El pasado lunes 25 de marzo, se voto en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) una resolución que exige el alto al fuego en Gaza por el mes de Ramadán. Israel y su primer ministro Netanyahu, decididos en continuar el genocidio, mantienen los bombardeos a la población civil en Rafah, la ciudad con mayor numero de refugiados palestinos.
Miércoles 27 de marzo de 2024
Hasta ahora, el Consejo de Seguridad de la ONU no había logrado resolver un alto al fuego en Gaza dado que sus 15 miembros (5 miembros fijos, entre ellos E.E.U.U., y 10 miembros electos por periodos de 2 años) no habían podido ponerse de acuerdo, pero mas especificamente, por el poder de veto que ostentan en el organismo sus miembros fijos, como Estados Unidos.
En esta ocación, la resolución de la ONU fue aprobada con 14 votos a favor y la Abstención de los Estados Unidos, que por primera vez permite al organismo hacer la exigencia de un alto al fuego.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos internacionales dentro de la institución y del creciente descrédito internacional de las políticas de limpieza etnica y de Apartheid que ejerce Netanyahu y su consejo de guerra, no parece haber intenciones de detener la masacre por parte del Estado Mayor de Israel.
Para Israel, es crucial el apoyo de E.E.U.U. tanto financieramente como geopolíticamente. Es por ello que el gobierno de Israel no ha estado contento con la decisión de los Estados Unidos de abstenerse de votar en el Consejo de Seguridad de la ONU, e incluso los llevo a cancelar la visita de una delegación a la Casa Blanca.
Estados Unidos por otro lado señala que esto no implica un cambio de su actitud hacia Israel y que su alianza permanece sin mayores cambios.
De todas formas, es extremadamente preocupante que un Estado integrante de las Naciones Unidas como lo es Israel, pueda hacer caso omiso de las resoluciones del organismo, que supuestamente actúan con fuerza de ley. Mas aún cuando sus acciones implican el asesinato en masa y el desplazamiento forzoso de todo un pueblo.
Las acciones de Israel del día martes 26 de marzo, solo un día después de que la ONU resolviera un cese al fuego, demuestran que no hay solución posible sin del completo desarme del Estado de Israel y sus fuerzas coercitivas, sin una lucha ideológica profunda contra la discriminación racial y étnica, y sin la solidaridad del pueblo trabajador a nivel internacional con el pueblo palestino.
El gobierno de Chile celebró la resolución de la ONU, y no deja de pronunciarse simbólicamente respecto a la ayuda humanitaria, pero mantiene al canciller israelí quien ha salido públicamente a defender el genocidio, y no ha hecho nada para detener a Israel, como puede ser quitar todo apoyo financiero.
Es necesario que amplifiquemos los actos de solidaridad con el pueblo palestino desde todos nuestros espacios. Con el ejemplo de la Coordinadora por Palestina y de los comités de solidaridad en universidades, como el de la Universidad de Chile. Sosteniendo la exigencia de que el Estado de Chile debe romper relaciones diplomáticas, económicas y militares con Israel, para no seguir financiando el genocidio.
