El estudio Funes de Rioja y la Copal, detrás de las maniobras de la multinacional. La pasión de Funes padre por la defensa de genocidas y los fraudes laborales.
Martes 4 de julio de 2017
“Creemos que, gran parte del universo jurídico de la Argentina, con la sola exclusión de individuos fuertemente ideologizados, ha tomado conciencia del grave estado de situación que afecta a los detenidos acusados de delitos de lesa humanidad que viola elementales nociones de justicia y sus derechos humanos”.
La frase pertenece al Manifiesto “Solicitamos justicia para los juicios de lesa humanidad”, que exigía beneficios procesales para cientos de genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. En uno de sus pasajes reclamaba que – a los Astiz, a los Acosta, a los Etchecolatz – “se les niega la aplicación de la ley penal más benigna para el cómputo de sus penas, son los únicos a los cuales se les niega el instituto de la prescripción”. Era un anticipo del fallido “2x1” de la Corte Suprema.
El “Manifiesto”, difundido entre otras por Cecilia Pando, fue emitido hace algunos meses por un grupo de “individuos fuertemente ideologizados”, que ejercen de abogados para grandes empresas. Uno de ellos es Daniel Funes de Rioja.
¿Y qué tiene que ver Funes de Rioja con PepsiCo? Mucho.
“Republicano”
Durante muchos años, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) tuvo como titular a Jorge Zorreguieta. Era lógico: el hombre había sido Ministro de Agricultura de Videla, y la Copal había tenido siempre un particular afecta por la dictadura. Por eso había participado del lock-out patronal del 16 de febrero de 1976, lo que muchos definen como la antesala del golpe de Estado.
Pero en 2009, algunas semanas después del duro conflicto de Kraft, “Carlos Pedro Blaquier, titular de Ledesma; y Luis Pagani, dueño de Arcor, acordaron el nombramiento de Daniel Funes de Rioja al frente de la poderosa COPAL, para un bienio que se prevé conflictivo por el surgimiento de un gremialismo de izquierda adepto a los paros salvajes” (Ambito Financiero).
Funes de Rioja no habrá tenido los “honores” de Zorreguieta, pero durante el gobierno de Videla tuvo su lugar. Fue asesor del Ministerio de Planeamiento de la Nación, desde donde se hacían millonarios negociados con las obras públicas. Pero tuvo un rol quizá más perverso: fue consejero y delegado por el sector empresario ante la Organización Internacional del Trabajo desde 1976. Mientras Funes de Rioja era representante patronal ante la OIT, eran asesinados y desaparecidos miles de delegados y activistas obreros, se intervenían sindicatos a punta de pistola y se prohibían las huelgas. Desde sindicatos de todo el mundo se denunciaba esa situación. Funes de Rioja las negaba.
Flexibilización al palo
En los años 90 se convertiría en uno de los grandes ideólogos de las reformas laborales del neoliberalismo, como dirigente de la UIA pero también como funcionario de Roque Fernández, ministro de Economía de Menem.
Como abogado de las empresas alimenticias cobijó una buena relación con Rodolfo Daer. Juntos fueron precursores de la flexibilización laboral. Por eso el convenio de la alimentación 244/94 lleva estampadas sus firmas.
Sin embargo, Funes nunca se conforma con su trabajo. Por eso hace pocas semanas dijo que "para que haya más productividad, hay que adaptar los convenios colectivos".
El heredero
Semejante carrera al servicio de los empresarios le ha permitido a este “hombre de ley” un notable crecimiento. Además de sus cargos en la UIA y la Copal, desde un lujoso piso 11 de Puerto Madero comanda un ejército de 100 abogados que forman parte de Funes de Rioja & Asociados.
Entre sus principales socios están sus hijos Rodrigo e Ignacio.
En febrero de este año las noticias permitieron ver hasta qué punto habían heredado el oficio de su padre. Fue cuando el call center Task Solutions dejó en la calle a cientos de jóvenes. Además de la indignación por los despidos, los jóvenes denunciaban algo que sorprendía a muchos periodistas: aunque atendían llamados en un call center, estaban encuadrados en el convenio metalúrgico.
Un escandaloso caso de fraude laboral.
Ilegalidad trasnacional
En esos términos denunció uno de los abogados de los trabajadores despedidos, Edgardo Moyano, las maniobras de la empresa PepsiCo. Entre otras, la presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis mientras suspendía masivamente a sus trabajadores. Fue una de los ardides de la multinacional para poner en marcha un lock out patronal ofensivo.
El autor de algunas de esas maniobras, y representante de la empresa en las audiencias en el Ministerio de Trabajo, es Ignacio Funes de Rioja. El dato confirma que el ataque tiene el apoyo de la cámara patronal; pero además, los métodos que son capaces de usar para dejar a cientos de familias en la calle.
Pero del otro lado los trabajadores también reúnen fuerzas: organismos de derechos humanos, sindicatos, comisiones internas y centros de estudiantes que quieren pararle la mano a PepsiCo y su cuartel de asesores.