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Red Internacional
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Elecciones 2017. PepsiCo, Vilca, Godoy y los nuevos pasos por una izquierda de los trabajadores

Desde Jujuy a la Patagonia, pasando por el Gran Buenos Aires, datos y anécdotas sobre la militancia obrera, los "diputados de los trabajadores" y los votos al Frente de Izquierda entre quienes más sufren el ajuste.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Miércoles 16 de agosto de 2017

Un reconocido periodista no puede entender cómo, al terminar su entrevista, el segundo hombre más votado en Jujuy saldrá a correr junto a un camión recolector de basura. Un obrero ceramista pelea el voto popular a los partidos tradicionales neuquinos, en barrios donde lo llaman “el diputado de los trabajadores”. 48 obreros y obreras sin patrón se juntan en MadyGraf para organizar la fiscalización del domingo 13, en la que algunos de ellos son candidatos. Algo parecido a lo que hacen trabajadores y trabajadoras de PepsiCo, que sin suspender su lucha se toman el fin de semana para defender el voto de sus compañeros que son candidatos. Decenas de docentes que acaban de ganar el sindicato más grande de Mendoza, vuelven a las escuelas pero esta vez para defender los votos del Frente de Izquierda.

En realidad, todas esas historias están relacionadas con el PTS en el Frente de Izquierda y la elección del domingo pasado, donde sacó un millón de votos en todo el país. Pequeñas pero valiosas muestras de un proceso que se viene consolidando: la emergencia de una izquierda de los trabajadores.

PepsiCo sacudió la campaña

Los especialistas en marketing lo llamaron un error de “inteligencia corporativa”. Los despidos de PepsiCo se transformaron en un conflicto testigo que vino a arruinar la campaña electoral que imaginaban el duranbarbismo tradicional y su copia progresista. Una comisión interna dirigida por la izquierda, con leonas (y leones) dispuestos realmente a “resistir con aguante”, metieron la lucha de clases en la agenda política. Fueron ellos, y no como se adjudica una candidata silenciosa, los que instalaron a fondo el problema del ajuste.

Camilo Mones, militante de PTS, tomó la palabra en el cierre del acto del Frente de Izquierda junto a la carpa de PepsiCo. “Los obreros de PepsiCo nos dimos cuenta quiénes son los que ponen el cuerpo realmente en la lucha de la clase trabajadora. Hemos visto a los diputados, a los militantes, a los dirigentes del Frente de Izquierda, en la puerta de la fábrica, en cada movilización, en cada bloque que hemos hecho, por eso muchos compañeros están apoyando al Frente de Izquierda y lo van a votar. Esa experiencia no se olvida nunca más. Vamos a seguir nuestra lucha, con todos ustedes”.

Aunque muchos más se habían anotado, más de una decena de esos trabajadores fueron parte de las listas del FIT en la Provincia de Buenos Aires. Muchos más fueron los que colaboraron en sus barrios y en la fiscalización del domingo. El traidor Daer se jugó a Randazzo que terminó en porrazo.

Los despidos de PepsiCo se transformaron en un conflicto testigo que vino a arruinar la campaña electoral que imaginaban el duranbarbismo tradicional y su copia progresista.

#Vilcazo

  •  Mi familia es de la quebrada de la Puna. Yo me reivindico colla, pero soy obrero de la recolección y militante del PTS. Fijate que Jujuy tiene un 42 % de pobreza, casi el 50 % de los trabajadores en negro, así que un resultado como el nuestro llena de ánimo, se nota en las calles. Esperamos en octubre transformarlo por primera vez en diputados de los trabajadores.

    Con humildad pero una convicción profunda, Ale Vilca le cuenta al periodista de Buenos Aires que se sorprende gratamente y lo quiere en el Congreso. Es que su fórmula fue la segunda más votada en una tierra donde manda el bipartidismo y los Blaquier.

    Yo me reivindico colla, pero soy obrero de la recolección y militante del PTS.

    Un 12,5% de los votos que además se hace fuerte allí donde pega el bagazo de los ingenios y el sol de los campos. Que se duplicó o triplicó en localidades obreras como Ledesma, San Pedro, Palpalá, en los barrios más precarios de San Salvador y en la Quebrada donde pueblos originarios también lo sienten cercano.

    Pero además de esa simpatía, lo que crece es un movimiento que milita la candidatura de Vilca en sus lugares de trabajo y sus barrios. Trabajadores municipales, azucareros, metalúrgicos, estatales, docentes, changarines y jóvenes.

    “Diputado de los trabajadores”

    Raúl Godoy es obrero ceramista y diputado provincial por el PTS-Frente de Izquierda en Neuquén, que el domingo sacó el 7% de los votos. Y cuenta. “Antes muchos veían que éramos combativos o solidarios con los conflictos, pero no nos veían viable para votarnos como diputados, ¿qué va a hacer la izquierda en una legislatura? Eso fue cambiando, porque vieron en la práctica lo que nosotros llamamos el parlamentarismo revolucionario. Esto de usar las bancas como tribunas para denunciar a los gobiernos y empresarios, pero también para apoyar las luchas, impulsar la autorganización, darle confianza a los trabajadores y también plantear nuestra salida de fondo.

    Pero lo nuevo y notable es como se ha consolidado el voto en las barriadas obreras más importantes. El caso de Centenario, donde yo nací, donde hay muchos compañeros de Zanon, pero también es un dormitorio obrero para quienes trabajan en la fruta, en la UOCRA, docentes, jóvenes precarizados, y en algunas escuelas superabamos el 10%. Y un voto que esta vez se hizo mucho más manifiesto, que decía abiertmente que nos iba a votar, diciendo con orgullo “estas son las bancas nuestras, estas son las bancas de los trabajadores”. O el barrio Parque Industrial, que en muchas mesas superamos el 14 y hasta 15%. Un barrio obrero muy marginalizado por los gobiernos de turno. Allí no solo viven obreros de las cerámicas Zanon y Neuquén, papeleros de Molarsa, de la Textil Neuquén o la maderera MAM. También muchas familias que viven hacinadas, que llegaron después de los monoblocks con las tomas de tierras. Que han sufrido la represión, sobre todo los jóvenes. O que han sufrido las últimas oleadas de despidos. Y mucha gente que decía “no quiero saber nada de política” cuando se daban cuenta que era del Frente de Izquierda decía “ah sí, déjame, me llevo más”. Y pasó también que cada vez que pasaba algo allí los periodistas decían “vamos a hablar con un diputado que es de los trabajadores”, yo soy obrero ceramista desde hace 23 años en ese lugar. O cuando hacíamos las recorridas, nos veían los pibes y decían “ahí viene el diputado de los trabajadores”. Ese reconocimiento es muy importante. Pero además nuestro resultado fortalece la lucha en las calles de todos esos trabajadores que vienen defendiendo sus fuentes de trabajo”.

    O cuando hacíamos las recorridas, nos veían los pibes y decían “ahí viene el diputado de los trabajadores”.

    Tercera fuerza en Mendoza

    El domingo se confirmó que el Frente de Izquierda sigue siendo la expresión política de decenas de miles de mendocinos. La candidatura de Noelia Barbeito cosechaba el 8,5% de los votos, con porcentajes más altos en los barrios populares del Gran Mendoza y el sur provincial.

    La noche del escrutinio, Noelia quiso dedicarle "esta votación a los trabajadores que enfrentan el ajuste, a las maestras que están enfrentando al maltrato de este Gobierno, a los jóvenes que han luchado por el boleto educativo, entre otros”. Ella misma es docente, pero además una referente de los derechos de las mujeres y de los movimientos que enfrentan a las multinacionales que saquean y contaminan la provincia.

    En las listas del FIT fueron muchas docentes, semanas después de que una lista unitaria de la izquierda recuperara el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE), el más grande de la provincia y el mayor que dirige la izquierda en todo el país.

    Ningún slogan de campaña

    Los ejemplos que contamos son parte de un fenómeno más profundo y extendido. El PTS en el Frente de Izquierda comenzó varios meses antes de las PASO una campaña política proponiendo la reducción de la jornada laboral para trabajar todos y trabajar menos. Las agrupaciones clasistas que integran se sumaron además proponiendo cientos de candidatos obreros, muchos de los cuáles se integraron finalmente a las listas unitarias del FIT. Pero muchos más se transformaron en organizadores de esa importante batalla política contra los partidos tradicionales y el sindicalismo peronista. De las gestiones obreras como Zanon o Madygraf, de las grandes alimenticias como Pepsico, Mondelez Kraft y Mondelez Stani; choferes y obreros automotrices que recorrieron las fábricas y barrios de la Zona Norte; aeronáuticos que militaron en los aeropuertos y la Zona Sur; o de otros grandes servicios, como los telefónicos, del subte y los ferrocarriles, así como de otros gremios como jaboneros, del neumático, madereros, aguas gaseosas, metalúrgicos y siderúrgicos, y en forma masiva los docentes y estatales clasistas que son parte de la conducción de sindicatos y juntas internas recuperadas. Sería “injusto” nombrar aquí solo a algunos de ellos. Junto a jóvenes y estudiantes fueron parte de los miles que enfrentaron a los aparatos de los partidos tradicionales.

    Esos cientos de candidaturas obreras y esos miles de trabajadores que militaron junto al PTS en el Frente de Izquierda no son parte de ningún perfil ni slogan de campaña. Son la expresión de la pelea cotidiana por construir una izquierda de los trabajadores. Hace exactamente un año se había reunido la mesa de dirigentes obreros del PTS, con referentes de 62 gremios donde actúan nuestras agrupaciones clasistas. Allí se había reafirmado, entre otras cosas, “la pelea por la fusión entre el movimiento obrero y la izquierda, tomando hoy como referencia de nuestras agrupaciones el Frente de Izquierda, promoviendo candidaturas obreras para que los trabajadores se conviertan en verdaderos ‘tribunos del pueblo’”.

    Como es hoy Nathalia Gónzalez Seligra, la diputada nacional del PTS-FIT que salió desde La Matanza, el corazón del peronismo, como dirigente del sindicato docente recuperado.

    Con esa convicción, esos dirigentes y militantes obreros encararon no sólo cada una de las peleas contra el ajuste estos años, sino la batalla por la conciencia política de millones que estamos viviendo estos meses.

    Esos cientos de candidaturas obreras y esos miles de trabajadores que militaron junto al PTS en el Frente de Izquierda no son parte de ningún perfil ni slogan de campaña.

    “Octubre” es hoy

    Myriam Bregman dijo ese domingo que "el Frente de Izquierda eligió estar junto a los trabajadores. No alcanza con llorar porque el Gobierno es malo, hay que enfrentarlo”. Nicolás del Caño, esa misma noche, que "los sectores que más sufren el ajuste son quienes mayor apoyo nos brindaron", destacando ese apoyo obrero y popular que se refleja en algunas de las historias que contamos. Ese es un enorme caudal político hacia octubre, que hay que hacer valer. Contra el intento de polarización, se alzará nuestra voz para que decir que necesitamos diputados de izquierda, diputados de los trabajadores, esos legisladores que están donde hay que estar.

    Esa práctica la confirmaremos en las calles. Apoyando la lucha por la reincorporación en PepsiCo y la aparición con vida de Santiago Maldonado. Con esas banderas llamaremos a “golpear juntos” con todas las organizaciones que dicen querer enfrentar el ajuste, pero con “nuestras propias banderas”. El próximo martes 22 de agosto será una gran oportunidad, tomando la propuesta de los trabajadores de PepsiCo.

    Para seguir construyendo una fuerte corriente clasista con agrupaciones en cada vez más gremios, para disputarle las organizaciones obreras al sindicalismo peronista. Y para seguir construyendo una izquierda de los trabajadores que se proponga hacer saltar por los aires las cadenas de la esclavitud asalariada.


  • Lucho Aguilar

    Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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