Delegados y trabajadores de la planta Florida siguen denunciando la política de la empresa.
Viernes 9 de septiembre de 2016
Como venimos reflejando en La Izquierda Diario, la multinacional PepsiCo viene teniendo una política bien “Pro”. Mientras intentando realizar un vaciamiento, impulsar “retiros voluntarios” y persigue trabajadores, coloca 140 cámaras de vigilancia y gasta miles de pesos para “adornar” de globos y guirnaldas el comedor de la Planta Florida.
En ese marco se dan persecuciones y suspensiones a trabajadores que reclaman sus derechos. Es el caso de Luis Lescano, un trabajador con 7 años en la fábrica, pero que estuvo 2 años tercerizado. “Estoy en una situación conflictiva con la empresa – cuenta Luis. Desde que le hago la demanda y sale el fallo después de 5 años, la empresa me empieza a suspender arbitrariamente. Yo la demandé por daños y perjuicios, reclamando que me reconozcan la antigüedad. No me reconocieron y le hice la demanda junto a la comisión interna. Desde que salió el fallo el año pasado no pasó un mes que me llega la primer suspensión”.
Junto a Leandro Gómez (delegado de Pepsico) y Rubén Tripi (abogado), Luis nos contó cómo fue sufriendo distintas suspensiones, sin motivos comprobados y con un claro objetivo persecutorio. “Me habían convocado a hacer horas extras, habían dejado a un muchacho a cargo, trabajé normalmente y al día siguiente sale como que no me convocaron. Al mes supuestamente me encuentran durmiendo en el vestuario; en realidad eso dice el telegrama pero no es así. Ni a descansar me tiré alguna vez. Al poco tiempo llega la tercer suspensión. Había una inspección a la empresa, en el cual yo me retiro en un momento, y cuando vuelvo dicen que estaba suspendido por ausentarme de mi puesto de trabajo. A todas me las aplican después de un mes. La cuarta fue por haber chocado un guarda-rail, algo insólito, porque lo aclaré. Después de un mes,y cuando estaba de noche para que no pueda hacer el descargo, me suspenden 8 días. La sanción es porque “huí del hecho” según ellos, y supuestamente lo negué delante de un supervisor. No fue así. En ningún momento lo negué. Por eso me vi forzado a hacer una denuncia en el Ministerio de Trabajo de San Isidro, con mi abogado Rubén Tripi, con motivo de persecución con móvil laboral y discriminación”.
Pero ahí no terminó la dura actitud de la empresa. “En la primer audiencia no se presenta PepsiCo, en la segunda presenta abogados y manda un comunicado ratificando las sanciones. En la última, también hace lo mismo. Yo esperaba de Recursos Humanos una solución, pero como siempre sigue dándome la espalda y no escuchando mis derechos. Quiero agradecer a la comisión interna por apoyarme y bancarme. Yo llegué a esta instancia porque temí por mi puesto laboral, y no quiero que esto quede como precedente, que no vuelva a haber casos de discriminación y acoso laboral”.
Los corresponsales de La Izquierda Diario dialogaron también con su abogado, Ruben Tripi. “Es claro que la empresa quiere tomar una actitud disciplinadora, en el marco de sus políticas de flexibilización laboral. Esto es arbitrario porque el caso de Luis es claro: le vienen imponiendo sanciones que son desproporcionadas y arbitrarias. Hay discriminación. El ejerció un derecho, como otros trabajadores de PepsiCo han accionado contra la empresa, que ya fue condenada por fraude laboral y discriminación. Entonces, por ejercer un derecho se está tomando una represalia”.
Con respecto a la respuesta de la empresa, el abogado señaló que “la empresa no ha dado la cara con sus gerentes, lo que significa una actitud intransigente, por eso la hemos denunciando como conflictiva. Por los hechos y por como ha eludido la intervención del Ministerio de Trabajo, a diferencia de los pasos que ha seguido la interna, que son los que corresponden antes de tomar otro tipo de medida”.
Cámaras de seguridad y globos de colores.
Tripi denunció además la situación más general que ocurre en la planta Florida de la multinacional alimenticia. “Pepsico también fue denunciada por poner cámaras en los lugares de trabajo. Acá hay un actitud que tiene que ver con una política más nacional. Casi todas las semanas el Presidente habla de avanzar sobre los derechos de los trabajadores. Entonces las empresas quieren encontrarse en esa sintonía. La vigilancia es una forma de invadir la intimidad de los trabajadores, esto está comprobado con estudios internacionales. Es claro que es para que los trabajadores no tengan la suficiente tranquilidad no solo para trabajar, sino para comunicarse. Es como un “Gran hermano”. ¿A quién le gustaría que le pongan una cámara en su dormitorio, el living de su casa, viajando, estar permanentemente vigilado?”.
