Tras las críticas de la Comisión Intermericana de Derechos Humanos por la política de prisiones preventivas en la provincia, el gobernador defendió su política de mano dura y atacó a Horacio Verbitsky
Domingo 23 de octubre de 2016 00:00
Foto: prensa.mendoza.gov.ar
En Septiembre pasado, una comitiva de la Comisión Interamericana de DDHH realizó una visita a las cárceles mendocinas, luego de denuncias realizadas ante ese organismo por organizaciones de Derechos Humanos. Tras esa visita, la comisión había constatado un aumento del 53% de la población carcelaria con respecto a la anterior visita (2010) y elaborado un duro informe sobre la situación de las personas privadas de su libertad en las cárceles mendocinas.
La comisión además, criticó la política de prisiones preventivas impulsadas por el gobernador Cornejo. En su informe, la CIDH destaca que “de acuerdo con organizaciones de la sociedad civil dicha ley establece la prisión preventiva como regla y refleja los enfoques punitivos por parte del gobierno”, cuando para dicho organismo “tal medida debe aplicarse únicamente en casos excepcionales, por el período de tiempo más breve posible y sólo como medida de último recurso”.
Las leyes de mano dura de Cornejo no solo fueron votadas en la legislatura por la UCR-PRO, sino por sus socios del PD, Frente Renovador y Libres del Sur. También el Frente para la Victoria votó a favor de la reforma de los artículos 59, 60 y 61 del Código Procesal Penal. Solo el Frente de Izquierda rechazó la “demagogia punitiva”, como denunció la senadora del PTS-FIT Noelia Barbeito.
Desde La Izquierda Diario, también se dio cuenta que: “En nuestra provincia hay 4367 personas privadas de la libertad, de las cuales el 85% está bajo jurisdicción provincial. De ellas, el 48% se encuentra sin condena a pesar de estar en la penitenciaría, cifra que también creció desmesuradamente pasando del 35% en 2010 al actual 48%. Para completar la estadística, Mendoza tiene una tasa de encarcelamiento de 232 cada 100 mil habitantes, muy superior a la nacional de 152,3. Con esto se demuestra que el famoso slogan de "entran por una puerta y salen por la otra" no es más que un mito que intenta justificar políticas de demagogia punitiva. Sin embargo, la situación es peor de lo que parece”.
“Detengan a las personas”
“Yo en Mendoza estoy poniendo la cara. Yo estoy diciendo a la justicia ’detengan a las personas’”, con esa frase el gobernador Cornejo defendió su política represiva de las críticas internacionales, nada más ni nada menos que durante el acto por el aniversario de la policía provincial. Con respecto a las críticas de la CIDH, dijo que este era un organismo “está absolutamente tomado por Zafaroni, Verbitsky y las ONG” y concluyó diciendo que: “hemos cambiado leyes, vamos a seguir cambiando leyes y vamos a ir en la dirección de otro paradigma de política criminal, que es persecución del delito y el crimen”.
En una entrevista realizada por canal 7 desde Buenos Aires, Horacio Verbitsky le respondió al gobernador: "Cornejo dijo que Zaffaroni y yo colonizamos la CIDH. Es un reflejo de la pavorosa ignorancia del gobernador, no tiene idea de cómo funciona y dijo una estupidez".
Esta polémica se da en el marco de la designación del Juez José Valerio como miembro de la Suprema Corte provincial. Esta designación por parte del ejecutivo, deberá ser votada por el senado en breve y ya ha cosechado una gran cantidad de críticas por parte de abogados, organismos de DDHH y de organizaciones políticas y sociales por los fallos misóginos y homofóbicos de Valerio. Pese a esto, desde el gobierno defendieron su postulación, minimizando los polémicos fallos y destacando que con Valerio “los delincuentes esperarán el juzgamiento en prisión”.
Cornejo, de esta manera, intenta avanzar con sus políticas represivas y su discurso de mano dura, dándole más poder punitivo a un estado que (alternado entre peronistas y radicales) ha superpoblado las cárceles con jóvenes pobres, sin dar respuesta a los problemas estructurales de los trabajadores y el pueblo pobre.