La noche del 21 de marzo, 15 funcionarios de las FAES allanaron la vivienda del periodista Darvinson Rojas y se lo llevaron detenido. Sería la cuarta detención de un periodista desde que comenzó la emergencia, por reportar sobre la pandemia.
Domingo 22 de marzo de 2020
El sábado en la noche, cuatro funcionarios encapuchados de las Faes rodearon la vivienda de Darvinson Rojas, ordenándole que les “acompañara al comando” con la excusa de una supuesta “llamada anónima” reportando un caso de Covid-19 en su casa, bajo amenaza de detención.
Lo cierto es que el periodista ha estado reportando presuntos casos confirmados de Covid-19 y denunciando la censura y opacidad de parte del gobierno.
"Yo no necesito una orden de allanamiento", dijo uno de los funcionarios de las FAES que está afuera de mi casa. Insiste en que abramos la puerta.
— Darvinson Rojas (@DarvinsonRojas) March 22, 2020
"Mi jefe va a venir y no va a venir por las buenas", indicó una de las funcionarias de las FAES que está afuera de mi residencia.
— Darvinson Rojas (@DarvinsonRojas) March 22, 2020
Las amenazas al periodista, familiares y vecinos continuaron, hasta que alrededor de 15 funcionarios se llevaron detenido a Darvinson y sus padres. También les requisaron celulares y dos computadoras. Su padre fue herido en la cabeza durante la detención.
Más tarde sus padres fueron liberados, pero Darvinson permanece detenido en la sede de las FAES de la UD5 de Caricuao. Sus padres reportan que los funcionarios le exigían al periodista revelar su fuente de información de nuevos casos del virus.
Con esta, serían ya cuatro las detenciones de periodistas y trabajadores de la prensa desde que llegó la pandemia al país. Además de amenazas, amedrentamiento e impedimento de circulación y ejercicio de su labor informativa, como las denunciadas por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
El gobierno acusa a los periodistas de “causar zozobra”, pero es la opacidad en las cifras y sus reportes vagos sobre la pandemia lo que genera alarma y abre el camino a posibles campañas de desinformación.
No puede combatirse una pandemia con opacidad en las cifras y control de la información. Las agresiones a comunicadores, así como las sufridas por los trabajadores de la salud, demuestran el interés del gobierno por reforzar su control sobre la sociedad con la excusa de la pandemia y contener la respuesta de los trabajadores y el pueblo frente a las consecuencias económico-sociales de la contingencia (y frente a la catástrofe social que ya arrastramos), que podría agravarse en los próximos días, ya que medidas urgentes como las pruebas de despistaje masivas vienen siendo aplicadas con un fuerte retraso e insuficiencia.
Es necesario que cese la persecución a periodistas y el control de la información, que se den a conocer todas cifras reales, con todos los detalles, para que la población pueda informarse correctamente de la pandemia.
Como exigimos en nuestra reciente declaración, como Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS): “Acceso a toda la información sobre la realidad de la situación. El pueblo venezolano tiene derecho a saber la verdad de la situación, lo pertinente o no de las medidas tomadas, si son realmente efectivas o no, etc. No puede quedar a expensas del secretismo oficial, que no tiene credenciales para pedir confianza en la materia. Tampoco víctima de posibles campañas de desinformación que se monten sobre la opacidad oficial."
La clave para eso es ¡Cero censura ni persecución a los trabajadores de la salud y de la prensa! Eso implica exigir ¡Anulación de las leyes que criminalizan la información y la opinión! En diversas leyes el gobierno habla de contenido que “busca generar zozobra” o “alarma” en la población, e incluso de “terrorismo”, para calificar como delito este tipo de información.”