Querellantes en la Causa Feced solicitaron a la justicia que se ordene el llamado a prestar declaración indagatoria por los delitos contra Enrique y Martín Grigioni y Gustavo Actis.
Sábado 9 de julio de 2016 13:28
Agustín Feced fue el mayor genocida de la zona durante la última dictadura militar. Quien encabeza centenares de expedientes por delitos de lesa humanidad con su nombre fue comandante de gendarmería, interventor de la policía rosarina y jefe del centro clandestino Servicio de Informaciones (SI). Estuvo a cargo del II Cuerpo de la policía provincial, y también fue parte del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército Argentino desde junio de 1974.
Luego de las sentencias en las Causas Feced I y Feced II, hoy se transita con una lentitud preocupante el tercer tramo de la mega Causa. Las abogadas Gabriela Durruty y Jesica Pellegrini junto con la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y Luciana Censi, solicitaron a la justicia que se ordene el llamado a prestar declaración indagatoria a integrantes de la patota que accionaba junto a Feced por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada y tormentos, que damnificaron a Enrique Grigioni, Martín Grigioni y a Gustavo Actis. También piden que el ex capellán Eugenio Zitelli sea imputado por estos tres nuevos casos y detenido para garantizar que no se profugue.
Gabriela Durruty declaró a este diario: "Esperamos que el lentísimo ritmo de la justicia se revierta. Hay diversas formas de perjudicar los procesos de verdad y justicia y una de ellas es la lentificación de las tramitaciones, que torna justicia efectiva por ilusoria".
El escrito presentado a la justicia afirma que “de la simple lectura de las declaraciones testimoniales brindadas por las víctimas, se pone de resalto la responsabilidad de los
integrantes de la denominada “patota de Feced” en sus respectivos cautiverios; en muchos de los casos identificados directamente por las víctimas mediante los alias utilizados en el centro clandestino, probados todos ellos por numerosísimos testimonios brindados durante los 122 cuerpos de la causa”.
El cura de la dictadura Zitelli sigue libre
El rol relevante del religioso en el engranaje represivo fue materia de dos pronunciamientos judiciales en marzo de 2012 y mayo de 2013 donde se lo procesó como partícipe necesario de 14 casos de privación ilegítima de la libertad agravada y como coautor del delito de asociación ilícita. Sobre la base de declaraciones de testigos, sobrevivientes y víctimas del terrorismo de Estado, está acreditado que Zitelli se desempeñó como capellán de la policía en los años 70 y hasta el inicio de la democracia, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención en dependencias del SI. En esta ocasión, sumaría el tercer procesamiento pero sigue en libertad.
La abogada querellante Jessica Pellegrini declaró que “Zitelli es el emblema de la participación eclesiástica en la trama que gestó y materializó el genocidio en nuestra zona. Su aceitada actuación en el servicio de informaciones de Rosario, punto neurálgico de la represión en Santa Fe, es a estas alturas indiscutible y debemos avanzar hacia allí".
Tras el pedido de APDH Rosario en mayo de 2014 de elevación a juicio oral junto con su detención, una resolución de la Corte Suprema de Justicia dictaminó que el ex capellán debe ser detenido pero aún continúa en libertad luego de haber pagado una fianza de 50000 pesos.
¿Parálisis de los juicios por crímenes de lesa humanidad?
La asunción del nuevo gobierno de Cambiemos implicó un giro a la derecha en materia de derechos humanosque opera sobre la base de los fuertes límites que tuvo la política del anterior gobierno. Según un Informe Estadístico de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad -cuyos datos están actualizados al 23 de diciembre de 2015 - “el ritmo de sentencias por año comenzó a desacelerarse desde 2014 y la tendencia continúa en 2015…”. A esta situación se suman las bajas condenas y privilegios para muchos genocidas, fallos absolutorios como enCatamarca que reivindican la teoría de los dos demoniosy la impunidad total de los responsables civiles.
Lo cierto es que la provincia de Santa Fe parece no escapar a la tendencia que se viene expresando nacionalmente si se analizan algunos ejemplos como la situación del tercer tramo de la “Causa Feced”, la “Causa Acíndar”, la “Causa de los Trabajadores del Cordón Industrial”, las absoluciones y bajas condenas en la sentencia “Cambiasso y Pereyra Rossi”.
El camino de la Memoria, Verdad y Justicia está plagado de obstáculos pero sólo la lucha persistente y sistemática como hasta ahora - y redoblada- de víctimas, familiares, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos junto al pueblo trabajador puede sortearlos.