Este sábado 1° de septiembre los pensionados y jubilados, protestaron frente a la mayoría de los bancos, trancando calles y avenidas, para exigir que se les permita retirar el primer cobro de la pensión por taquilla en efectivo. Reclaman una cuestión elemental para poder comer.
Sábado 1ro de septiembre de 2018
Trancaron las calles de varias zonas de la Gran Caracas tras encontrar los bancos cerrados, pues estaban a la espera de cobrar las pensiones en efectivo, como lo habían hecho en los últimos meses. Las avenidas Fuerzas Armadas, Urdaneta, San Martín, así como La Candelaria, Chacaíto, El Rosal y Chacao, por nombrar algunas zonas de Caracas, fueron trancadas en modo de reclamo. De igual manera se registraron protestas de los pensionados y jubilados en otras partes del país.
“Señor Presidente (Nicolás Maduro): No cobramos el 18 ni el 21 de agosto esperando este pago, que estaba por escrito que hoy íbamos a cobrar. Queremos nuestro pago. Necesitamos comprar medicamentos, necesitamos comprar comida. Necesitamos que se activen”, declaraba una jubilada que trabajó en la administración pública en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
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Maduro había anunciado este jueves el nuevo cronograma para el pago de los pensionados. Señaló que el 1° de septiembre se iniciaría con la primera cuota de 25% de los 1.800 bolívares soberanos. Por su parte, el Ivss también había explicado en sus redes sociales que el pago de las pensiones se fraccionará en tres depósitos bancarios. También detalló que el cobro de los 1.800 bolívares soberanos se hará en tres días distintos en un lapso de dos semanas.
El primer pago estaba estipulado para este sábado 1 de septiembre por un monto de 450 bolívares soberanos. El segundo para el viernes, 7 de septiembre, por esa misma cantidad. El tercer depósito está fijado para el viernes 14 de septiembre y abonará los 900 bolívares soberanos restantes.
En una tortura para los pensionados del país, se ha convertido la “reconversión monetaria”, la falta de efectivo y el sistema de pago fraccionado en tres partes de su pensión, correspondiente al mes de septiembre. “Que nos paguen”, gritan los pensionados en el centro de Caracas.
Se trata de una situación agobiante para los pensionados que a estas alturas de su vida tienen que pasar por estas situaciones. Es que la catástrofe económica y social que se vive en el país afecta con más fuerza a los más vulnerables, al mismo tiempo que el hambre y las penurias del pueblo son agobiantes y siguen aumentando, en medio del paquetazo del gobierno, donde la crisis que se descarga contra el pueblo se está haciendo más brutal, con fuertes devaluaciones y una hiperinflación descontrolada.
El gobierno anunció un aumento de salario que sin haberse hecho realidad hasta el momento, ya comienza a ser devorado por esta hiperinflación, lo que sigue provocando una caída brutal de las condiciones de vida del pueblo. Un aumento que en términos nominales es grande, de 3 a 180 millones (1.800 Bs.S.), pero se partía de un salario que había dejado de existir al estar pulverizado, por eso en términos reales y poder de compra tal aumento está lejos de mejorar las condiciones de compra.
Pues estamos hablando de un aumento que pasó de 0,5 dólares mensuales (o 1 dólar, si se suma el ticket alimentación), es decir, en la nada, a 30 dólares mensuales, o sea, 1 US$ por día, que sigue siendo mísero con relación a las necesidades de las familias trabajadoras, ¡¿en qué país del mundo se gana eso?! Y ahora con las megadevaluaciones que continúan, esos 30 dólares en menos de quince días ya se redujeron a 20 dólares mensuales.
Habían logrado poner tan bajo el salario, abaratar al extremo la mano de obra, que lo que presentan como una gran medida favor de los trabajadores, apenas maquilla la nueva carga que se le echa encima al pueblo trabajador con este paquetazo.
A estos niveles de humillación lleva el gobierno a trabajadores y trabajadoras jubilados y pensionados que dedicaron toda su vida al trabajo, no consiguiendo tener siquiera una pensión que les cubra sus necesidades básicas. Y ahora, incluso, que se le fracciona la pensión a la que tienen derecho.
El gobierno de Maduro ha venido pagando religiosa y puntualmente una fraudulenta deuda externa, desangrando al país, y permitiendo a lo largo de todos estos años una gran fuga de capitales de miles y miles de millones de dólares, con los cuales ellos y los empresarios se han hecho la fiesta.
Ahora someten a los pensionados y jubilados, llegando al descaro de fraccionarles su pago, cuando ya hasta no hace poco los querían someter a que cobraran sus pensiones a través del Carnet de la Patria, obligando a que se saquen este carnet que no es otra cosa para llevar un control social sometido al clientelismo del gobierno. Basta de someter a esta situación humillante a los adultos mayores que ya vienen de toda una vida de ser explotados.
Por el pago puntual y ser retirado de la manera en que ellos lo prefieran y la modalidad que lo deseen. En medio de esta crisis, las pensiones y jubilaciones deben estar acorde a las necesidades básicas que cubra su canasta familiar e indexado automáticamente de acuerdo a la inflación.
El gobierno ha dado un salto al frente en el ajuste, en meterle “racionalidad capitalista” a la gestión de la crisis: el pueblo trabajador tiene años pagando la crisis y ahora quiere que pague los costos de una supuesta “recuperación”. Un ataque del que quedan exonerados las transnacionales, el capital financiero internacional, la burguesía nacional y la burocracia corrupta: ¡solo los trabajadores y el pueblo pobre reciben los golpes!
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