A días de que se venza la conciliación obligatoria, el gremio petrolero prepara una movilización y asamblea general contra los despidos y suspensiones para el 23 de enero en la capital neuquina. Nación llamó a una reunión.
Jueves 16 de enero de 2020 10:58
La semana pasada el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa confirmó 700 telegramas de despidos y 1200 suspensiones. El dirigente del sindicato petrolero, Guillermo Pereyra declaró que se realizará una movilización y asamblea unificada en Neuquén para el 23 de enero. Analizaran si van al paro.
El sindicalista dio a entender además que las medidas serán sujetas a como avance la negociación. El próximo viernes Pereyra se reunirá con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
El acuerdo entre partes que impuso el ministerio de Trabajo mediante una conciliación obligatoria vence el próximo 28. "Nos sometimos a una conciliación voluntaria, pero nadie nos llamó para reunirnos. Nos dicen que no tienen nada", afirmó Pereyra.
"Tenemos que salir a informar a los compañeros que la conciliación es improrrogable, si no hay arreglo, tomaremos las medidas necesarias y por el tiempo que sea necesario", finalizó el dirigente del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa.
El acta que firmaron el sindicato petrolero de la región, las operadoras y empresas de servicios petroleros apunta a que se pueda extender el plazo de la conciliación. Sin embargo, el sindicato petrolero viene arrastrando suspensiones de hace un tiempo atrás. Hay descontento y presión porque a los más de 2000 despidos y suspensiones se le suman las más de 1200 suspensiones que se dieron anteriormente a la caída de la actividad en Vaca Muerta luego del escenario abierto con el congelamiento de naftas.
El secretario general mantuvo comunicación con el gobernador Omar Gutiérrez específicamente por este tema. El gobernador neuquino se reunió a su vez con Kulfas y el presidente de YPF, Guillermo Nielsen para discutir la situación del No Convencional en la provincia. La falta de inversiones y la exigencia de incentivos (subsidios) que exigen las empresas petroleras fue la agenda que llevó el gobernador neuquino.
El freno de Vaca Muerta, con la caída de 17 equipos perforadores y la baja del número de fracturas, llegó a su punto más alto de conflictividad con el envío de los telegramas. Se trata de 2000 mil despidos y suspensiones en los últimos meses.
Chantaje de las empresas que siguen facturando millones
Cabe destacar que lejos de afrontar pérdidas o crisis económica las empresas petroleras son unas de las grandes ganadoras del gobierno macrista. Recordemos que en 2017 se firmó el convenio de trabajo flexibilizador que quitaba derechos a los trabajadores petroleros y aumentaba las ganancias de los empresarios. A su vez, con millonarios subsidios y los constantes tarifazos del gobierno anterior, las empresas de hidrocarburos multiplicaron sus arcas mientras miles de familias trabajadoras veían limitado su acceso a servicios esenciales como la luz y el gas por las elevadas facturas.
Con el cambio de gobierno las buenas noticias no dejaron de llegar para las multinacionales petroleras: desde que asumió Alberto Fernández intenta "blindar" las condiciones de inversión y desarrollo de Vaca Muerta, para lo cual ha disminuido las retenciones que deben abonar las multinacionales por la explotación de los recursos del país.
Esto demuestra que los despidos y suspensiones en el sector no tienen otra explicación más que la insaciable sed de ganancia de empresas como San Antonio Internacional, Schlumberger y Weatherford que ante un freno en sus ganancias inmediatamente toman medidas contra sus trabajadores como despidos, suspensiones y retiros voluntarios. Para ellas los trabajadores no son más que un costo que hay que reducir todo lo que se pueda.
Para terminar con el saqueo de estas multinacionales que se llevan enormes ganancias gracias al trabajo de miles de obreros que dejan literalmente la vida en los pozos y luego son echados a la calle cuando a estas les conviene, es necesario tomar medidas de fondo como las que plantea el Frente de Izquierda Unidad que propone que el petróleo y el gas pasen a manos del Estado bajo control de sus trabajadores para garantizar trabajo y el cuidado de nuestros ríos y suelos.