y al cual elegimos el 60% de los argentinos para veranear. Es una tontería que se disfraza de cultura y para mí es precisamente lo opuesto".
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Otros deportistas también habían impugnado las actitudes de ambas hinchadas, entre ellos Manu Ginóbili. El basquetbolista había opinado que los cantos entre argentinos y brasileros son "algo muy futbolero que realmente no aprecio". Pero la advertencia no hizo mella en los simpatizantes albicelestes y la agresividad escaló con la vergonzosa pelea durante el partido de Del Potro.
El tenista argentino se mostró molesto por el hecho, que interrumpió brevemente su partido con el portugués. "El público hace un clima especial y muy lindo. Disfruté, excepto en el incidente del principio, que espero que no vuelva a suceder. Hay que disfrutar. Tendría que haber paz entre gente de la Argentina y Brasil; esto no es fútbol", recalcó Del Potro. Como vemos y lamentablemente, el fútbol es sólida referencia de violencia.
La pelea de ayer muestra que una histórica rivalidad deportiva, apenas se le agrega un poco de picante, puede sacar a la superficie (sin mucho esfuerzo, a decir verdad) un necio chovinismo y una xenofobia que son aberrantes y que pueden, como vimos ayer, escalar hacia la violencia.
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Julián Tylbor
Nació en 1991. Es licenciado en Ciencia Política (UBA). Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y es miembro del Comité de Redacción de la revista Ideas de Izquierda.