El sábado 21 de enero, la Policía Nacional del Perú (PNP) desalojó la Universidad de San Marcos en Lima. Arrestaron a casi 200 estudiantes y manifestantes que residían o se alojaban en la sede universitaria.
Miércoles 25 de enero de 2023
Este hecho de represión se explica porque en la Universidad les estudiantes habían recibido a manifestantes provenientes del sur de Perú, para el Paro Nacional convocado el 19 de este mes. Jornadas de movilización que podemos catalogar como jornadas prerrevolucionarias (principalmente en el sur y la sierra peruana) ya que las protestas se expandieron a más de 18 ciudades incluyendo la capital, Lima, que es el centro político y financiero del país. Además, donde los enfrentamientos con la policía aumentaron, y la represión dejó dos muertos. Ya la cifra de compañeras/os asesinados por la policía llega a 54.
Las movilizaciones partieron en las regiones más empobrecidas del país, donde gran parte de la población es indígena y campesina, y que viene atravesando una gran sequía y saqueo del agua, impactando en la producción del agro. El Perú central y sus gobiernos han abandonado a estos sectores dejándolos a merced de grandes capitalistas nacionales y transnacionales en busca de jugosas ganancias, lo que ha provocado miseria en aquellas zonas.
El gobierno golpista de Dina Boluarte actúa completamente en la impunidad, incluso con el reconocimiento y legitimación declarada de Gabriel Boric y también del recién electo Lula da Silva en Brasil, ambos declarados de “izquierda” reformista, apoyan a un gobierno golpista que reprime y mata al pueblo peruano pobre que valerosamente se manifiesta. Así como lo han hecho los demás países gobernados por los llamados “progresismos latinoamericanos”, alineados con la línea que les llega de la embajada norteamericana. Apoyando a alguien que comete las mismas violaciones a los derechos humanos como Sebastián Piñera. Solo han denunciado tibiamente los “excesos” de la represión, así como lo hizo EEUU hace unos días, primero apoyando al gobierno y luego dándoselas de defensores de los DDHH.
Esta es la imagen que refleja el Perú, una campesina viniendo a reclamar ni por políticos, izquierdas, ni narcoterroristas, sino por la muerte de más de 50 personas. Humillada, agredida por la PNP, por su nación. Esto es el Perú desde hace 500 años. #sanmarcos #DinaRenunciaYa pic.twitter.com/ibiDmXVWtf
— Carlos Quispe Atuncar (@CarlosQuiAtu) January 21, 2023
La rectoría declaró que solo habían pedido el desalojo de las puertas de la ciudad universitaria, ya que habían recibido una denuncia por “agresión física” a guardias de la Universidad, lo que no fue más que la toma y puesta bajo el control de estudiantes y manifestantes del campus.
Además, las autoridades siempre utilizan la figura de “agresión física y violenta” para criminalizar las justas tomas de recintos públicos para organizarse y protestar. Así ha pasado en Perú, como también en Chile. La declaración de la rectora, demuestra que hay una completa complicidad entre la policía y la Universidad, ya que eran quienes han matado a más de 50 manifestantes los que desocuparían las puertas (y todo el recinto) ante la denuncia de toma. Cínicamente, agregan que denuncian el “exceso” de represión por parte de la PNP. La universidad en su declaración reconocieron la represión: "El sábado 21 de enero, la Policía Nacional del Perú, en evidente uso de la fuerza, ingresó al campus universitario, sin presencia de la Defensoría del Pueblo ni del representante del Ministerio Público. Por lo tanto, denunciamos el abuso de autoridad hacia nuestros estudiantes intervenidos".
Si bien la mayoría de los detenidos fueron liberados no puede permitirse la violación a la autonomía universitaria por parte del Estado, les estudiantes, junto a las y los trabajadores de allí y las y los académicos tienen derecho de organizarse y disponer de esos espacios. Como no pueden reprimir a las ideas, reprimen y violan la autonomía de las instituciones donde, en general, el sentido es pensar.
Este desalojo de la Universidad de San Marcos, sucedió porque era una amenaza para el gobierno, ya que sectores estudiantiles, muchas veces ligado a las clases medias y con influencia en la “opinión pública” de la capital, estaba coordinándose con manifestantes del sur. Esto marcó un camino de unidad, una alianza entre sectores que el gobierno no quiere que se produzca, ya que es un ejemplo de cómo tiene que coordinarse la movilización, con la máxima unidad entre estudiantes y las clases explotadas y oprimidas. Esto abre la posibilidad de ser un potenciador orgánico de la lucha, para superar el actual estadio de revuelta sino que haya coordinación y desarrollo de organismos de autoorganización que unifique a la clase campesina pobre, a la clase trabajadora y a la juventud. En estos espacios se debería discutir un programa político común y planificar la lucha, para enfrentar a la policía, al gobierno y al conjunto del régimen servil a los intereses de los capitalistas.
Desde VENCER mandamos toda nuestra solidaridad internacionalista al pueblo peruano en lucha, reprimido por la dictadora Dina Boluarte y la policía; a les estudiantes de la Universidad de San Marcos que abrieron su sede de estudios para albergar y unirse a les manifestantes sureños. Repudiamos y condenamos la violación a los derechos humanos cometidas por las fuerzas represivas y a quienes son responsables políticos, así como la violación de la autonomía universitaria. Apoyamos el #FueraDina, el cierre del congreso y levantar una Asamblea Constituyente Libre y Soberana en base a la huelga general productiva. Por un gobierno provisional de la clase trabajadora y los sectores movilizados
Yuri Peña
Licenciado en Historia. Estudiante de pedagogía en la U de Chile. Militante de VENCER y del Partido de Trabajadores Revolucionarios