Distintos personajes del mundo político marcaron la tradicional costumbre de quemar el muñeco que representó este 2017.
Lunes 1ro de enero de 2018
En distintos países de Latinoamérica y El Caribe se desarrolla esta tradicional costumbre para las fiestas de año nuevo, la cual consta de quemar un muñeco que representa el año anterior y que preparará con fuerzas el año venidero.
Esta costumbre popular se realiza principalmente en la zona norte del país, donde la tradición oral en Iquique señala que un incendio de unas bodegas de salitre salvó a la ciudad de una epidemia de viruela, el hecho se sitúa entre las décadas del 30 y del 40 en el siglo XX. Tal situación provocó que cada Año Nuevo en Iquique se quemara “salitrón”, es decir, salitre en recuerdo de la sanación, tal cual, como las expiaciones medievales. Así, el ritual se ha repetido hasta nuestros días, donde las familias se reúnen en una fogata para la expiación espiritual y material.
El "mono" y la dictadura
Es común ver las fogatas de neumáticos en cada noche de Año Nuevo, este ingrediente se sitúa hacia fines de la década de los 80 y estos fueron, la quema de monos, a saber, muñecos hechos de sobras de ropa o cartón que representaban a algún personaje popular del barrio o al mismo general Pinochet que fue quemado en el barrio El Colorado hacia 1987.
Las figuras de este 2017
Sebastián Piñera, Donald Trump y la viuda del ex dictador Augusto Pinochet, Lucía Hiriart, no dejaron de que hablar este 2017. La representación de la derecha en el país y el mundo fue quemada por familias trabajadoras y pobres en barrios y carnavales de la región.
