Piñera celebró el aumento en el IMACEC de julio de este año, y habló del camino a la "recuperación económica" prometiendo mejores condiciones, salarios y empleos. Todo esto en la más dura semana de debate sobre la jornada laboral en donde el gobierno sigue atacando a las y los trabajadores.
Viernes 6 de septiembre de 2019
Con bombos y platillos el gobierno salió a festejar el nuevo Índice Mensual de Actividad Económica informado este jueves por el Banco Central. El dato correspondiente al mes de julio tuvo un aumento de un 3,2% en comparación al año pasado, y es el mejor en lo que va del año.
A pesar de que las expectativas del gobierno se encontraban en un rango bajo, la noticia fue acorde a lo anunciado tanto por La Moneda (en sintonía con los expertos) de un mejor desempeño de la economía durante el segundo semestre del 2019, es por esto que la respuesta de Piñera no se hizo esperar en redes.
A pesar de múltiples dificultades, la economía chilena creció 3,2% en julio, lo que marca el camino de la recuperación económica. Seguiremos trabajando duro para mantener a #ChileEnMarcha, fortalecer el crecimiento económico, crear más y mejores empleos y aumentar salarios.
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) 5 de septiembre de 2019
Piñera afirmó en sus redes sociales que el IMACEC de julio “marca el camino de la recuperación económica”, y que el Gobierno seguirá trabajando para “fortalecer el crecimiento económico, crear más y mejores empleos y aumentar salarios”. Desde el Ministerio de Hacienda, Felipe Larraín, también calificó la cifra como una muestra de “signos de recuperación” de la economía chilena, y que las expectativas del gobierno apuntan a una continuación de este crecimiento en lo que va del año y también en 2020.
Esta “noticia positiva” no sólo va en discordancia con el actuar político del Gobierno en las últimas semanas, si no también en como han entrado al debate de la reducción de la jornada laboral sus aliados, los empresarios. Y es que la respuesta del gobierno al proyecto de reducción de 40 horas de las diputadas Vallejo y Cariola (PC), fue a través de una reducción a 41 horas con flexibilización que tampoco cayó bien para los empresarios como en su momento lo mencionó el timonel de la CPC, Alfonso Swett.
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En nuestro país ya nos encontramos con altas tasas de desempleo que superan el 7%, así como la desconfianza en un gobierno (con una desaprobación del 65% según la última encuesta Criteria), que además de haber prometido “tiempos mejores” que nunca llegaron, se opone a proyectos parlamentarios que cuentan con más del 50% de aceptación. A esto le debemos sumar la tendencia a la recesión económica a nivel mundial, como subproducto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, a pesar de los buenos números de “crecimiento” que arrojó el país.
Entonces, si consideramos estos aspectos a nivel mundial, en conjunto a la respuesta empresarial al debate de la reducción laboral, así como el ataque del gobierno poniendo en la mesa la flexibilización laboral para poder dar pie a una reducción (pero una reducción en el largo plazo), ¿pueden las y los trabajadores pensar en mejores condiciones, salarios y oportunidades como ha prometido, nuevamente, el gobierno? ¿O son estos tiempos mejores sólo para los empresarios?.
La realidad es que ante la posibilidad de mejores condiciones producto de un crecimiento económico del país, este sólo lo verían reflejado los empresarios, quienes en conjunto al gobierno se han opuesto inclusive a lo más mínima de las mejorías laborales como lo es la reducción a 40 horas de la Jornada Laboral, y ante esto, no se puede tener confianza en las promesas del gobierno del “camino de la recuperación” así como tampoco en los partidos del viejo régimen que les han votado las leyes a Piñera a pesar de llamarse “de oposición” y que esto lleve a que el proyecto de las 40 horas termine incluyendo flexibilización laboral. Son las y los trabajadores quienes deben tomar la lucha por mejoras en sus manos y exigir a que las grandes centrales sindicales y estudiantiles, llamen a asambleas para discutir cuánto es lo que debemos trabajar y cómo podemos lograrlo, en conjunto de asegurar cómo logramos mejores condiciones de vida para las y los trabajadores y sus familias.
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