Con un discurso homogéneo sobre las protestas contra el G20, varias empresas periodísticas lanzaron fake news e informes parapoliciales con el objetivo de crear un clima represivo contra la bronca popular.
Daniel Satur @saturnetroc
Viernes 30 de noviembre de 2018 22:19
Detallados informes de inteligencia provistos por “fuentes confiables” del Ministerio de Seguridad. Datos provenientes de diferentes hechos y lugares, amalgamados para crear un nuevo hecho, verosímil pero irreal. Títulos tamaño catástrofe, que siembran la alarma y el alerta pero dicen algo que no se corresponde con el interior de los artículos. Información “exclusiva” que no informa nada.
Así desplegaron durante el mediodía y la tarde de este viernes todo su “arte” varias empresas periodísticas, en su gran mayoría aliadas del gobierno de Mauricio Macri, para referirse a la multitudinaria protesta política y social contra el conjunto de criminales, asesinos, xenófobos y machistas congregados en la Cumbre del G20.
Detenciones y amalgamas
En un hecho sumamente sospechoso, pasado el mediodía y minutos antes de que el Frente de Izquierda comenzara su acto en la esquina de San Juan y 9 de Julio, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo cerca de allí y de forma ilegal al apoderado nacional del PTS-FIT y secretario parlamentario de los diputados Del Caño y González Seligra, Guillo Pistonesi, junto a otro compañero del Partido de los Trabajadores Socialistas.
La detención de Pistonesi y su compañero del PTS, además de ilegal, fue motivada por algo que es de rutina en cualquier organización política o social que mueve miles de militantes: la implementación de un sistema de comunicación interna para coordinar la marcha y los movimientos, que consta entre otras cosas de handies. En este caso, esa implementación de comunicación estaba doblemente justificada, al estar las señales normales de comunicación por teléfonos celulares totalmente intervenidas y colapsadas por el propio Estado y su operativo de “seguridad”.
Sin embargo, esas detenciones fueron tomadas por varias empresas periodísticas como un “ejemplo” de aquello merecedor de la criminalización y de la caída de todo el peso del operativo montado por Patricia Bullrich y sus perros guardianes del Ministerio de Seguridad y de las fuerzas represivas del Estado.
A las 15:20 horas, desde la pantalla de TN la periodista Paula García dijo que “los dos detenidos tenían una gran cantidad de handies” y que “aparentemente el problema es que estaban en la frecuencia policial y por eso se los detuvo”. Su compañero Federico Seeber agregó al respecto que si bien los detenidos “argumentaron que los llevan normalmente a las movilizaciones, bueno, visto así todo junto la verdad que llama la atención, parecía un equipo grande de comunicaciones, ¿no?, más parecido a las fuerzas de seguridad que a una manifestación”.
“Aparentemente” y “parecía”. Todo muy ajustado al manual de estilo de Clarín.
Informantes de @PatoBullrich
Poco después Infobae pondría en título catástrofe “Crece la alerta en los organismos de seguridad por las marchas contra el G20”. Allí afirmaba que “los ministerios de Seguridad de la Nación y de la ciudad y provincia de Buenos Aires aumentaron la alerta en torno a las marchas”, ante la posibilidad de que “podrían ocurrir enfrentamientos con la policía”.
¿Qué hacía prever esa posibilidad? “Desde la organización del G20 resaltaron a Infobae que una de las cuestiones sobre las que ponen el foco es que los participantes de las protestas no son solamente grupos con identidad de reclamos e ideología, sino que también forman parte actores de la oposición al Gobierno y líderes invitados”. Es decir, deliberada criminalización política.
Infobae hasta se animó a decir que la inteligencia estatal logró “reconstruir que los grupos de choque provendrán mayormente de La Matanza y Avellaneda”, dos distritos gobernados por la oposición y donde el rechazo social al Gobierno es mayoritario. También identificó entre los potenciales delincuentes a “manifestantes que lleguen de zona norte”, entre ellos nucleados en “la seccional de Tigre de Suteba”, “la Comisión Interna de Mondelez Pacheco” y “ATE Zona Norte”. Todo cerraba.
La frutilla del postre del informe policial de Infobae tuvo como protagonistas a “delegados de Astillero Río Santiago”, quienes (según “aclararon en los informes” las supuestas fuentes) están “motivados por un descontento con la empresa estatal”. ¿Motivados para qué? No especificaron, pero ya estaba claro.
Lo del diario La Nación fue más bizarro aún. A las 14:31 publicó un artículo firmado por el periodista Mauricio Giambartolomei, titulado “Marcha contra el G20: encapuchados buscan generar disturbios y manifestantes se apartan”. Sin embargo, en el artículo no se menciona nada de eso, sino una descripción del cronista sobre quiénes marcharon y una breve referencia al episodio del que fueron víctimas Pistonesi y su compañero del PTS. Evidentemente desde la redacción de La Nación se pusieron de acuerdo con el Gobierno para dar la “alerta” aunque no hubiera mucho para decir.
Obviamente Perfil no iba a ser menos que sus competidores. Con un reduccionismo apto para la confusión general, tituló a las 17:15 “Avanza la marcha contra la Cumbre y hubo detenidos por handies, molotovs y bulones”, el combo perfecto de elementos como para que el eventual público ávido de malas noticias justifique todo tipo de represalias del Estado.
Otros medios, con un poco menos de efervescencia, no dejaron de tener sus “alertas” prendidas en medio de la movilización, acompañando el clima generado desde Seguridad.
#CumbreDelG20
⚠ SUBE EL ALERTA DE SEGURIDADhttps://t.co/o0M7JHCyuP pic.twitter.com/WpRujZcvXG— A24.com (@A24COM) 30 de noviembre de 2018
A pesar de todas las provocaciones oficiales durante los días previos, y de las maniobras de amedrentamiento al momento de comenzar la movilización, las fuerzas represivas no pudieron evitar que miles y miles de trabajadoras y trabajadores, estudiantes, militantes de la izquierda y de organismos de derechos humanos marchen delante de sus narices repudiando a sus patrones políticos y a los criminales que gobiernan el mundo.
Mirá el video En una Buenos Aires militarizada, miles marcharon contra el G20 y el FMI
Mirá el video En una Buenos Aires militarizada, miles marcharon contra el G20 y el FMI
Sus ganas acumuladas, escondidas bajo los cascos, la preparación previa y el envalentonamiento dado por el discurso mediático dominante, no bastaron para que los perros policías recibieran la esperada orden de avanzar sobre la multitud. Esta vez el Gobierno no quiso pagar el costo de repartir palos y gases por doquier y así la idea de que “el mundo nos está mirando” parece haberle ganado a la “necesidad” doméstica de reprimir la protesta social.
Tampoco se vio eta vez, alrededor de la marcha, a los habituales “civiles” que en oportunidades anteriores terminaron armando el “caos” en la desconcentración y minutos después colaboraron con sus colegas en las detenciones ilegales masivas de manifestantes e, incluso, de transeúntes desprevenidos.
Solo quedaría una última provocación de parte de la Policía Federal, que con su propio jefe a la cabeza montó un “piquete” delante de los fletes del PTS, el partido de algunos de los detenidos horas antes, no dejando desconcentrar a sus militantes tal como lo tenían previsto.
Ahora la policía federal monta operativo de requisa a los fletes que llevaban las banderas del @Fte_Izquierda. Nuestros compañeros siguen detenidos de manera ilegal. Persiguen al @Fte_Izquierda. Libertad a todos los detenidos pic.twitter.com/0MilV6sVbZ
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) 30 de noviembre de 2018
El jefe de la policía Federal en persona en un operativo ilegal detiene a los fletes del @Fte_Izquierda que se retiraban de la movilización. No pudieron reprimir la enorme marcha contra el #G20 y ahora inventan causas. No nos dejan pasar.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) 30 de noviembre de 2018
Para ese momento los editores de los grandes portales ya estaban preocupados en la gala del Teatro Colón para agasajar, junto a Mirtha y Susana, a las huestes de Trump y el resto de los visitantes.
Pero, obviamente, no podía faltar la reflexión de Eduardo Feinmann sobre este tema. Con su cada vez mayor odio contra la izquierda obrera, anticapitalista y antimperialista, desde la pantalla de A24 hizo lo que más le gusta hacer: jugar al servicio de inteligencia.
Las reflexiones de este frustrado sargento del Ejército de Jorge Rafael Videla, a quien alguna vez nada menos que Mirtha Legrand le preguntó intrigada si es "nazi", no alcanzaron para tapar los desaguisados de la costosísima "seguridad" de Patricia Bullrich.
Todas esas corporaciones mediáticas, con sus mayores o menores diferencias de estilos y de compromiso político con Macri, festejaron junto al presidente la concreción de una Cumbre cuyo interés central, desde el punto de vista nacional, es presentarle a quienes se reparten el mundo credenciales de entrega económica y subordinación política. Una cumbre solo exitosa para ellos, para la oposición peronista y para la minoría social para la que Gobiernan.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc