En conferencia de prensa las abuelas de plaza de mayo anunciaron el encuentro de la nieta 127. La madre, María del Carmen Moyano fue una militante de la Juventud Peronista mendocina.
Viernes 29 de diciembre de 2017
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La nieta recuperada número 127 es hija de la mendocina María del Carmen Moyano, apodada “Pichona” o “la gorda” y del sanjuanino Carlos Poblete.
Nacida el 4 de mayo de 1954 en Godoy Cruz, provincia de Mendoza, fue la menor de tres hermanas. Cursó la primaria en la escuela “Arístides Villanueva” y la secundaria en el Normal.
Sus primeras herramientas políticas las forjó en la guardería del Campo Pappa de Godoy Cruz y acompañando el trabajo social de sacerdote Macuca Llorens en el barrio San Martín de la capital mendocina, donde integró el PROFAR (Proyecto de Farmacia Popular) que distribuía medicamentos a los sectores más carenciados. Este proyecto fue articulado desde el Centro de estudiantes de la Universidad Maza donde María del Carmen estudió la carrera de Bioquímica.
También entre sus actividades sindicales y políticas se desempeñó como delegada gremial en la Dirección de Tránsito y Transporte. En el año 1975, tras ser allanada su casa, pasó a la clandestinidad y se trasladó a San Juan, donde conoció a Carlos Poblete, uno de los máximos dirigentes montoneros de esa provincia.
Los distintos movimientos en la clandestinidad para escapar de los rastrillajes militares llevaron a la pareja de nuevo a Mendoza donde fueron vistos por última vez en abril de 1977.
Gracias a los testimonios que fueron parte del juicio conocido como “Plan sistemático de sustracción de menores” que finalizó en 2012 se pudo conocer que la madre y el padre de la nieta 127 estuvieron en el centro clandestino La Perla, en Córdoba.
Graciela Geuna – también secuestrada y cautiva en La Perla desde junio de 1976- recordó un episodio donde vio una ambulancia en la que se hallaba recostada la joven María del Carmen, con un embarazo avanzado. La testigo aseguró que “Pichona” fue trasladada aproximadamente una semana después de haber llegado y, en ese momento, un militar de apellido González –a quien apodaban “Monseñor” o “Juan XXIII”- les dijo que no se preocuparan por la joven, que iba a estar bien.
Otra sobreviviente de La Perla, Teresa Meschiatti, también declaró haber conocido el caso de una de las “panzonas” (apodo dado a las embarazadas) a quien llamaban “Pichona”. Meschiatti mencionó que a la pareja la ubicaron entre los biombos, lugar en el que ubicaban a los detenidos que no podían ver o ser vistos porque luego serían trasladados.
Tras su paso por La Perla María del Carmen fue trasladada a la ESMA, donde dio a luz una niña. De acuerdo con los testimonios de sobrevivientes de ese campo de concentración, el parto fue atendido por el médico represor Jorge Luis Magnacco. Este genocida fue recientemente excarcelado por cumplir dos tercios de su condena, a raíz de las bajas penas que recibió.
Sara Solarz de Osatinsky, secuestrada el 14 de mayo de 1977 aportó uno de los testimonios claves sobre el parto de María del Carmen en la Escuela de Mecánica de la Armada. Hasta allí fue trasladada desde La Perla y la tiraron en una colchoneta, en un lugar al que denominaban “capucha”. Sara levantó su venda y vio a tres jóvenes embarazadas. Luego se supo que esas tres mujeres eran, Hilda Pérez de Donda, Ana Rubel y María del Carmen Moyano
Según Solarz, la mendocina dio a luz a su hija en el mes de junio en la enfermería que funcionaba en el Casino de oficiales de la ESMA. Tras el parto, la madre y su hija fueron trasladadas a la sala de embarazadas, donde permanecieron juntas entre ocho y diez días.
Luego a María le informaron que sería trasladada a Córdoba. Fue separada de su hija y desde ese entonces permanece desaparecida.
La búsqueda
Según el comunicado de Abuelas “Desde el secuestro de Carlos y María del Carmen, sus familias iniciaron la búsqueda y presentaron el caso por la desaparición de la pareja y su bebé en Abuelas de Plaza de Mayo”.
En 2012, la Comisión Hermanos de la agrupación H.I.J.O.S Mendoza radicó una denuncia ante la Oficina Fiscal de Asistencia en causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado sobre posibles casos de personas que podrían ser hijas de desaparecidos. Entre ellas, se encontraba la de quien hoy sabemos es la hija de María del Carmen y Carlos.
La Unidad de Derechos Humanos de Mendoza, en permanente interacción con la Unidad Especializada para casos de Apropiación de niños durante el Terrorismo de Estado de la Procuración General de la Nación, llevó a cabo diferentes medidas de instrucción con el objetivo de determinar si la mujer, anotada como hija propia de un matrimonio de esa provincia, vinculado al terrorismo de Estado, era hija de desaparecidos. La investigación concluyó con el requerimiento al Juzgado Federal N° 1 de Mendoza de la prueba genética a la víctima, con la que finamente se corroboró que se trata de la hija del matrimonio Moyano-Poblete.
En el marco de una causa judicial, en octubre de 2017, esta mujer fue citada por el Juzgado Federal Número 3 de Mendoza para realizarse el análisis inmunogenético. En la audiencia judicial intervino el equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), a solicitud del juez interviniente, para colaborar en el proceso. En los últimos días, a partir del estudio en el Banco Nacional de Datos Genéticos, se pudo determinar que se trata, efectivamente, de la hija de Carlos y María del Carmen”.