A pesar de la promesa del gobierno, la semana pasada no se reunió la mesa paritaria. En simultáneo, avanza con las reformas educativas mientras muchas escuelas están sin agua, luz y ventilación para soportar las altas temperaturas. Este es el modelo del Frente de Todos y la derecha a pedido del FMI.
Lunes 12 de diciembre de 2022 09:20
Foto Prensa Amsafé Rosario
La política educativa del gobernador Perotti y la ministra Cantero son el santo y seña de toda una gestión política. Un gobierno que prometió a los de abajo y gobierna para los de arriba. El ataque sistemático a la docencia y la educación, tanto a sus trabajadoras y trabajadores, como a estudiantes y las familias, es la muestra (junto a los ataques a la salud pública) de que el plan de ajuste que encabeza el Frente de Todos nacional y provincialmente con el aval de la derecha a pedido del Fondo Monetario Internacional busca doblegar a la clase trabajadora y que nuestro país y Santa Fe siga gobernado por sus propios dueños, aunque cambien sus gestores.
Tras la enorme lucha que llevó adelante la docencia, el gobierno provincial se comprometió a una nueva revisión salarial para actualizar salarios. Pero pasó la semana sin que haya habido reunión paritaria. Dilatar la negociación persigue el objetivo de que la inflación haga el trabajo de licuar el salario y, por el otro, que las medidas de lucha pierdan efectividad con la cercanía del fin de año. Las conducciones de Amsafe, ATE, UPCN y Sadop avalan este esquema.
Al ajuste económico se le suma una crisis política que muestra la podredumbre de este régimen. El escándalo del Lago Escondido revela algo que cualquier persona medianamente informada sabe. El poder económico (en este caso Clarín) es el que controla la nación. Los funcionarios políticos, jueces, fiscales, servicios de inteligencia son meros empleados de esta clase social. La condena de fiscales y jueces amigos de Macri a Cristian lejos está de querer buscar justicia contra la corrupción, persigue simplemente dejarla fuera de la carrera política.
Santa Fe no queda afuera de ese enjuague bochornoso. El espionaje del ex ministro de seguridad Marcelo Sain llegó hasta el programa “Los 8 escalones” donde preguntaron: "¿Que gobernador fue involucrado por su ex Ministro de seguridad en una causa de espionaje contra empresarios, dirigentes políticos y periodistas?" La primera opción: Omar Perotti. La asociación ilícita a cielo abierto que constituye la policía de Santa Fe con el narcotráfico y sectores de la política que salpican al Senado provincial que se aferra a su inmunidad para no ser investigados, o la defensa cerrada de las cerealeras y la Bolsa de Comercio es la otra foto de esta película de terror.
Todos los políticos y partidos de régimen se esfuerzan porque el poder económico les ponga la cocarda de ser el mejor representante.
Verdad de Perogrullo es que Perotti es fanático de bajar los salarios de docentes y estatales. Pero no es el único. Llevamos seis años de pérdida salarial y de condiciones de trabajo. Pasó con Macri y Lifschitz lo que hoy pasa con Perotti y Alberto. Por ello, en nuestra pelea es fundamental la independencia de todos los gobiernos.
Otra arista del ajuste tiene como portavoz a Adriana Cantero, la “hábil declarante” del pasaje del clima subtropical para justificar no invertir en estufas y gas en el invierno a la comparación con Brasil para eximirse de acondicionar las escuelas a las altas temperaturas. Combinado con el intento de disciplinamiento a través de la Circular 4 de mantener (entre otras aberraciones) el cursado hasta el 23 de diciembre que generó un fuerte rechazo, incluso entre ciento de directores de pública y privada.
El rechazo a Perotti, Cantero y Pusineri es enorme. Difícil encontrar algún docente o estatal que banque a este gobierno. Si sus políticas avanzan es por la complicidad de las conducciones de los gremios estatales.
El abrazo de Rodrigo Alonso y el ministro de Trabajo es la postal más representativa. Luego del cierre de la paritaria en octubre no convocaron a ninguna acción contra el deterioro acelerado de las condiciones de trabajo y cursado, frente a los recortes en Iapos y frente al ajuste de las mayorías trabajadoras de este país. No en vano en la base docente cambiaron su slogan por el de “nada, nos regalaron” para describir la política de la conducción provincial de Amsafe.
Esta semana habría reunión paritaria. El gobierno, en complicidad con la burocracia, dilata todo para que nuestro reclamo pierda fuerza. Pero no van a poder acallar la bronca. Se anticipa un verano caliente. La inflación no baja y comienza una recesión en la que, como siempre, el hilo se corta por lo más delgado. Esta semana los portuarios, residentes de la salud y los movimientos sociales salieron a las calles por salario y contra el ajuste. En la vereda de enfrente Massa avanza con nuevos planes para los exportadores con el dólar soja y ofrece un nuevo blanqueo de capitales.
Para quienes defendemos la educación pública y nuestros derechos como trabajadores la lucha no puede ser meramente reivindicativa en el plano gremial, porque nuestra rebaja salarial no se explica simplemente porque Perotti quiera imitar a Larreta y Cantero a Soledad Acuña de CABA, sino porque el presupuesto nacional votado por el gobierno y la oposición de derecha es lo que reclamó el FMI para saldar la estafa que nos dejó Macri. Por ello, el desafío como docentes es dar una pelea contra un modelo de sociedad, y para ello es fundamental hacerlo en unidad con el resto de los trabajadores y los sectores populares.
Nuestras escuelas habitan los territorios de toda la provincia, y como docentes sentimos al instante la multiplicación de derechos vulnerados de las infancias y adolescencias, el crecimiento del desempleo, las distintas formas de violencia, policial, de género, entre bandas, etc. Son también los centros de salud en cada territorio los que sienten en carne viva esta realidad. Junto a decenas, cientos de organizaciones que sostienen comedores, talleres, bibliotecas y otros espacios, somos la primera y la última línea de defensa contra el ajuste que se descarga siempre contra nosotras y nosotros, las y los de abajo.
Los intereses docentes y de la educación pública están atados a la del resto de los trabajadores. Amsafe Rosario, Siprus, ATE, y todos los gremios combativos o en lucha tienen que convocar a la coordinación urgente para una lucha común, a construir espacios de encuentro para debatir cómo dejamos de luchar parcializados que es lo que más conviene a los enemigos. Unir la lucha de la salud, de la docencia, de las familias que pelean por trabajo, tierra y vivienda, junto a los movimientos ambientales y de mujeres, es el paso fundamental para encarar la guerra que nos han declarado.
