La renuncia de Lavín por Santiago dejaba al exministro como jefe de campaña para Chile Vamos. Pero en un nuevo revés, este lunes fue inscrito como candidato por la Municipalidad de las Condes, lo que reavivó críticas en la coalición.

Daniel Vargas Antofagasta, Chile
Jueves 28 de julio de 2016
Como una “picazón general” fue que Cristian Monckeberg, timonel de Renovación Nacional, describió la sensación de molestia que le producía la sorpresiva proclamación de Lavín como candidato a alcalde por las Condes.
Hace unas semanas Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente y ex Ministro del gobierno de Piñera, irrumpió en la batalla por ser el referente de la derecha para las próximas elecciones municipales de la comuna de Santago. Su arribo duró poco, tras conocerse una encuesta que no lo ubicaba como el candidato más potente en la comuna renuncia a su competición.
Tras haber irrumpido con mucho estruendo, debió bajar su postulación blindado por ambas coaliciones, ubicándolo como jefe de campaña para las elecciones por su experiencia electoral, pero la situación tuvo un nuevo revés.
Este lunes ChileVamos realizó las inscripciones de candidatos a las municipales, inscribiendo cerca de 5.500 candidatos, y Joaquín Lavín nuevamente estará en la papeleta, esta vez compitiendo por la Municipalidad de Las Condes, desplazando al UDI Francisco de la Maza, quien renunció a repostular a alcalde tras 16 años en el municipio, pero que además expresó recientemente pretensiones presidenciales.
Esta nueva irrupción de Lavín reavivó los roces entre los principales partidos de la coalición de ChileVamos. Por esto mismo el timonel de la UDI, Hernán Larraín, pasó a blindar la elección como un trato de caballeros: "me he reunido con Joaquín en el día de hoy y, con su generosidad de siempre, ha aceptado el desafío. Hemos conversado en horas de la tarde con los demás integrantes de Chile Vamos quienes, con extraordinaria buena voluntad, han dado su anuencia”, según expresó.
Pero estas explicaciones no dejan conformes a sectores críticos de ChileVamos, como Manuel José Ossandón y Felipe Kast, quienes torpedearon la determinación acusando estos como métodos que afectarían a la política. Otro flanco se abrió con el ex senador Jorge Arancibia, quien renunció a la UDI tras conocer proclamación de Lavín, y que refiriéndose al actual estado del gremialismo acusó “hoy carece de un proyecto político y entra en una suerte de pragmatismo desorientado, usando la figura de Joaquín Lavín como una suerte de comodín electoral, olvidando sus propios acuerdos de elegir candidatos por primarias o encuestas”.
Además Manuel José Ossandón, quien recientemente renunció a Renovación Nacional, declaró que “...no me parecen las designaciones entre gallos y medianoche. Esas cosas le hacen mal a la política. En el fondo yo no tengo nada contra Lavín, pero no me parece la forma en cómo se hizo. Incluso hay mucha gente en la propia UDI a la que la tomó por sorpresa.”
Kast, por su parte, expresó “...teniéndole mucho respeto a Joaquín Lavín, creo que lo que correspondía era tener primarias en Las Condes. Las formas hablan muchas veces del fondo. Las cosas no se hicieron bien, fue todo a última hora. Y si bien se informó a los partidos, a esas alturas era imposible que alguno reaccionara y pudiera proponer.”.
Cada paso de ChileVamos, cada iniciativa, es cuestionada y abre grietas dentro de la coalición, cada hito se les hace crítico, pues el sector pone sus ojos en la próxima elección presidencial, por ello cada pieza que mueven uno u otro partido genera molestia en las otras tiendas, irritación y crisis. Una derecha que se opone a todo cambio en el régimen surcada de contradicciones, aunque la batalla actual está en las municipales, la que servirá de medidor de sus aspiraciones, ¿como será su desempeño?.