Represión. Pichetto quiso darle clases de derecha a Bullrich y pidió más mano dura

El ex jefe de la bancada en el senado del kirchnerismo hace tiempo viene mostrando su cara más brutal, cargando contra los inmigrantes tildándolos de delincuentes, pidiendo que se reconstruyan las fuerzas armadas (justo cuando asumía el ultraderechista Bolsonaro en Brasil) y pidiendo que se reprima mejor.

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Ayer, invitado al programa La Cornisa que se emite por América, volvió a la carga con su discurso a favor de la represión abierta.

Refiriéndose a los hechos del último sábado, cuando a raíz de los incidentes que llevaron a la policía de la ciudad a reprimir con gases lacrimógenos (que incluso afectaron a los jugadores de Boca que estaban dentro del micro), el senador dijo que "la Argentina se ha degradado y todos los que hemos estado en distintos ámbitos de la vida pública tenemos que asumir con autocrítica y hacernos cargo. Abarca a todos los sectores de la sociedad".

Desligando de la “violencia” a toda la institución policial –que convive y negocia con los barras bravas- a los partidos patronales que tienen probadas relaciones con barras y punteros políticos, Pichetto metió a todos los argentinos en la misma bolsa, como si todos tuvieran la misma carga de responsabilidad: la policía, los barras, los políticos y los que fueron con amigos o familia a disfrutar una súper final muy esperada.

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Pero el líder peronista no se quedó ahí. Tomando a la “violencia” como una entelequia abstracta, también dijo que "hace algunos años apareció el narco y el barrabrava como producto de la violencia" y agregó (para nada inocentemente) que "la violencia fue sobre el Congreso para impedir que se sesione". De un plumazo verbal, igualó a quienes se movilizaron al congreso para evitar que se vote el robo a los jubilados en diciembre pasado o para que no se vote el saqueo del FMI con el presupuesto 2019 en octubre. Una verdadera falta de respeto.

Vale la pena aclarar que Pichetto y su bloque en ambas ocasiones votaron en contra de los trabajadores y a favor del ajuste macrista.

En vez de indagar en lo que realmente pudo haber ocurrido aquél sábado, la única respuesta que tiene el legislador es…darle más poder a la fuerza policial para que repriman mejor.

Criticando a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich por su tibieza al reprimir, pidió que la policía actúe aún más violentamente contra quienes se manifiesten.

De los cientos de muertos por gatillo fácil, las decenas de detenidos en movilizaciones (con causas armadas, aún cuando ni siquiera participaban de las movilizaciones), de Santiago Maldonado, de Rafael Nahuel, de los trabajadores y diputados del Frente de Izquierda reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos por apoyar a los que se quedan sin trabajo, nada dijo.

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Para cerrar su idea y pedirle más mano dura a la mismísima Pato Bullrich, Pichetto pidió que las fuerzas del orden actúen como en Francia, que dicho sea de paso nada tiene que envidiarle a los uniformados de Bullrich: en estos días se pudo ver a los pertrechados hombres de la Quinta República usar carros hidrantes, gases y balas de goma contra los miles que salieron a la calle contra el aumento generalizado del combustible.

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A días del G20, que reunirá a los principales líderes imperialistas (responsables de guerras y miseria en todo el globo terráqueo), Pichetto parece asomar la cabeza para decirle a Trump, Macron, Merkel, el golpista Temer, Putin y demás huestes, que el también puede ser un alumno aplicado y ducho en el arte de reprimir para hacer pasar los planes de hambre que estos personajes traen para los y las trabajadores.